La actual crisis sanitaria mundial y sus consecuencias han suscitado nuevas advertencias sobre los problemas ambientales que se avecinan.
Una reciente conferencia en línea celebrada por la Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial de la Universidad de Maryland proporcionó a los participantes un foro para examinar esos desafíos en un momento de mayor conciencia sobre la unidad de la humanidad y su relación con la naturaleza.
«La actual crisis sanitaria mundial… pone de manifiesto cómo los individuos, las comunidades, las instituciones y los gobiernos deben unirse para abordar una preocupación común», dijo Hoda Mahmoudi, titular de la Cátedra Bahá’í para la Paz Mundial, en su discurso de apertura de la conferencia. «Esta crisis exige una acción unida y no partidista basada en pruebas científicas y consideraciones éticas. Exige coraje moral. Al igual que el cambio climático».
Richard Houghton, científico principal del Centro de Investigación Woods Hole en Massachusetts, habló sobre la disminución de las emisiones mundiales, reconociendo la naturaleza trágica de las circunstancias.
«La gente se está volviendo, por necesidad, más ingeniosa y más conservadora de sus recursos. Esto debería proporcionar lecciones sobre las cosas que funcionan. … Espero que podamos usar este período educativo como un tiempo para tomar el cambio climático más seriamente. Lo que estamos haciendo en respuesta al virus puede llevarnos a lo que se necesita hacer por el clima».
Planificada como una reunión virtual hace meses para evitar las emisiones producidas por los viajes aéreos, la conferencia pudo seguir adelante a pesar de la crisis sanitaria y reunió a investigadores de Australia, Camboya, Hawai y los Estados Unidos. Los participantes aportaron perspectivas de una serie de disciplinas académicas.
Kyle Whyte, profesor de filosofía y titular de la cátedra Timnick de la Universidad Estatal de Michigan, destacó que las políticas relativas a la introducción de nuevas tecnologías energéticas deben considerar cuidadosamente las cuestiones relativas a la justicia y la equidad, especialmente las relacionadas con los pueblos indígenas y los grupos vulnerables. Advirtió que «una transición energética que tantas personas creen que es algo inherentemente bueno» podría considerarse dentro de 50 años como la causante del desplazamiento de poblaciones enteras.
Tanto él como Melissa Nursey-Bray, Jefa Interina de Ciencias Sociales de la Universidad de Adelaida (Australia), expresaron que las comunidades locales deben participar en los procesos de toma de decisiones que les afecten. La Dra. Nursey-Bray dijo que, «al avanzar hacia el futuro y hacia una solución mundial, en realidad necesitamos examinar las respuestas a nivel local».
El Dr. Mahmoudi, reflexionando sobre la conferencia, describe cómo se están cuestionando las suposiciones sobre la economía, el consumismo, la salud y el bienestar, que tienen enormes implicaciones sociales y ambientales:
«El fundamento de las crisis ambientales, económicas y sociales a las que se enfrentan todos los pueblos hoy en día es realmente una crisis espiritual. Estos importantes problemas no pueden ser resueltos sin algún acuerdo entre los pueblos del mundo acerca de quiénes somos como seres humanos: ¿Cuál es nuestra responsabilidad moral entre nosotros y como custodios del planeta? ¿En torno a qué principios podemos unirnos? Así pues, cuando hablamos de la unidad de la humanidad, no se trata solo de compañerismo y amabilidad, sino de un llamado a construir un mundo diferente con un enfoque totalmente nuevo para resolver los problemas que, como ha demostrado este virus, están intrincadamente interconectados. Después de esta crisis, puede que tengamos la oportunidad de dar pasos en esta dirección». Todas las presentaciones hechas en la conferencia pueden verse en línea.
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