Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
El calendario que los bahá’ís siguen tiene 19 meses, cada mes lleva el nombre de uno de los atributos de Dios. Uno de esos meses se llama Qudrat, que significa «Poder». Recientemente, sin embargo, me he sentido un poco falto de ese atributo.
Lo que me ha hecho sentir corto de poder últimamente es la falta de concentración; tener tantas cosas que hacer o querer hacer. Al pensar en lo mucho que hay que hacer, todo un día entero puede pasar sin avanzar en ninguno de ellas. ¿Alguna vez te has sentido como un personaje de videojuego, con una lista cada vez mayor de misiones apiladas en la parte derecha de tu pantalla?
Intenté pensar en algunas soluciones, como esa parte del videojuego en la que desbloqueas alguna nueva habilidad que te permite superar la misión en la que te habías quedado atascado. En un libro bahá’í llamado «Selecciones de los Escritos de Abdu’l-Bahá«, encontré y memoricé esta cita:
Mientras los pensamientos de una persona se hallen dispersos, no logrará ningún resultado; mas si su pensamiento se concentra en un único punto, los frutos del mismo serán maravillosos. Uno no puede obtener toda la fuerza de la luz solar cuando es proyectada sobre un espejo plano, mas en cuanto el Sol se refleja sobre un espejo cóncavo o sobre una lente convexa, todo su calor se concentra en un solo punto, y ese único punto arderá al máximo. Así, es necesario enfocar el pensamiento en un único punto, para que llegue a ser una fuerza eficaz.
Entonces empecé un diario de enfoque para llevar a cabo aquel proceso llamado la «Regla de los Tercios», donde enumeras 3 cosas que quieres que sucedan ese día y te enfocas solo esas pocas cosas para que puedas aplicarles «toda la fuerza de la luz del sol».
Esto requiere que yo sepa cuáles son mis «principales objetivos», y que sepa que si al menos logro esas cosas, podré impulsar mi historia hacia adelante. Me pide que lo reduzca a unas pocas cosas que pueda lograr a través del poder. Entonces, todo que suceda ese día puede ser inútil u opcionalmente productivo, por lo que sigo sintiéndome feliz jugando el juego.
Así es como obtendré mi poder, pienso para mí mismo. Concéntrate.
Llega el domingo, y el enfoque de hoy es la «Conferencia sobre la Tormenta del Racismo», una discusión mensual que un grupo de amigos y yo organizamos para que los jóvenes de todo el país exploren las formas de combatir la antinegritud desde una perspectiva bahá’í. Durante la semana de las elecciones en los Estados Unidos, nuestro tema fue «Participar en la política de maneras que unan en lugar de dividir». Yo estuve moderando la conversación, así que tenía que pensar en lo que iba a decir.
Uno de nuestros ponentes, un bahá’í que nos habla de sus experiencias con la Democracia Directa, explica un proceso que permite a los ciudadanos corrientes escribir nuevas leyes o enmiendas constitucionales y someterlas a votación como iniciativas de votación en todo el estado sin ninguna afiliación a un partido político. Discutimos una enmienda que el proceso ayudó a aprobar este año, eliminando las excepciones que aún existían en la constitución de Utah para no tener esclavos. Sí, en 2020 algunos de nuestros documentos fundacionales todavía contienen esas cosas reprobables.
Después de todo, nuestro país tuvo 246 años de esclavitud legalizada (1619-1865), seguidos por un período de un siglo de leyes restrictivas y racistas de Jim Crow (1865-1965), y sólo 55 años (1965-2020) de relativa libertad.
Uno de nuestros jóvenes hizo una pregunta después de que el orador terminara: «Si quiero escribir un proyecto de ley a una edad temprana, ¿cómo podría saber cómo ponerlo en un lenguaje legal que se respete y obtenga firmas?». Yo sonreí, imaginando una legión de jóvenes escribiendo nuevas leyes.
Mi compañero, un abogado con experiencia en leyes dijo: «En realidad lo llevarías a un consejero legislativo que te ayudaría a ponerlo en el lenguaje de la ley. Una de las primeras cosas que querrán saber es si eres solo tú, o si hay otros contigo. Porque recuerda, ellos quieren trabajar en cosas que tengan muchos constituyentes. También querrán investigar los temas que desean cambiar, porque se han aprobado muchas leyes que terminaron causando más daño que bien. Por ejemplo, en 1996, aprobaron una ley que convirtió la mutilación genital femenina en un delito grave. Entonces todos los casos de MGF dejaron de ser denunciados. No es que hayan resuelto el problema, es que los sobrevivientes dejaron de reportarlo. Si hubieran consultado a las comunidades afectadas, podrían haber sabido que si bien las mujeres no quieren ser mutiladas, tampoco quieren que sus padres sean arrestados y no estarán dispuestas a ser procesadas. Los esfuerzos deben centrarse en las personas adecuadas y no pasar por alto el proceso de consulta».
La noche terminó, y enviamos a los jóvenes a sus propias búsquedas por encender el mundo antes de nuestra próxima discusión.
Todo esto me recuerda que debo revisar lo que estoy descubriendo sobre tratar de sentirme poderoso, y centrar mis esfuerzos, como aconsejó Abdu’l-Bahá: «Así, es necesario enfocar el pensamiento en un único punto, para que llegue a ser una fuerza eficaz».
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