El imperativo espiritual de la bondad hacia todos los animales

Algún día quisiera tener una granja llena de muchos animales. Mis amigos y familiares suelen burlarse de ese objetivo, sin darse cuenta de la gran importancia que tienen los animales en mi vida.

Sí, aunque creo que todos los animales son adorables, también son increíblemente inteligentes. Las enseñanzas bahá’ís señalan que los animales tienen poderes de los que a menudo carecemos los humanos. En su libro Contestación a unas preguntas, Abdu’l-Bahá dijo:

… la vista de los animales es mucho más aguda que la del ser humano, su oído es más afilado, y lo mismo ocurre con los sentidos del olfato y el gusto. En breve, en cuanto a las facultades que tienen en común el hombre y los animales, estos a menudo llevan ventaja.      

Las enseñanzas bahá’ís nos piden que respetemos a todos los animales; al fin y al cabo, tienen muchas cualidades superiores. Pero no son solo las cualidades físicas de un animal las que merecen nuestro respeto: también tienen cualidades emocionales que haríamos bien en aprender.

Sueño con criar algún día a mis futuros hijos rodeados de animales, porque pueden enseñarnos muchas cosas maravillosas. Crecí con dos perros que estuvieron a mi lado en casi todas las etapas de mi vida. Me han enseñado el amor incondicional, el perdón, la compañía, la confianza y la lealtad.

Abdu’l-Bahá también recomendaba a todo el mundo:

Educad a los niños desde la infancia de tal manera que lleguen a ser sumamente bondadosos y misericordiosos con los animales. Si un animal está enfermo, deben esforzarse por curarlo; si tiene hambre, deben alimentarlo; si tiene sed, deben saciarla; si está cansado, deben darle descanso. [Traducción provisional de Oriana Vento, tomado de Bahá’í World Faith]

Esta cualidad espiritual de bondad hacia todos los seres vivos impregna las enseñanzas bahá’ís. Abdu’l-Bahá señaló que:

El ser humano es generalmente pecador y el animal es inocente; incuestionablemente hay que ser más bondadoso y misericordioso con el inocente. … Con los benditos animales, sin embargo, debe ejercerse la máxima bondad: cuanto más, mejor. [Traducción provisional de Oriana Vento, tomado de Bahá’í World Faith]

Desde una perspectiva bahá’í, la bondad hacia los animales es un principio primordial. Debemos mostrar misericordia y bondad hacia los animales, escribió Abdu’l-Bahá, porque experimentamos muchos sentimientos similares a los de los animales, pero nosotros podemos expresar esos sentimientos con palabras, mientras que los animales son incapaces de hacerlo:

En breve, no sólo a sus semejantes deben tratar con misericordia y compasión los amados de Dios, sino que deben mostrar la mayor bondad hacia toda criatura viviente. Pues en todos los aspectos físicos y en cuanto concierne al espíritu animal, el animal y el hombre comparten los mismos sentimientos […] Las percepciones son una y la misma, ya sea que causéis dolor al hombre o a la bestia. En ello no hay ninguna diferencia. Y, de hecho, es peor que causéis daño al animal, pues el hombre puede hablar, puede presentar una demanda, puede clamar y quejarse; si es perjudicado puede recurrir a las autoridades y éstas le protegerán de su agresor. Mas la desventurada bestia es muda, incapaz de expresar su dolor, ni de llevar su caso a las autoridades […] Por consiguiente, es esencial que mostréis la mayor consideración para con los animales y que seáis con ellos más bondadosos aún que con vuestros semejantes.

Esperemos que todos podamos revisar nuestra forma de vida y reflexionar sobre cómo nuestro estilo de vida puede perjudicar incluso a los animales que nunca vemos, y luego tomar decisiones sobre cómo ser más amables y mostrar «la mayor consideración» hacia ellos.