Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Últimamente, debido a que estoy ayudando a facilitar un grupo de inspiración bahá’í para adolescentes y preadolescentes, he tenido que pensar cuidadosamente sobre el impacto de la tecnología en los jóvenes de nuestra sociedad.
Como todos pueden ver fácilmente, las últimas tres décadas han sido testigos de avances e innovaciones dramáticos con respecto al desarrollo y la complejidad cada vez mayor de la tecnología. Esa mayor capacidad y accesibilidad ha ejercido una influencia masiva en la vida cotidiana de las personas de todos los segmentos de la sociedad, especialmente los jóvenes.
Con un impacto comparable a la introducción del rock and roll en la década de 1950, o los videojuegos en la década de 1970, muchos adultos hoy temen las posibles implicaciones negativas de la tecnología, particularmente el Internet, juegos y redes sociales, en las generaciones más jóvenes.
En el aumento de la creciente dependencia de la sociedad a la tecnología, los expertos consideran a los jóvenes, identificados como el período entre la infancia tardía y la edad adulta, como una de las poblaciones más vulnerables.
A medida que los jóvenes comienzan a navegar a través de los sistemas de la sociedad mientras desarrollan sus propias identidades, talentos, percepciones espirituales y poderes de expresión, muchos temen ser víctimas del comportamiento desenfrenado, habitual, materialista, narcisista y obsesivamente dañino que puede dominar a las aplicaciones tecnológicas, redes sociales y plataformas en línea.
Como facilitadora de un grupo prejuvenil de inspiración bahá’í, que da la bienvenida a jóvenes de entre 11 y 15 años de todos los orígenes y creencias, nunca me sentí vieja hasta que me vi obligada a quitarle un dispositivo a un prejoven en una de nuestras recientes reuniones. Lo tomé debido a que estaba distrayendo mucho a ese niño, así como a los demás participantes, de participar en la actividad grupal. Hoy, la mayoría de los padres enfrentan el mismo dilema. Irónicamente, los adultos, incluida yo misma, tampoco somos inmunes a la naturaleza adictiva de la tecnología. Definitivamente he sido víctima de mirar sin descanso mi fuente de noticias, mi enfoque inmediatamente reactivo a las notificaciones, la gratificación instantánea que la tecnología puede aparentemente proporcionar, y las comodidades de tener acceso inmediato a productos e información.
Pero seamos sinceros, a menos que corramos a las montañas, vivamos fuera de la red y nos desconectemos de la sociedad para siempre, el avance de la tecnología no se debilitará ni desaparecerá.
Las enseñanzas bahá’ís tienen algunas cosas importantes que decir sobre este fenómeno. Como escribió la Casa Universal de Justicia, el avance de la tecnología representa una característica natural y fundamental del progreso humano, y si bien deberíamos usarla de una manera que fomente el progreso humano, cada vez es más evidente que también presenta un «desafío inmenso»:
… el avance tecnológico es parte integral del surgimiento de una civilización global. De hecho, el Internet es una manifestación de un desarrollo anticipado por el Guardián [de la Fe Baha’i, Shoghi Effendi] cuando, al describir las características de una humanidad unificada, previó que se ideará un «mecanismo de intercomunicación mundial, que abarcará todo el planeta, liberado de los obstáculos y restricciones nacionales, y que funcione con una rapidez maravillosa y una regularidad perfecta». Sin embargo, aprender a utilizar el Internet de una manera que conduzca al progreso material y espiritual es un desafío inmenso … – De una carta fechada el 9 de octubre de 2015 escrita en nombre de la Casa Universal de Justicia a una Asamblea Espiritual Nacional.
Entonces, en lugar de temer a la tecnología o prohibir el acceso a ella, los bahá’ís reconocen que necesitamos aprender a trabajar con ella como una herramienta, de manera que avance de manera constructiva nuestro progreso material y espiritual.
El profeta y fundador de la Fe Bahá’í, Bahá’u’lláh, destacó la capacidad de las artes, la artesanía y las ciencias para elevar el mundo del ser, siempre y cuando la intención detrás de su uso y desarrollo permanezca pura y coloque al bienestar de la humanidad en el centro:
Las artes, los oficios y las ciencias elevan al mundo del ser y conducen a su exaltación. El conocimiento es como alas para la vida del hombre y una escalera para su ascenso. Su adquisición incumbe a todos. Sin embargo, debe adquirirse el conocimiento de aquellas ciencias que beneficien a los pueblos de la tierra y no de aquellas que comienzan con palabras y terminan con palabras. – Bahá’u’lláh, La Epístola al Hijo del Lobo, pág. 27.
¿Y qué si tomamos un nuevo enfoque? ¿Qué pasaría si primero aprendiéramos cómo acompañar a todas las personas, comunidades e instituciones para contribuir a los espacios tecnológicos de una manera que conduzca al progreso espiritual y material de la sociedad? ¿Qué pasaría si los adultos se convirtieran en ejemplos para los jóvenes, aprendiendo y brindando estrategias que utilizan, adaptan y regulan nuestro propio uso de la tecnología para promover los mejores intereses de la sociedad? ¿Qué pasaría si todos aprendiéramos a navegar y neutralizar de manera efectiva el impacto potencialmente dañino de la tecnología y tomar decisiones espirituales y positivas para contribuir de manera efectiva a la unidad y la construcción de un mundo nuevo?
Para comprender cómo utilizar plena y efectivamente los medios y la tecnología, independientemente de cómo los usemos o contribuyamos a ellos, nos ayuda comprender primero la capacidad de estos para elevar a la humanidad. Sobre el potencial de las noticias y la tecnología para reflejar la verdad, fomentar la diversidad y promover la justicia y la equidad, Bahá’u’lláh escribió:
En este Día los secretos de la tierra están desnudos a los ojos de los hombres. Las páginas de los periódicos de rápida aparición son, en verdad, el espejo del mundo. Ellos reflejan los hechos y quehaceres de los diversos pueblos y razas. Al mismo tiempo los reflejan y los dan a conocer. Son un espejo dotado de oído, vista y habla. Éste es un fenómeno asombroso y poderoso. Sin embargo, es responsabilidad de sus escritores purificarse de los impulsos de los deseos y pasiones malignas y ataviarse con la vestidura de la justicia y la equidad. Deben informarse todo lo posible sobre las situaciones y averiguar los hechos, y luego transcribirlos. – Bahá’u’lláh, Las tablas de Bahá’u’lláh, pág. 25.
En esta serie de ensayos, exploraremos la orientación y las estrategias que nos pueden hacer reflexionar sobre la integración saludable de la tecnología en nuestra vida cotidiana. Exploraremos cómo usar constructivamente cosas como el Internet, juegos y redes sociales para contribuir de manera efectiva a la construcción de un mundo nuevo. Por favor, síganos mientras encontramos nuevas formas de utilizar la tecnología para los propósitos superiores de la humanidad.
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