Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Los artistas son investigadores naturales de la verdad: invierten su vida en descubrir misterios, cuestionar tradiciones y expresar su camino creativo hacia lo que es verdadero.
A través de su investigación de la realidad espiritual, los artistas utilizan su propia y única voz para poner en escena su visión del mundo, su verdad. Al apartarse de las tradiciones y rechazar las prácticas dogmáticas, los artistas realizan obras que se convierten en la frontera de una exploración nueva y creativa. El trabajo de los artistas y su búsqueda de la verdad a menudo expone nuestra experiencia vivida compartida y nos recuerda, como dicen las enseñanzas bahá’ís, que somos uno:
… cada miembro individual de la humanidad sea exhortado y ordenado a dejar de lado creencias supersticiosas, tradiciones y ciegas imitaciones de formas de religión ancestral, e investigue la realidad por sí mismo. Puesto que la realidad fundamental es una, todas las religiones y naciones del mundo se convertirán en una sola a través de la investigación de la realidad. – La promulgación de la paz universal.
Los artistas nos proporcionan una fuente de inspiración y orientación
Ya sea personal, histórico o universal, el propósito del arte es contar una historia. Estas historias nos hacen pensar, nos inspiran y nos guían a la acción. Reflejan lo bueno y lo malo, y también ofrecen soluciones y formas de ser alternativas. Arrojan luz sobre el presente, y a menudo retratan cómo era el mundo en el pasado o cómo debería ser en el futuro. Los artistas nos ayudan a reflexionar sobre el mundo, a considerar nuestras opciones y a poner nuestros esfuerzos en aquellas que benefician a la humanidad:
Lo que podrías hacer, y deberías hacer, es utilizar tus historias para convertirlas en una fuente de inspiración y guía para quienes las lean. Con ese medio a tu disposición puedes difundir el espíritu y las enseñanzas de la Causa; puedes mostrar los males que existen en la sociedad, así como la forma en que pueden remediarse. Si posees un verdadero talento para la escritura, debes considerarlo como algo dado por Dios y esforzarte por utilizarlo para mejorar la sociedad. – Shoghi Effendi, carta a un individuo bahá’í, 30 de noviembre de 1932. [Traducción provisional de Oriana Vento]
El propósito del arte: provocar una respuesta que lleve a la acción
La obra de los artistas hace algo más que entretenernos: nos conmueve. Nos hace tomar conciencia e iluminarnos sobre los problemas que prevalecen en la sociedad. Al utilizar sus voces a través de diversos modos de creación, los artistas tienen la capacidad de articular un mensaje de una manera que el pensamiento racional o los meros hechos a menudo no pueden. El arte también tiene el potencial de provocar una respuesta e inspirar una acción generalizada. Las artes nos recuerdan nuestro potencial inherente, nuestra nobleza y nuestra capacidad de acción.
Al igual que en la música, las enseñanzas bahá’ís animan a todos los artistas a llevar su arte a la etapa más alta de desarrollo. Cada vez que un artista produce una obra, evoluciona y aprende de su experiencia, y se acerca aún más a convertirse en maestro de su oficio:
El arte de la música debe ser llevado al más alto grado de desarrollo, pues es una de las artes más maravillosas y en esta gloriosa era del Señor de la Unidad es altamente esencial adquirir su dominio. Sin embargo, uno debe esforzarse por alcanzar el grado de perfección artística y no ser de aquellos que dejan las cosas inconclusas. – Abdu’l-Bahá, de una tabla a un individuo bahá’í. [Traducción provisional]
El arte educa el futuro
Las enseñanzas bahá’ís dicen que la promoción de la educación artística en los niños es uno de los mayores servicios que uno puede ofrecer, porque asegura que las generaciones futuras continúen con su exploración de la realidad divina y reciban las confirmaciones divinas:
Uno de los mayores servicios es la educación de los niños y la promoción de las ciencias, los oficios y las artes. Alabado sea Dios, ahora estáis ejerciendo esfuerzos denodados hacia este fin. Cuanto más perseveréis en esta importantísima tarea, más presenciaréis las confirmaciones de Dios, hasta tal punto que vosotros mismos os asombraréis. – Ibid. [Traducción provisional]
Todos estamos llamados a ser artistas
La mayoría de los artistas viven vidas sencillas, no están motivados a crear por el dinero o la notoriedad o la falta de ella. Bahá’u’lláh nos dice que «los mejores de los hombres son los que se ganan la vida con su vocación». Cada individuo tiene la responsabilidad de dedicarse a una ocupación, ya que los escritos bahá’ís describen dicho trabajo como algo que se eleva al rango de la adoración. Qué mejor manera de vivir esta corta y frágil vida, que dedicarnos a nuestra vocación:
Los mejores entre los hombres son aquellos que se ganan el sustento con su oficio y lo gastan en sí mismos y en sus familias por amor a Dios, el Señor de todos los mundos. – Las palabras ocultas.
A cada uno de vosotros se os ordena que os dediquéis a alguna forma de ocupación, como un oficio, un arte y otras similares. Nosotros hemos exaltado misericordiosamente vuestro trabajo al rango de la adoración a Dios, el Verdadero. – Las tablas de Bahá’u’lláh.
Vivimos en tiempos inestables. La sociedad se vuelve más confusa y desesperada a medida que el estado del mundo decae. Los artistas, inspirados por la realidad divina, desempeñan un papel enorme a la hora de dar vida al nuevo mundo revitalizado que Bahá’u’lláh nos pide que establezcamos. El futuro de la humanidad en general depende de que los artistas de todos los orígenes produzcan un arte que anime el espíritu, promueva el bienestar de la humanidad y dé expresión a la visión de un mundo futuro pacífico y unificado consagrado en las enseñanzas bahá’ís. ¿Cómo utiliza usted el arte para elevar su comunidad?
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