Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Mi amiga Sewit y yo nos conocimos hace algunos años en un seminario para bahá’ís estudiantes de instituciones educativas postsecundarias.
El Instituto de Estudios en Prosperidad Global (ISGP, por sus siglas en inglés) brinda a aquellos en programas universitarios o de capacitación comercial la oportunidad de explorar creencias, actitudes y objetivos subyacentes que afectan la forma en que funcionamos tanto a nivel individual como también en las formas en que contribuimos. a nuestra sociedad más amplia.
Naturalmente, surgen temas relacionados con la desigualdad, la raza y la justicia. Teniendo un enfoque específico con respecto a la desigualdad y la sociología, Sewit puede contribuir de forma eficaz y cuidadosa en esta área de nuestras conversaciones. A continuación, expande su percepción sobre cómo la Fe Bahá’í ha configurado su participación en su programa universitario y la comunidad negra de su escuela:
Q: ¿Qué estás estudiando? ¿Nos puedes contar un poco sobre la cultura de tu escuela o el programa en el que estás?
R: Estudié sociología con especialización en Desigualdad y Cambio Social y asignatura secundaria en Análisis y Resolución de Conflictos y Estudios Jurídicos. La universidad a la que asistí tiene un cuerpo estudiantil diverso, pero como muchas instituciones, las personas negras y marrones crearon espacios de solidaridad, comunidad, risa y alegría.
P: ¿Ser bahá’i te ha dado alguna perspectiva especial en tu programa / especialidad? ¿Si es así, cómo?
R: Definitivamente, especialmente en conversaciones sobre justicia social y la construcción de nuevos sistemas sociales. Las conversaciones sobre la creación de un nuevo mundo no me eran extrañas debido a los escritos bahá’ís. Tener un diálogo desapegado pero apasionado no me era extraño, y lo más importante es que tener una postura humilde de aprendizaje, como sugieren las enseñanzas bahá’ís, se convirtió en algo tan esencial en mi comprensión e implementación de las teorías que aprendí.
P: ¿Fusionas la educación que recibes con el enfoque bahá’í de construcción de comunidad? ¿Si es así, cómo?
R: Me doy cuenta de lo hermosa que fue mi experiencia educativa cuando conversaba con mis amigos. Mi especialidad y asignatura secundaria apuntaban no solo tener conversaciones sobre teorías, sino que también estaban orientadas a la acción. Continuamente tuvimos conversaciones sobre las iniciativas de las bases, el mantenimiento de la vida de la comunidad y sobre cómo crear una comunidad en diferentes localidades mientras preservamos la cultura de esa comunidad .A menudo compartía en el aula las cosas que aprendí de las enseñanzas bahá’ís y estas eran recibidas con tanta alegría debido a que mis compañeros tenían visiones similares sobre una construcción efectiva de la comunidad.
P: ¿Qué aportes haces a la tu comunidad escola? ¿Sientes que tu identidad bahá’í contribuye a los aportes que haces a la comunidad en la que te encuentras? Si es así, ¿de qué manera?
R: Recordando en mi experiencia universitaria, creo que lo más importante que hice fue ser yo misma. Ser bahá’í significa que la experiencia universitaria no es lo que se refleja en los medios estadounidenses. Permanecer firme en mi fe y mis creencias permitió a mi comunidad respetar y comprender la diversidad de pensamientos y creencias que podemos tener en común. Además, permitió que los principios básicos de la Fe Bahá’í se exploraran en talleres de desarrollo de líderes estudiantiles negros, en conversaciones con empleados universitarios sobre la importancia de la representación y la diversidad, y en conversaciones íntimas con algunos de mis amigos más cercanos.
P: ¿Tiene alguna cita o enseñanza favorita?
R: El proceso de consulta, acción y reflexión de los bahá’ís es una de las más bellas e importantes enseñanzas y prácticas de la Fe.
¿Qué es lo más impactante para ti de esta?
R: Ha afectado mis interacciones y perspectivas sobre la comunidad y la construcción de relaciones. Este marco me ha permitido estar tan desprendida como pueda al presentar pensamientos e ideas a amigos, miembros del equipo y compañeros colaboradores. Tener este proceso como base ha sido esencial para que mi contribución a los esfuerzos de construcción de la comunidad en el campus y en la comunidad sea efectiva.
P: ¿Cómo afecta la forma en que opera como joven y como estudiante?
R: Me ha hecho amar el crecimiento colectivo y lo considero más que mis propias necesidades e intereses. Al ser una persona joven que siente pasión por la liberación y la redistribución de recursos para las comunidades marginadas, ha sido importante para mi bienestar tener este marco al abordar proyectos e ideas.
P: ¿Podría describir una historia o describir algún esfuerzo de construcción de comunidad que haya visto o haya formado parte de su comunidad? ¿Alguno se destaca como particularmente inspirador?
R: El año pasado, durante el Mes de la Historia Negra, quisimos recordar a las personas que el ser negro no solo debe celebrarse y recordarse una vez al año, sino que debe estar presente durante todo el año. Creamos un mural en el campus que decía «Las vidas negras importan 365». La esencia de la comunidad estuvo siempre presente ya que había música, baile y expresión sin restricciones mientras nos reíamos y pintábamos el mural. Aunque pequeño, este fue un acto que unió a la comunidad, reafirmando viejos vínculos y creando nuevos vínculos de amistad.
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