Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Al igual que los profetas Amós y Oseas antes que él, y el profeta Miqueas que fue su contemporáneo, Isaías condenó rotundamente a los israelitas por sus pecados en varios capítulos de la Biblia.
Si su palabra hablada era tan fuerte y persuasiva como su palabra escrita, uno podría preguntarse por qué el pueblo no se arrepintió y se arrojó a la misericordia de Dios.
Isaías instó bondadosamente al pueblo a arrepentirse de su desobediencia a las enseñanzas de Moisés y les advirtió de la devastación que sufrirían en caso de no hacerlo:
Venid ahora, y razonemos —dice el Señor— aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán. Si queréis y obedecéis, comeréis lo mejor de la tierra; pero si rehusáis y os rebeláis, por la espada seréis devorados. Ciertamente, la boca del Señor ha hablado. – Isaías 1: 18-20.
Pero cuando un rey de Judá eligió una alianza con Egipto en lugar de confiar en Dios, Isaías dejó de ser gentil y lo condenó duramente:
¡Ay de los que descienden a Egipto en busca de ayuda, y confían en los caballos y ponen su esperanza en los carros, porque son muchos, y en los jinetes, porque son poderosos, pero no miran al Santo de Israel ni buscan al Señor! – Isaías 31:1.
En última instancia, dice la Biblia, el Señor desplegó su plan para el futuro lejano a través de la voz profética y la pluma de Isaías:
Ha sido humillado el hombre común, y ha sido abatido el hombre de importancia; pero no los perdones. Métete en la roca, y escóndete en el polvo del terror del Señor y del esplendor de su majestad. La mirada altiva[a] del hombre será abatida, y humillada la soberbia de los hombres; el Señor solo será exaltado en aquel día.
Porque el día del Señor de los ejércitos vendrá contra todo el que es soberbio y altivo, contra todo el que se ha ensalzado, y será abatido. – Isaías 2 : 10- 12.
Bahá’u’lláh escribió que Isaías, en estos versos, proclamó el Día de Dios, un día glorificado en todas las Sagradas Escrituras. Ese «Día de Dios», escribió Bahá’u’lláh, se refiere directamente a la revelación bahá’í:
En el Libro de Isaías está escrito: “Entra en la roca y ocúltate en el polvo, por temor al Señor, y por la gloria de Su majestad”. Nadie que medite sobre este versículo puede dejar de reconocer la grandeza de esta Causa, o poner en duda el sublime carácter de este Día: el Día de Dios mismo. A este versículo le siguen las palabras: “Y solamente el Señor será exaltado en ese Día”. Éste es el Día que la Pluma del Altísimo ha glorificado en todas las santas Escrituras. No hay en ellas versículo alguno que no declare la gloria de Su santo Nombre, ni hay Libro que no atestigüe la sublimidad de este exaltadísimo tema. Si mencionáramos todo lo que ha sido revelado en esos Libros celestiales y santas Escrituras acerca de esta Revelación, esta Tabla llegaría a tener dimensiones enormes. Incumbe a cada ser humano, en este Día, poner toda su confianza en las múltiples generosidades de Dios y disponerse a diseminar, con suma sabiduría, las verdades de Su Causa. Entonces, y sólo entonces, será envuelta toda la tierra con la luz matinal de Su Revelación.
¿Qué es el Día de Dios? Se refiere al momento de la aparición de un nuevo mensajero y profeta de Dios, que trae una nueva dispensación religiosa revelada para la humanidad. Cada nuevo mensajero repite las verdades espirituales eternas de los profetas pasados, y también revela leyes y enseñanzas modernas apropiadas para la época y el nivel espiritual de la gente de ese tiempo.
Como escribió Bahá’u’lláh en su Libro de la Certeza, todos estos seres benditos, los profetas y fundadores de las grandes religiones del mundo, son uno: “… todos los Profetas de Dios, Sus favorecidos, santos y escogidos Mensajeros son, sin excepción, los portadores de Sus nombres y la personificación de Sus atributos”. Provienen de la misma esencia, de un solo Dios, y todas sus escrituras predicen la llegada de Bahá’u’lláh.
Eileen Maddocks es autora de la trilogía The Coming of the Glory: How the Hebrew Bible Reveals the Plan of God. El volumen 1 se publicó en 2020. El volumen 2 se publicará en abril de 2022, y el volumen 3 uno o dos años después. Se puede acceder a sus blogs y presentaciones en vídeo en su sitio web (eileenmaddocks.com).
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