Inspired
by the
Baha’i Faith
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá‘í. El sitio web oficial de la Fe Bahá‘í es Bahai.org. El sitio web oficial de los bahá’ís de los Estados Unidos es Bahai.us.
ENTENDIDO
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
¿Quiero ser bahá'í?
Vida

Cómo visitar el pasado y perdonar

Mahin Pouryaghma

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

¿Interesado en otros temas?

Tenemos algo para todos
Mahin Pouryaghma | Feb 12, 2025

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

Mientras sigo escribiendo sobre mi experiencia aquí en la residencia de ancianos, y mientras sigo avanzando diariamente hacia mi paso al otro mundo, y mientras sigo poniendo mis asuntos en manos de Dios, he aprendido muchísimo.

He aprendido, en primer lugar, que el Creador me proporciona todo tipo de apoyo: de ahí obtengo los medios para realizar cosas, lo que hace que mi vida sea menos aburrida y me mantiene ocupada y feliz.

No tenía ni idea de que haría las cosas que estoy haciendo, como escribir estos artículos, cuando se acerca la muerte. Te doy las gracias, Señor, por ser tan maravilloso y cariñoso, y prometo hacer todo lo que esté en mi mano para dejar de quejarme de mi deseo de volver a mi hogar.

RELACIONADO: Cómo perdonar a los demás –y a mí misma– mientras muero

Por «hogar» no me refiero al lugar donde solía vivir en el pasado, sino a mi hogar permanente, ese lugar espiritual al que todos estamos destinados a ir tarde o temprano.

Esta noche me he despertado, o bueno, me he sentido un poco despierta. Me desperté de la manera en que uno no está totalmente despierto ni totalmente dormido, lo que permitió que fluyeran libremente mis pensamientos. ¿Has tenido alguna vez esa experiencia? A veces, esos pensamientos son felices, y a veces perturbadores.

Para mí, esta vez, eran pensamientos pacíficos y felices. Por supuesto, todos sufrimos en esta vida, pero ¿no debería ser el trabajo de nuestra vida transmutar el sufrimiento en felicidad al final? Ese estado mental alegre, preparado para nuestro nacimiento espiritual en el otro mundo y sintiendo una sensación de felicidad divina, es donde todos queremos estar cuando se acerque el final de esta vida física, como sugieren las enseñanzas bahá’ís:

La mente y el espíritu del ser humano avanzan cuando es probado por el sufrimiento. Cuanto más se are la tierra mejor crecerá la semilla y tanto mejor será la cosecha. Así como el arado surca la tierra profundamente, limpiándola de cardos y malezas, del mismo modo el sufrimiento y la tribulación liberan al ser humano de las mezquindades de esta vida mundana, hasta que alcanza un estado de completo desprendimiento. Su actitud en este mundo será de divina felicidad. El ser humano es, por así decirlo, inmaduro; el calor del fuego del sufrimiento lo madurará…

A través del sufrimiento alcanzará una felicidad eterna que nada podrá arrebatársela.

Esos pensamientos felices me hicieron darme cuenta de que, desde hace algún tiempo, no he experimentado mis pesadillas recurrentes de estar en el país donde nací y tratar de regresar a los EE.UU., pero sabiendo que estoy atrapada en ese país, y al ser bahá’í, ¡que mi vida está en peligro y estoy petrificada!

Además, no he tenido otro mal sueño recurrente en el que se supone que estoy en algún sitio para una cita, pero estoy perdida. Cuanto más intento encontrar el camino, más largo se me hace. Después de mucho tiempo, mucho esfuerzo y lucha, me encuentro fuera del edificio, pero al menos a una milla de donde se suponía que tenía que estar.

Sí, lo sé: son sueños de ansiedad. Las tensiones cotidianas se acumulan y la mente y el alma intentan resolverlas en nuestra vida onírica. Tal vez mis sueños de ansiedad han disminuido porque he aceptado mi destino y espero la reunión con mi Creador, como Bahá’u’lláh escribió en Las palabras ocultas:

¡Oh hijo del Espíritu! El espíritu de santidad lleva hasta ti las gozosas nuevas de la reunión; ¿por qué te afliges? El espíritu del poder te confirma en su causa; ¿por qué te ocultas? La luz de su semblante te guía; ¿cómo puedes extraviarte?

Me he dado cuenta de que ahora, la mayoría de las veces, cuando me despierto, estoy de buen humor, me siento contenta y en paz. Puede que te parezca extraño para alguien con cáncer terminal, pero estoy muy contenta de estar aquí en este momento de mi largo viaje.

RELACIONADO: ¿Me perdonaré alguna vez por las cosas que he hecho?

Así que decidí hacer un viaje por el carril de la memoria hacia el pasado y revisitar aquellos acontecimientos de mi vida que fueron específicamente dolorosos cuando realmente sufrí. Sorprendentemente, me di cuenta de que ninguno de esos recuerdos era doloroso para mí ahora, y también me di cuenta de que cada uno de ellos en última instancia me guió a un peldaño hacia algo beneficioso. Agradecida por mi sufrimiento, veo que siempre me llevó finalmente a una recompensa espiritual dentro de mí.

Me gusta donde estoy ahora. Llevo una vida sin cargas. Me alegro de seguir con vida, pero también espero con alegría mi segunda vida. Poco a poco voy soltando, uno a uno, los pesos de los residuos emocionales. Ando más erguida, emocionalmente, e incluso me siento más alta físicamente, lo cual es extraño porque, debido al dolor de espalda, estoy un poco encorvada.

Estoy realmente en un buen lugar. Además, estoy más contenta con la voluntad de Dios por mantenerme todavía aquí en este plano de existencia, y ya no lo resiento como antes. También tengo una actitud nueva, positiva y cariñosa hacia las personas con las que trato. Parece que, como el resentimiento por mi pasado se va disolviendo poco a poco, sin forzarme a deshacerme de él, estoy encontrando una dirección en mi vida, por corta o larga que sea.

También podría interesarte

Promoviendo la verdad en tiempos de COVID-19
Vida

Promoviendo la verdad en tiempos de COVID-19

Elegidos por Dios: viendo a los demás con respeto
Vida

Elegidos por Dios: viendo a los demás con respeto

En caso de otra crisis mundial, ¿cómo preparamos a nuestros hijos?
Vida

En caso de otra crisis mundial, ¿cómo preparamos a nuestros hijos?


Comentarios

characters remaining
x
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Ponte en contacto con los Bahá'ís de tu localidad
preload imagepreload image