Inspired
by the
Baha’i Faith
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá‘í. El sitio web oficial de la Fe Bahá‘í es Bahai.org. El sitio web oficial de los bahá’ís de los Estados Unidos es Bahai.us.
ENTENDIDO
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
¿Quiero ser bahá'í?
Historia

El significado espiritual y el simbolismo de los halcones

Radiance Talley | Ene 17, 2022

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

¿Interesado en otros temas?

Tenemos algo para todos
Radiance Talley | Ene 17, 2022

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

En muchos aspectos, los sentidos y las capacidades físicas de un halcón son mucho más impresionantes que los nuestros.

Esta ave de medio kilo puede alcanzar velocidades superiores a las de la mayoría de los aviones pequeños y es el animal más rápido que se ha medido. Además, su visión binocular es ocho veces mejor que la de los humanos y puede soportar una fuerza gravitatoria comparable a 25 veces la fuerza de la gravedad que empuja su cuerpo.

Admiradas por su extraordinaria velocidad, vista y fuerza, estas aves inspiran más que solo ser las imágenes de equipos deportivos y personajes de superhéroes. Los halcones también simbolizan a aquellas almas santas y espiritualmente fuertes que dedicaron su vida a difundir los mensajes unificadores de la Fe bahá’í.

Halcones: Símbolos de las almas espirituales

Áqá ’Alíy-i-Qazvíní fue uno de los primeros seguidores del Báb, el precursor de Bahá’u’lláh, y de Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la Fe bahá’í.

El hijo de Bahá’u’lláh, Abdu’l-Bahá, dijo:

Era un amigo y compañero excelente, feliz, encantador; favorecido por Bahá’u’lláh, respetado por los amigos, esquivo al mundo, con su confianza puesta en Dios. No había en él veleidades; su condición interior era siempre la misma: estable, constante, firmemente asentado como las colinas.

Era tan paciente y sereno a pesar de los sufrimientos que padeció por difundir las revolucionarias enseñanzas de la Fe bahá’í, como la investigación independiente de la verdad, la abolición de toda forma de prejuicio, la concordancia de la ciencia y la religión, y la igualdad de mujeres y hombres.

En una ocasión, mientras estaba en su casa de Qazvín, Irán “le capturaron los malintencionados y le golpearon tan brutalmente en la cabeza que le quedaron los efectos hasta la hora de su muerte”.

Abdu’l-Bahá dijo:

Le maltrataron y atormentaron de muchas maneras y creyeron permisible infligirle cualquier forma de crueldad; pero su único crimen era haberse hecho creyente, y su único pecado, haber amado a Dios. Como ha escrito el poeta, en líneas que ilustran la dolorosa condición de Áqá ’Alí:

Sitiado por lechuzas está el halcón real,

desgárranle las alas, aunque él no haya pecado.

«¿Acaso -de él se burlan- habrás de recordar

 aquella real muñeca, aquel palacio amado?»

Él es un ave regia, su falta ésta si fue.

¿En qué, sino en belleza, pecar pudo José?

El «halcón real» simboliza a Áqá ’Alí, un hombre noble y magnánimo con un gran corazón, que no se merecía las burlas y los abusos de los «búhos», aquellas personas que tenían prejuicios contra los bahá’ís y les infligían daño. Pero al igual que el halcón, Áqá ’Alí se mantuvo fuerte con una sonrisa en su rostro a pesar de estar enfermo hasta el día de su muerte.

Otro de los primeros bahá’ís y halcón real que soportó un intenso sufrimiento fue Jináb-i-Ismu’lláhu’l-Aṣdaq. Debido a que Ismu’lláh compartía abiertamente las enseñanzas de la Fe bahá’í, él y otros bahá’ís fueron encarcelados en el Fuerte Ṭabarsí, en Irán, donde pasaron dieciocho días sin comer y soportaron el ataque de balas de los cañones de asedio.

Más tarde fue llevado ante los jefes de Mázindarán para ser asesinado cuando, “Dios inspiró en el corazón de un hombre que le liberara de la prisión en medio de la noche y le guiara hasta un lugar donde estuviera seguro”, recordó Abdu’l-Bahá.

