La Fórmula de ’Abdu’l-Bahá para el Desarrollo Social y Espiritual

La Fórmula de Abdu’l-Bahá para el Desarrollo Social y Espiritual

En un ensayo previo de esta serie, revisamos las implicaciones de la fórmula de ‘Abdu’l-Bahá para lograr que el desarrollo social y económico funcione.

Él resumió esta fórmula en una charla que ofreció en Pittsburgh, Pennsylvania en mayo de 1912:

“…Bajo los presentes sistemas y condiciones de gobierno, los pobres están sujetos a la más grande necesidad y miseria, mientras que otros más afortunados viven en el lujo y la abundancia mucho más allá de sus necesidades reales. Esta desigualdad de participación y privilegio es uno de los profundos y vitales problemas de la sociedad humana. Es evidente que no existe necesidad de equiparación en la distribución mediante la cual todos puedan poseer las comodidades y privilegios de la vida. …

No importa cuán lejos llegue el mundo material, no puede establecer la felicidad de la humanidad. Solo cuando las civilizaciones material y espiritual sean unidas y coordinadas, podrá asegurarse la felicidad. …

Por tanto, las civilizaciones material y divina (o misericordiosa) deben progresar juntas hasta que las más elevadas aspiraciones y deseos de la humanidad se realicen” – ’Abdu’l-Bahá, Promulgación a la Paz Universal, p. 396-397.

Desde esta premisa Bahá’í central, podemos examinar cada proyecto de desarrollo social y económico que concibamos en base a la extensión de las virtudes espirituales que incorpore. Si un proyecto se centra únicamente en beneficios materiales y no realiza ningún esfuerzo por promover el bienestar espiritual de aquellos que involucra, entonces es muy probable que cause más daño que bienestar.

Todos sabemos que el desarrollo material busca incrementar la riqueza, mejorar la salud, producir más alimentos, proporcionar acceso al agua limpia, mejorar las comunicaciones e infraestructura, construir escuelas y hospitales, etc. Es sencillo medir el progreso de estas y examinar si se está alcanzando el resultado esperado. Si el objetivo era establecer diez escuelas, entonces sencillamente podríamos contar el número de escuelas que existían antes y ver si es que se han podido establecer diez escuelas nuevas.

Pero, aquellos involucrados en estos proyectos de desarrollo también podrían preguntar: ¿Cómo podemos evaluar la parte espiritual del proyecto propuesto? ¿Cómo podemos saber si los objetivos espirituales se están alcanzando? El desarrollo espiritual es, por definición, intangible, lo cual hace que sea más difícil de medir y evaluar.

Criterio para evaluar el contenido espiritual de proyectos y planes

Este criterio de evaluación sobre el componente espiritual en planes de acción social puede centrarse en analizar la medida en que estos proyectos incrementan el potencial humano individual. Las enseñanzas Bahá’ís sugieren que las preguntas que deberíamos plantearnos deben basarse en estos dos enfoques:

El Desarrollo del Individuo

Los Bahá’ís creen que la felicidad humana puede alcanzarse, no solo a través del desarrollo material, sino a través del desarrollo del potencial mental y espiritual de cada ser humano. Las actividades de desarrollo social y económico deben ir más allá de solo las necesidades materiales del individuo como el agua, la comida, la vivienda y la salud; también se debe prestar atención al desarrollo mental del individuo como la educación, el desarrollo de los recursos humanos, además del desarrollo espiritual del individuo, esto es adquirir y desarrollar atributos morales y espirituales como la justicia, la confiabilidad, la veracidad, el amor, etc.

El Desarrollo de la Sociedad:

Cada proyecto de desarrollo social y económico debe preguntarse:

• ¿Este proyecto genera justicia y equidad en la sociedad?
• ¿Este proyecto ayuda a avanzar la causa de la igualdad entre hombres y mujeres?
• ¿Este proyecto promueve la confiabilidad y los altos estándares morales, especialmente en aquellos que ejercen autoridad?
• ¿Este proyecto ayuda a realzar la unidad entre los diversos grupos de la sociedad al mismo tiempo que conserva su diversidad?
• ¿Este proyecto alienta a los individuos de la sociedad a investigar la verdad por ellos mismo e incrementar su independencia y autosuficiencia?

En el siguiente ensayo de esta serie, examinaremos este nuevo criterio espiritual sobre el desarrollo social y económico, uno por uno.