Cómo la música me ayudó a encontrar la belleza en la vida

Soy una cantautora de 18 años que siempre ha soñado con ser artista. La música siempre me ha divertido y tranquilizado, pero este último año me he dado cuenta de lo mucho que ha cambiado mi visión de la vida.

Siempre he tenido inclinaciones musicales. Empecé a tomar clases de piano a los 5 años y de guitarra a los 7, y a escribir música un poco más tarde.

Quizá me gusta tanto la música porque las enseñanzas bahá’ís la alaban en gran medida. Abdu’l-Bahá animaba constantemente a todo el mundo a hacer música, diciendo:

Una voz delicada, cuando se une con una música hermosa, tiene un gran efecto, pues ambas son deseables y agradables. Todas tienen en sí mismas una organización, y se construyen sobre la base de la ley natural. Por lo tanto, se corresponden con el orden de la existencia como algo que encajara en un molde. Una voz genuina encaja en el molde de la naturaleza. Cuando es así, ello afecta a los nervios y éstos afectan al corazón y al espíritu.

En el mundo de la existencia las cosas físicas tienen relación con las realidades espirituales. Una de estas cosas es la voz, que está conectada con el espíritu; y el espíritu puede elevarse por este medio, pues aunque se trata de algo físico, es una de las organizaciones materiales, naturales; por lo tanto, es eficaz.

Hacer música me ayudó a encontrar toda la belleza de esta vida. Poner música a mis palabras elevaba lo que tenía que decir.

Un día me di cuenta de que las llamas eran un fuego, los arroyos eran un río y el universo reflejaba a su Creador.

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A través de estas reflexiones profundas, descubrí que nosotros, junto con todo lo que nos rodea, venimos de Dios. Esa comprensión me ayudó a sentirme más capaz de confiar en el universo y en su plan divino. No solo me di cuenta de lo bueno, sino que fui capaz de reconocer lo malo. Me sentí capaz de perdonar no solo a los demás, sino también a mí misma. Eso me ayudó a empezar a limpiarme de todo lo «malo» de lo que era consciente, y me di cuenta de todo esto simplemente a través del poder de las letras de mi música. Abdu’l-Bahá comentó cómo el poder de la música puede incluso alterar los sentimientos no solo de los humanos sino también de los animales:

Todos estos sentimientos pueden estar causados por la voz y la música, pues mediante los nervios éstas mueven el espíritu y lo incitan. La música tiene un efecto incluso sobre los animales. Por ejemplo: cuando se quiere que un camello siga un camino en el desierto, se le atan unas campanas, o se toca la flauta, y este sonido impide que el camello se fije en la fatiga del viaje; sus nervios se ven afectados, pero no sufre un incremento de pensamientos, no siente nada más allá de una sensación física.

He descubierto que componer canciones me ayuda a dar vida al mundo. Contando historias con imágenes vívidas, empecé a entender todo lo que se interponía en mi camino y a despejarlo. Ése es el poder no solo de las palabras, sino también de la música.

Mientras escribía música, a menudo reformulaba las experiencias difíciles como algo bello en forma de arte. Me ayudó a ver que todo tiene un lado positivo y que todo nos ocurre por una razón que, en última instancia, sirve para nuestro mayor bien. Escribir canciones me permite reflexionar mejor sobre mi vida y comprender mejor por qué todo sucede como sucede. Como resultado, cada día aprendo más sobre quién soy y quién puedo ser. La música me ha ayudado a comunicarme con mi alma.

Me esfuerzo por compartir este viaje con ustedes a través de mi música. El verdadero arte no solo hace algo de la nada, sino que utiliza todo para hacer algo. Nos demos cuenta o no, todo lo que nos rodea nos inspira y nos afecta de un modo u otro, y depende de nosotros elegir cómo lo vemos. La verdad es que hay mucha belleza a nuestro alrededor. Dios nos dotó de la capacidad de ser testigos de esa belleza y crear arte a partir de ella, porque nuestros esfuerzos artísticos pueden ayudarnos en nuestro viaje espiritual. Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la fe bahá’í, dijo: «En verdad, hemos hecho de la música una escala para vuestras almas, un medio por el cual puedan ascender al dominio de lo alto…».

Escribir música me ayudó a sentir más gratitud por la increíble creación de este mundo y todo lo que hay en él. Detrás de cada historia y experiencia hay una lección que podemos elegir ver como una bendición o una maldición. Hay belleza por todas partes, simplemente tenemos que mirar.