Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Las mujeres siguen enfrentando enormes prejuicios y discriminación alrededor del mundo – pero en muchos lugares, atrocidades aún peores les suceden a las mujeres diariamente. ¿Cómo podemos detenerlas?
Para los fines de este artículo, veamos con detenimiento tres de esas prácticas particularmente horribles que aún hoy en día están muy extendidas en todo el mundo: la quema de novias, la mutilación genital femenina y el tráfico sexual. Estas atrocidades no sólo deshumanizan a las mujeres, sino que destruyen su belleza, su sexualidad, su feminidad… y sus vidas.
Como bahá’í, creo que los hombres y las mujeres son iguales y se les deben conceder los mismos derechos humanos. Las enseñanzas bahá’ís dicen que hasta que la humanidad logre la igualdad de género no alcanzará su verdadero potencial:
El mundo de la humanidad tiene dos alas: el macho y la hembra. Mientras estas dos alas no sean equivalentes en fuerza, el ave no volará. Hasta que las mujeres no alcancen el mismo grado que el hombre, hasta que no disfruten del mismo campo de actividad, no se realizará un logro extraordinario para la humanidad; la humanidad no podrá volar hasta la altura de los reales logros. Cuando las dos alas… se vuelvan equivalentes en fuerza, disfrutando de las mismas prerrogativas, el vuelo del hombre será elevado y extraordinario. – Abdu’l-Bahá, La promulgación a la paz universal.
Por difícil que sea examinarlos, debemos tratar de entender por qué estos tres terribles crímenes contra las mujeres siguen ocurriendo, y encontrar maneras de ayudar a que el ala femenina de la humanidad se eleve.
1. Quema de novias o muerte por dote
Hay un famoso dicho en la India, «cuanto más la golpees, más te llevas». La quema de novias o la muerte por dote, una forma de violencia doméstica contra la mujer, se produce principalmente en el subcontinente indio y sus alrededores. Cuando la familia de la novia se niega o no puede pagar una dote adicional, se rocía a la mujer con queroseno o un líquido inflamable similar y se le prende fuego. Las mujeres rara vez sobreviven y las que lo hacen quedan permanentemente marcadas y desfiguradas.
Cada hora en la India, una mujer es víctima de un asesinato por incendio de la novia, lo que representa más de 8.000 muertes al año. Miles más son quemadas gravemente y luego son tratadas como parias sociales. A pesar de la legislación orientada a ponerle freno, la quema de novias va en aumento, con muertes por dote de hasta el 15%-20% en algunas partes de la India. La quema de novias representa un problema social de gran magnitud sobre la forma en que las mujeres son devaluadas y consideradas inferiores a los hombres, no solo en la cultura india sino en muchas naciones desarrolladas y en desarrollo.
2. Mutilación genital femenina (MGF)
La mutilación genital femenina, es decir, la extirpación o corte de los genitales femeninos externos o la lesión de los órganos genitales femeninos, se puede encontrar en todo el mundo. Sin embargo, se produce predominantemente en niñas de África, Asia y Oriente Medio. Después de la MGF, las mujeres experimentan efectos perjudiciales para la salud que incluyen infecciones, dolor, infertilidad, hemorragias y complicaciones durante el parto. Según las Naciones Unidas:
A pesar de que se reconoce internacionalmente como una violación de los derechos humanos, unos 200 millones de niñas y mujeres que viven hoy en día han sido sometidas a la MGF, y si las tasas actuales persisten, se estima que 68 millones más serán sometidas a la MGF entre 2015 y 2030.
La MGF encarna la violencia de género generalizada, la discriminación y la falta de derechos de la mujer en las comunidades de todo el mundo.
3. Tráfico sexual
El tráfico sexual, una forma moderna de esclavitud, tiene por objeto la explotación sexual de niños y mujeres principalmente. Las autoridades estiman que hay 4,5 millones de víctimas de tráfico sexual en todo el mundo. Debido a que suele ocurrir entre las poblaciones más vulnerables, es decir, las que están racial, económica o políticamente marginadas, la gran mayoría de los casos de trata de personas no se descubren, y solo el 0,04% de los casos se identifican a nivel internacional. En 2018, los Estados Unidos, México y Filipinas fueron clasificados como los peores lugares del mundo en cuanto a la trata de personas. Debido a los prejuicios y a la discriminación de género inherentes en la sociedad, el tráfico sexual hace que el cuerpo de las mujeres sea abusado y tratado como una mercancía.
Frente a todas estas terribles prácticas, la humanidad en su conjunto debe levantarse y decir basta.
La amenaza de los derechos humanos de uno amenaza los derechos de todos. Cada uno de nosotros debe abogar por una mayor sensibilización, educación y legislación, pero es igualmente importante que cada uno de nosotros vea y trate a todas las mujeres como seres humanos plenos, dejando de lado las viejas tradiciones, prejuicios y prácticas que siguen marginando a la mitad de la humanidad.
Los escritos bahá’ís explican que las mujeres requieren la misma educación y las mismas oportunidades que se ofrecen a los hombres. El siglo XXI ofrece la promesa de un nuevo día, en el que hombres y mujeres puedan servir juntos codo con codo sin que el dogma histórico y cultural del pasado les impida alcanzar sus más altas capacidades y logros. En un mundo que se enfrenta a la incertidumbre y a la agitación, nos necesitamos ahora más que nunca para fomentar una civilización basada en los principios espirituales de unidad, igualdad y justicia:
En resumen, el propósito es éste: que si la mujer fuese acabadamente educada y se le concediesen sus derechos, alcanzaría la capacidad de producir logros maravillosos y demostrar ser igual al hombre. Es la ayudante auxiliar del hombre, su complemento y compañera. Ambos son humanos, ambos están dotados con las potencialidades de la inteligencia y encarnan las virtudes de la humanidad. En todas las capacidades y funciones humanas ellos son socios e iguales. Actualmente, en las esferas de la actividad humana, debido a la falta de educación y oportunidad, la mujer no manifiesta sus prerrogativas innatas. Sin duda, la educación establecerá su igualdad con el hombre. -Ibid.
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