Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
El 1 de enero, gran parte del mundo celebrará un nuevo año y tomará las decisiones de un nuevo año con el fin de mejorar sus vidas.
¿Alguna vez te has propuesto una meta de año nuevo? Muchos de nosotros lo hacemos, pero resulta que pocos realmente las alcanzamos: un estudio realizado en 2007 sobre 3000 personas que se propusieron metas anuales, realizado en la Universidad de Bristol en Inglaterra, encontró que el 88% de las metas para Año Nuevo fracasan.
¿Por qué? Bueno, los investigadores concluyeron que nuestros objetivos no son lo suficientemente detallados; en otras palabras, la mayoría de las personas tiende a establecer objetivos grandes y difíciles de alcanzar en lugar de emplear una secuencia de pasos que utilizan objetivos pequeños y medibles para alcanzar ese objetivo más grande.
Digamos, por ejemplo, que le gustaría perder peso, una de las metas más comunes de Año Nuevo. En lugar de decidirse a perder veinte libras en el nuevo año, luego desanimarse y renunciar cuando ese objetivo parece demasiado remoto y difícil de lograr, los investigadores del estudio encontraron que establecer objetivos diarios o semanales más pequeños y específicos tiende a producir resultados mucho mejores. Resolver perder una libra cada semana, por ejemplo, funciona mucho mejor que tratar de lograr ese objetivo mayor de 20 libras. Si los sujetos de la investigación hubieran utilizado esta manera de establecer objetivos de forma más alcanzable, paso a paso, según determinó el estudio, su tasa de éxito hubiera aumentado un 22%.
Aprendí esa lección cuando la gran organización de salud en la que trabajé decidió ayudar a sus miembros y pacientes a estar más saludables caminando 30 minutos todos los días. La investigación médica ha demostrado que caminar diariamente durante media hora previene el aumento de peso, fortalece los músculos, beneficia al corazón y prolonga la vida útil hasta siete años adicionales. Tampoco cuesta nada. Nosotros queríamos que todos supieran de esto, así que volvimos a reunir al elenco del programa de televisión The West Wing y ayudamos a hacer un breve video sobre caminar.
Esa experiencia me enseñó algo importante: que la «cotidianidad» de mis propios objetivos los hizo alcanzables y exitosos. Entonces, ¿qué tal si fijamos para este año nuevo dedicar a nuestro cuerpo y corazón 30 minutos al día de caminata?
¿Por qué tener una meta espiritual para este año nuevo?
Si puede lograr lo anterior, entonces también puede pensar en su vida interior y dedicar algún tiempo cada día para el desarrollo espiritual de su mente, su carácter y su alma. Las enseñanzas bahá’ís sugieren hacer eso fijando como meta orar, reflexionar y meditar cada día:
Si tenéis confianza en la Palabra de Dios y sois fuertes; si seguís los preceptos de Bahá’u’lláh de atender al enfermo, levantar al caído, cuidar del pobre y del necesitado, dar cobijo al indigente, proteger al oprimido, consolar a los atribulados y amar al género humano con todo vuestro corazón, entonces puedo deciros que antes de que pase mucho tiempo, este lugar de reunión recogerá una maravillosa cosecha. Día a día cada miembro progresará y se volverá más y más espiritual. Pero debéis tener una base firme, y vuestros propósitos y aspiraciones deben ser comprendidos claramente por cada uno. Deben… ser humildes en vuestra actitud hacia Dios, ser constantes en la oración a Él, para crecer diariamente en el acercamiento a Dios. – Abdu’l-Bahá, La Sabiduría de Abdu’l-Bahá, pág. 96.
El estímulo para desarrollar y mantener este tipo de práctica espiritual diaria ocupa un lugar importante en las enseñanzas bahá’ís. Bahá’u’lláh reveló tres oraciones obligatorias diarias, y ordenó que cada bahá’í recitara una de estas cada día. La más corta, que los bahá’ís recitan al mediodía, es la siguiente:
Soy testigo, oh Dios mío, de que Tú me has creado para conocerte y adorarte. Soy testigo en este momento de mi impotencia y tu poder, de mi pobreza y de tu riqueza. No hay otro Dios más que Tú, el que ayuda en el peligro, el que subsiste por sí mismo.- Bahá’u’lláh, Oraciones Bahá’ís.
Bahá’u’lláh también le pidió a cada bahá’í que reflexionara, al final de cada día, sobre sus acciones diarias:
Pídete cuentas a ti mismo cada día antes de que seas llamado a rendirlas, pues la muerte te llegará sin aviso y habrás de responder por tus hechos. -Bahá’u’lláh, Las Palabras Ocultas, pág. 6.
Desarrollar una práctica diaria de oración, reflexión y meditación, al igual que caminar genera energía y resistencia, construye fuerza moral y espiritual. Si está fijándose metas de Año Nuevo, ¿por qué no decide dedicar un tiempo todos los días a la meditación y oración? No tiene que ser largo o complicado, pero tiene que ser consistente.
Una vez que haya establecido esa práctica espiritual, inevitablemente comenzará a comprenderse mejor a sí mismo, se acercará más a su Creador y fortalecerá su alma.
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