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El silencio: la parte más importante de la comunicación

Makeena Rivers | Ago 4, 2024

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Makeena Rivers | Ago 4, 2024

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Todos podemos estar de acuerdo en que la buena comunicación es esencial para llevar una vida feliz, pero a menudo nos cuesta escucharnos unos a otros.

Los escritos bahá’ís proporcionan una profunda comprensión de cómo podemos usar el lenguaje para mejorar nuestras relaciones. Destacan la importancia de las conversaciones significativas y veraces donde se respeta la opinión de todos. Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la Fe bahá’í, escribió que consultar con los demás de esta manera «es y siempre será una causa de conciencia y de despertar y una fuente de bien y bienestar», [traducción provisional].

Incluso cuando intentamos tener una conversación productiva, a menudo no nos escuchamos. Mientras la persona que está frente a nosotros habla, nos preparamos mentalmente para lo que podríamos decir a continuación o procesamos cómo podría haber sido recibido lo que dijimos, pero olvidamos escuchar realmente lo que la persona comparte con nosotros. Cuando ocupamos demasiado espacio en una conversación, perdemos la oportunidad de profundizar nuestro intelecto y entender mejor las cosas.

Escuchar, de acuerdo con los escritos bahá’ís, es en realidad un signo de intelecto elevado. En una charla en París en 1911, Abdu’l-Bahá, el hijo de Bahá’u’lláh y su sucesor designado dijo:

el signo del intelecto es la contemplación, y el signo de la contemplación es el silencio, puesto que es imposible para una persona hacer dos cosas al mismo tiempo: no puede hablar y meditar a la vez.

En esta misma línea de pensamiento, los escritos sugieren que debemos considerar genuina y cuidadosamente la utilidad de nuestros pensamientos antes de expresarlos. Cuando nos separamos de nuestras ideas, nutrimos más eficazmente la unidad y la verdad en nuestra comunicación con los demás.

Como lo explicó Abdu’l-Bahá:

El hombre debería pesar sus opiniones con extrema serenidad, calma y compostura. Antes de expresar sus propias opiniones debería considerar cuidadosamente las opiniones ya presentadas por otros. Si encuentra que una opinión presentada anteriormente es más veraz y meritoria, debería aceptarla inmediatamente y no aferrarse obcecadamente a su propia opinión. Mediante este excelente método, él se esfuerza para llegar a la unidad y la verdad.

Otro desafío es hablar con los demás de una manera que los demás puedan entender y aceptar. Si el objetivo de una conversación es explorar una idea, todos los miembros de la conversación tienen un papel que desempeñar en la creación de un tono táctico y abierto. Esto incluye evitar las actitudes competitivas que se fomentan comúnmente en la sociedad, como la defensa de la propia postura a toda costa o el descarte de las ideas de los demás debido a su origen o condición social.

Para mí, lo que suelo hacer es intentar contener mi lengua cuando me encuentro en una conversación sobre un tema que me apasiona. Intento escuchar un poco más, buscando semillas de verdad o significados más profundos antes de sacar conclusiones y responder vocalmente. Me recuerdo a mí misma que siempre hay más que aprender, y siempre existe la posibilidad de aumentar la comprensión. Abdu’l-Bahá explicó:

… de ningún modo es permisible que alguno reste importancia al pensamiento de otro, es más, debe exponer la verdad con moderación.

Tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo que vamos a decir también nos da tiempo para comprobar nuestro tono e intención. Y asegurarnos de que nuestras palabras vienen de un lugar de humildad y sabiduría permite una conversación más fácil.

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