Recientemente, la construcción de una Casa de Adoración Bahá’í Local en Agua Azul, una villa al norte del Cauca, Colombia, logró un hito importante.
Oficialmente, esta construcción comenzó en enero, después de que se formalizara el contrato con una empresa local en la región. Siguiendo a la innovadora ceremonia de inauguración en mayo de 2016, el montículo de 3 metros de altura sobre el cual será erigido el templo de 18 metros se ha completado, y el trabajo de base para las estructuras auxiliares circundantes, ya está hecho. Con el tiempo, estas estructuras se pintarán con los brillantes colores tradicionales de los edificios en Colombia.
Paralelo al progreso de la construcción de la Casa de Adoración, se vienen reforzando actividades, desde hace un tiempo ya, que contribuyen al progreso espiritual y material de las comunidades del Norte del Cauca y sus alrededores. Inspirados por el templo, estas actividades que construyen comunidades se han multiplicado, y un espíritu de oración, devoción y participación permea con creciente intensidad el área:
Aunque en su apariencia exterior [la Casa de Adoración Bahá’í] es una estructura material, sin embargo, tiene un efecto espiritual. Crea vínculos de unidad de corazón a corazón; es un centro colectivo para las almas de los hombres… ¡Dios bondadoso! El edificio de la Casa de Adoración tiene una poderosa influencia en cada fase de la vida. – ‘Abdu’l-Bahá, Selección de los Escritos de ‘Abdu’l-Bahá, página 133.
Este mismo espíritu se ha puesto de manifiesto en proyectos prácticos. Desde que fue adquirido el terreno para la Casa de Adoración en diciembre de 2013, la comunidad ha emprendido un proyecto de reforestación en las 11 hectáreas adyacentes al sitio del templo. La iniciativa ambiental ha ayudado a reintroducir vegetación nativa en el área, que se ha visto diezmada por años de monocultivos de caña de azúcar. El equipo comprometido con el proyecto ya ha reinsertado exitosamente 43 especies en la región designada como bosque nativo.
…las almas activas y las personas vigilantes no descansan ni de día ni de noche; se esfuerzan por estar estrechamente vinculadas al Reino Divino y mediante ello llegar a ser las manifestaciones de infinita munificencia y los jardineros ideales para estos bosques. Así será completamente transformado el mundo de la humanidad y se pondrán de manifiesto las dádivas misericordiosas. –Ibid, p. 371.
“Trabajar en equipo por recuperar muchas de las especies de plantas que son parte de esta tierra, ha sido una de las cosas más inspiradoras de este proyecto”, expresó Jason, de 12 años, el integrante más joven del equipo de reforestación.
En marzo, el equipo planifica un proyecto comunitario especial para invitar a vecinos de las comunidades aledañas a colaborar con especies de plantas de sus casas o granjas, como una contribución al Bosque Nativo.
La relación entre el ecosistema de la región y la comunidad también se manifiesta en el diseño de la Casa de Adoración, inspirado en la forma de la vaina del cacao – una planta que crece abundantemente en Colombia y que es parte de la identidad del paisaje, la vida y la economía de sus habitantes.
“El templo ya se está convirtiendo en una fuente de inspiración, una fuente de desarrollo”, cuenta Julián Gutiérrez Chacón, el arquitecto de la Casa de Adoración, reflexionando sobre el futuro de la comunidad. “La gente está desorientada y estresada, y para ellos el templo será como un norte, un compás que reorientará sus vidas”.
El diseño del templo en el Norte del Cauca fue anunciado en 2014. Es una de las primeras Casas de Adoración Bahá’í locales a construirse, entre otras cuatro anunciadas por la Casa Universal de Justicia en 2012.
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