A pesar de las traumáticas pruebas a las que se enfrentó, Ismu’lláh se mantuvo firme en su fe y compartió los principios bahá’ís aún más ampliamente después de ser libre. Abdu’l-Bahá dijo:

Era como un mar encrespado, un halcón que se remonta a las alturas. Su faz brillaba, su lengua era elocuente, su fortaleza y constancia desconcertantes. Cuando abría la boca para enseñar, las pruebas salían una tras otra; cuando cantaba o decía oraciones, sus ojos vertían lágrimas como una nube de primavera.

Su rostro era luminoso; su vida espiritual, su conocimiento, a la vez adquirido e innato; y era celestial su ardor, su desapego del mundo, su rectitud, su piedad y temor de Dios… Fue un gran personaje, perfecto en todas las cosas.

El Halcón: Un símbolo de Bahá’u’lláh

Estas almas consagradas no fueron los primeros halcones reales. Fueron inspirados por la luz de Bahá’u’lláh, quien los bahá’ís creen que es el último mensajero enviado por Dios.

Bahá’u’lláh escribió:

Yo no era más que un hombre como los demás; dormía en Mi lecho, cuando he aquí, las brisas del Todo Glorioso soplaron sobre Mí y Me enseñaron el conocimiento de todo lo que ha sido. Esto no es de Mí, sino de Uno que es Todopoderoso y Omnisciente. Y Él Me ordenó elevar Mi voz entre la tierra y el cielo, y por esto Me aconteció lo que ha hecho correr las lágrimas de todo hombre de entendimiento.

Bahá’u’lláh sufrió 40 años de prisión, tortura y exilio por anunciar que había nacido una nueva revelación.

Celda de la prisión de Bahá’u’lláh, c. 1921

En español, Bahá’u’lláh significa «La Gloria de Dios», y los bahá’ís creen que su venida está predicha en muchas de las religiones del mundo.

Los escritos bahá’ís dicen:

Para Israel, Él era ni más ni menos que la encarnación del «Padre Eterno», el «Señor de las Huestes» que ha descendido «con diez mil santos»; para la cristiandad, Jesucristo retornado «en la gloria del Padre»; para el islam shí‘í, el retorno del Imam Husayn; para el islam sunní representa el descenso del «Espíritu de Dios» (Jesucristo); para los zoroastrianos, el prometido Sháh-Bahrám; para los hindúes, la reencarnación de Krishna; para los budistas, el quinto Buda.

Bahá’u’lláh vivió una vida de servicio a la humanidad, buscando siempre ayudar y elevar a los pobres, los abandonados y los oprimidos. Él escribió:

Animo a los desfallecidos y hago revivir a los muertos. Yo soy la Luz de guía que ilumina el camino. Yo soy el Halcón real posado en el brazo del Todopoderoso. Yo despliego las alas caídas de toda ave herida y le ayudo a remontar el vuelo.

Bahá’u’lláh falleció a la edad de 75 años en 1892.

Que todos nos esforcemos por llegar a ser tan espiritualmente fuertes y firmes como Áqá ’Alí e Ismu’lláh, sabiendo que Bahá’u’lláh, el Halcón real, vela por nosotros, junto con los demás profetas de Dios, dispuestos a iluminar nuestro camino y a iniciar nuestro vuelo.

También podría interesarte

Comienza el ministerio de ’Abdu’l-Bahá
Historia

Comienza el ministerio de ’Abdu’l-Bahá

La definición bahá’í de paraíso: El primer día de Ridván
Historia

La definición bahá’í de paraíso: El primer día de Ridván

El consejo de ‘Abdu’l-Bahá a Andrew Carnegie
Historia

El consejo de ‘Abdu’l-Bahá a Andrew Carnegie


Comentarios

characters remaining
x
x
Conecta con los Bahá'ís de tu área
¡Bienvenido!
¿Cuál es su nombre?
Gracias my friend. Nos gustaría contactarte con algún bahá'í de tu localidad, ¿de dónde eres?
¡Muchas gracias! ¿Cómo podrían contactarte?
Para ponerte en contacto con los bahá'ís de tu localidad que puedan responder a tus preguntas, te pediremos algunos datos sobre ti.
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Ponte en contacto con los Bahá'ís de tu localidad