Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
¿Has tenido alguna vez una experiencia inefable, que no puedas describir con palabras?
En los relatos de los sujetos que tuvieron experiencias cercanas a la muerte en el estudio de Raymond Moody, especialmente en los relatos de aquellos que parecen haber tenido una experiencia prolongada, son evidentes varios paralelismos entre las experiencias cercanas a la muerte (ECM) y la descripción de nuestra entrada en el más allá en los escritos bahá’ís. Por ejemplo, todos los sujetos de Moody reconocen la naturaleza inefable de sus experiencias cercanas a la muerte. Consideran que el lenguaje es totalmente inadecuado para transmitir la realidad de esa existencia:
Ahora, hay un verdadero problema para mí mientras estoy tratando de decirte esto, porque todas las palabras que conozco son tridimensionales. Mientras lo hacía, no dejaba de pensar: «Bueno, cuando estudiaba geometría, siempre me decían que solo había tres dimensiones, y yo siempre lo aceptaba. Pero estaban equivocados. Hay más». Y, por supuesto, nuestro mundo -el que vivimos ahora- es tridimensional, pero el siguiente definitivamente no lo es. Y por eso es tan difícil decirte esto. Tengo que describírtelo con palabras que sean tridimensionales. Eso es lo más cerca que puedo llegar, pero no es realmente adecuado. No puedo darte una imagen completa. – Raymond Moody, La vida después de la vida.
Bahá’u’lláh indica igualmente la indescriptible diferencia entre la vida física y la espiritual, los dos planos de la existencia humana. Señala, además, que incluso si fuera posible describir esta experiencia, no lo haría porque no sería prudente que nos diera esta visión:
La naturaleza del alma después de la muerte, nunca podrá ser descrita; no es conveniente, ni permisible revelar todo su carácter a los ojos de los hombres… El otro mundo es tan diferente de este mundo, como lo es éste del mundo de la criatura mientras está en el vientre de la madre. – Bahá’u’lláh, Pasajes de los escritos de Bahá’u’lláh.
El propósito de la vida
Los sujetos de Moody y los escritos bahá’ís también coinciden en cuanto al propósito de nuestra experiencia física y el progreso del alma humana. Ese propósito primario -lograr un desarrollo espiritual incremental a través de un proceso de aprendizaje- es tratado por Moody con más detalle en Reflexiones sobre la vida después de la vida.
Uno de los sujetos de Moody afirma que en el curso de su experiencia llegó a comprender que, según el «ser de luz», el hecho de obtener conocimiento es el propósito de la vida:
Parecía muy interesado en las cosas relativas al conocimiento, también. Siguió señalando cosas que tenían que ver con el aprendizaje, y dijo que yo iba a seguir aprendiendo, y dijo que incluso cuando vuelva a por mí (porque para entonces ya me había dicho que iba a volver) que siempre habrá una búsqueda de conocimiento. Dijo que es un proceso continuo, así que tuve la sensación de que continúa después de la muerte. – Raymond Moody, La vida después de la vida.
Los escritos bahá’ís hacen hincapié en la educación como uno de los principales propósitos de la realidad física. La definición bahá’í de justicia para el individuo es conocer y luego hacer. Como también hemos señalado, el tipo de conocimiento y aprendizaje más loable es el que conduce al progreso espiritual. De hecho, Bahá’u’lláh afirma que la adquisición de conocimiento es esencial para que el alma alcance su potencial:
Considerad al hombre como una mina, rica en gemas de valor inestimable. Solamente la educación puede hacerle revelar sus tesoros y permitir a la humanidad beneficiarse de éstos. – Bahá’u’lláh, Pasajes de los escritos de Bahá’u’lláh.
Es más, hay muchas declaraciones en los escritos bahá’ís que indican que nuestra educación continua en la siguiente etapa de nuestra existencia en el reino del espíritu:
Sabe tú ciertamente que el alma después de su separación del cuerpo, continuará progresando hasta que alcance la presencia de Dios, en un estado y condición que ni la revolución de las edades y siglos, ni los cambios o azares de este mundo pueden alterar. – Bahá’u’lláh, Pasajes de los escritos de Bahá’u’lláh.
Abdu’l-Bahá también afirma que, durante ese progreso, las almas que parten descubrirán los «misterios de los que el hombre no tiene conciencia en este mundo terrenal».
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