Es tiempo de generar un concepto más amplio sobre el empoderamiento de la mujer, afirma la Comunidad Internacional Bahá’í en una nueva declaración.
El discurso sobre el empoderamiento de la mujer debe ir más allá de una mera preocupación sobre la participación de la mujer en la vida económica de la sociedad, importante como es, y enfocarse en liberar las vastas potencialidad de la mujer para contribuir al progreso del mundo.
Las enseñanzas Bahá’ís dicen:
La mujer tiene capacidades asombrosas – ‘Abdul’-bahá, cita de “Una compilación sobre la mujer”, p. 37.
El esfuerzo sistemático de alcanzar una población y impulsar su participación en el proceso de contrucción de capacidad se acelera notablemente cuando los miembros de esta población están a la vanguardia de tales esfuerzos. – La Casa Universal de Justicia, carta del 29 de diciembre del 2015, a la Confrencia de los Cuerpos Continentales de Consejeros.
La declaración continúa: “El camino de la duda a la confianza propia, del silencio a la voz y de la pasividad a la acción no puede ser entendida solo en términos de entrar al mercado laboral o integrarse a la cadena de producción global. El desarrollo de capacidad debe abarcar todos los aspectos de la existencia humana, tanto la parte económica como la social, intelectual, cultural, espiritual y moral”.
La declaración titulada “Más allá de la economía: la cuestión moral en las raíces del empoderamiento” fue praparada para el sexagésimo segundo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) de las Naciones Unidas, programada del 12 al 23 de marzo, justo después de las celebraciones por el Días Internacional de la Mujer el 8 de marzo.
La comisión de este año se centra en el empoderamiento de la mujer rural. La declaración de la CIB, resaltando este tema, se estructura en base a las percepciones de mujeres en distintos lugares alrededor del mundo que están comprometidas en la transformación social de sus comunidades y sociedades.
Entre sus recomendaciones principales, la declaración propone que los sistemas educativos deben ser remodelados para permitir liberar todo el potencial de la mujer y asistirla a desarrollar “capacidades para el servicio de sus comunidades y la sociedad”. La comunidad Bahá’í mundial propone, en base a la experiencia ganada, que mientras la mujer se empodera y contribuye a la transformación de sus comunidades en varios niveles se convierten más visibles, desafiando las dicotomías de género pre-existentes y supuestos heredados acerca de los patrones sociales y roles que debe seguir el hombre y la mujer”.
“Existen diversos ejemplos alrededor del mundo de instancias en las que el hombre y la mujer están trabajando hombro con hombro como compañeros respetuosos mutuamente”, señaló la declaración.
La declaración explora un número importante de preguntas, analizando el avance de la mujer en un contexto más amplio de avance de la sociedad como un todo.
“Un desafío ante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer es, entonces, la réplica de las estrategias que sí están funcionando. ¿Cómo se puede construir una cultura en la que el hombre y la mujer contribuyan juntos y armoniozamente al bien común de sociedad en sociedad?”, pregunta la declaración de la CIB.
“¿Qué se podría lograr en las comunidades locales, no solo en algunos programas piloto o por la duración de un ciclo de financiación, sino que indefinidamente en el futuro y alrededor de todo el mundo?».
Examinar tales preguntas y sus soluciones contribuirá al proceso global de aprendizaje y permitirá a la humanidad avanzar colectivamente en este asunto, afirma la declaración.
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