Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Las protestas de este verano en todo el mundo, desencadenadas por el brutal asesinato de George Floyd, reflejan la indignidad y el abuso que han sufrido los afroamericanos durante demasiado tiempo en este país y en muchos otros.
Aunque algunos han intentado politizar la muerte de George Floyd y las protestas, debemos reconocer que el clamor mundial no es un conflicto partidista, sino más bien una cuestión fundamental de derechos humanos.
Debido a que soy bahá’í, creo firmemente en la unidad racial y en la eliminación de todas las formas de prejuicio y racismo. Todos los bahá’ís tratan de practicar activamente un enfoque antirracista, y lo hacen no solo por convicción personal, sino porque las enseñanzas bahá’ís piden específicamente la eliminación de todos los prejuicios y el racismo, y lo han hecho desde los primeros comienzos de la fe bahá’í a mediados del siglo XIX.
Los bahá’ís creen que el fanatismo, la discriminación y la injusticia a que se enfrenta la gente en los Estados Unidos y en todo el mundo deben ser ampliamente reconocidos y rápidamente rectificados. La fe bahá’í enseña que la justicia no es solo un atributo de Dios sino también es lo «más amado de todas las cosas».
Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la fe bahá’í escribió:
¡Oh hijo del espíritu! Lo más amado de todo ante Mi vista es la Justicia; no te apartes de ella si Me deseas y no la descuides para que Yo pueda confiar en ti. Con su ayuda verás con tus propios ojos y no por los ojos de otros, y conocerás con tu propio conocimiento y no mediante el conocimiento de tu prójimo. Pondera en tu corazón cómo te corresponde ser. En verdad, la justicia es Mi ofrenda a ti y el signo de Mi amorosa bondad. Tenla pues ante tus ojos.
Con eso en mente, hay muchas maneras de apoyar a nuestros hermanos y hermanas afroamericanos en su lucha por la igualdad:
1. Colaborar con organizaciones orientadas a la justicia
Podemos hacer oír nuestra voz firmando peticiones, enviando mensajes de texto o llamando a nuestros representantes electos en busca de justicia y de la reforma de las leyes y estructuras que siguen promoviendo el racismo. También podemos ayudar a ofrecer nuestro tiempo o apoyar monetariamente a las organizaciones que trabajan por el fin del racismo.
2. Crear la unidad
Todos son bienvenidos a participar en reuniones bahá’ís sobre la unidad racial o a una reunión bahá’í de oración. Hace unas noches, asistí a una reunión sobre unidad racial con más de 500 asistentes. Individuos de varios orígenes culturales, étnicos y religiosos se reunieron para trabajar por la igualdad y la unidad racial. El presentador, Mark Sisson, instó a los participantes a ser pacientes con los que aprenden sobre la raza y examinar sus propios prejuicios y percepciones erróneas. Todos estamos en diferentes niveles en nuestra propia conciencia personal, pero a través de la educación y el entrenamiento espiritual, podemos potencialmente alcanzar los más altos grados de compasión, justicia y equidad. Esta fue una de las muchas reuniones de unidad racial y reuniones de oración que se llevarán a cabo en los días y meses venideros. Contacte con su comunidad local bahá’í para más información.
3. Educarse a sí mismo
Tómate el tiempo de leer y estudiar temas relacionados con la raza y acompaña a la gente de color en la lucha por la justicia y la equidad. Cuando busque, encontrará numerosos libros, artículos y recursos en línea disponibles sobre las formas históricas y contemporáneas de desigualdad y discriminación racial. Ayer, comencé a leer un libro de la autora bahá’í, la Dra. Joy DeGruy, titulado «Síndrome del esclavo postraumático: el legado de América de soportar lesiones y curación». En su libro, la Dra. DeGruy describe ese síndrome como «una condición que existe cuando una población ha experimentado un trauma multigeneracional como resultado de siglos de esclavitud y continúa experimentando opresión y racismo institucionalizado hoy en día».
Las organizaciones sin fines de lucro como la Campaña Cero ofrecen soluciones integrales basadas en la investigación para proteger a las personas de color y poner fin a la brutalidad policial. Pueden aprender acerca de los perfiles raciales y las prácticas policiales discriminatorias, y contactar con sus representantes estatales y nacionales para exigir una reforma y un cambio. Además, reflexionar sobre el privilegio de los blancos y el concepto de «blancura» es un aspecto integral en la lucha contra el racismo.
4. Orar
Finalmente, todos podemos orar. Las enseñanzas bahá’ís enfatizan el papel de la oración para unir y elevar los corazones de la humanidad. Desde que comenzaron las protestas, he estado diciendo esta oración de unidad de Bahá’u’lláh cada noche antes de dormir:
¡Oh mi Dios, oh mi Dios! Une los corazones de Tus siervos y revélales Tu gran propósito, para que sigan Tus mandamientos y se atengan a Tu ley. Ayúdalos, oh Dios, en sus esfuerzos y confiéreles fuerza para servirte. ¡Oh Dios! No los abandones a sí mismos, sino guía sus pasos con la luz de Tu conocimiento y alegra sus corazones con Tu amor. Verdaderamente, Tú eres su Auxiliador y su Señor.
Mientras continuamos trabajando hacia la unidad racial, debemos recordar la interconexión de la humanidad y el legado que deseamos dejar a nuestros hijos. Esta generación tiene el poder de cambiar el mundo alejándose de la oscuridad del fanatismo, la injusticia y la opresión y avanzando hacia la luz de la libertad, la igualdad y la justicia para todos.
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