Comunicarnos con nuestros antepasados: un secreto espiritual bien guardado

¿Y si pudieras conectar de algún modo con la sabiduría de tus antepasados indígenas?

Si quieres comprender y experimentar una creciente conexión de íntima relación con los que ya no están, es vital que desarrolles tu propia práctica y reflexión de los principios espirituales. Sin poner en práctica tu comprensión emergente de los principios espirituales, es imposible apreciar o beneficiarse de las tecnologías espirituales indígenas.

Las creencias y culturas de tus antepasados serán importantes para reflexionar a medida que desarrollas tu práctica.

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En mi propia práctica, me guío por mi experiencia como miembro de la Fe bahá’í. A veces en estas historias mencionaré mis prácticas religiosas específicas como bahá’í, sin embargo, no pretendo sugerir que estas historias sucedieron porque soy bahá’í o que mi comprensión es de alguna manera absoluta. Más bien esto es como si un científico reconociera que sus experimentos proceden del paradigma de un físico cuántico y no de un químico molecular. Al igual que las ramas de la ciencia, cada Fe proporciona un marco de significado y práctica potencial. Los científicos rara vez ponen en duda que exista una sola realidad, solo porque cada científico investiga una capa diferente de lo observable, como señalan los escritos bahá’ís:

Las ciencias de este mundo son puentes hacia la realidad; entonces, si ellas no conducen a la realidad, no queda nada sino ilusión estéril. ¡Por el único Dios verdadero! Si el saber no es un medio de acceso a Él, que es el Más Manifiesto, entonces no es sino evidente pérdida. Te incumbe adquirir las diversas ramas del conocimiento y dirigir el rostro hacia la hermosura de la Belleza Manifiesta, para que seas un signo de guía salvadora entre los pueblos del mundo y un centro focal de entendimiento en esta esfera de la cual están excluidos los sabios y su sabiduría, a excepción de aquellos que entran en el Reino de las Luces y llegan a estar informados del velado y oculto misterio, del secreto bien guardado.

Permítanme compartir una historia que simplifica algunos de mis conocimientos actuales sobre cómo aquellos que están en el otro mundo colaboran con nosotros. Cuando mi hijo Enoch tenía unos catorce años, paseábamos juntos alrededor de la Ópera de Sydney, en Australia. Mientras rodeábamos la parte trasera de la Ópera y contemplábamos el hermoso puerto, mi hijo se volvió hacia mí y me preguntó: «Papá, ¿creemos en la reencarnación?».

Hice una pausa antes de contestar y me sorprendí a mí mismo al decirle: «Sabes cuánto te quiero, ¿verdad?».

«Sí», dijo Enoch.

«Pues cuando muera no dejaré de quererte. Y cuando muera mi visión espiritual aumentará y una de las cosas que podré ver es una mejor comprensión de tu verdadero ser. Veré tus dones y cualidades espirituales. También tendré la capacidad de ver dónde tus dones coinciden con las necesidades del mundo. Tú y yo podemos estar mejor conectados si estas orando por mí y haciendo actos de servicio en este mundo por mí. Si lo haces, tendré más posibilidades de influir en ti con mi guía, en tus sueños o pensamientos creativos.

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«Tu corazón es el órgano perceptivo a través del cual ves el camino hacia tu meta. Así que digamos que en el otro mundo puedo ver que uno de tus dones coincide con el de una chica del otro lado del mundo, la miraré y pensaré: «Amo a Enoch y me gustaría juntar a esos dos». Ahora, no puedo influir directamente en ella ya que no tengo ninguna conexión con ella. Sin embargo, puedo mirar y ver a sus abuelos en el otro mundo, así que podría acercarme a ellos y decirles: «Oye, ¿ves a mi hijo y ves a tu nieta? ¿Ves lo que yo veo?».

«Entonces ellos podrían influir en su nieta para que se mueva en tu dirección, y yo te influiré a ti para que te muevas en la suya. Entonces, un día se encontrarán y dirán: ’¡Parece como si nos hubiéramos visto antes, como si te hubiera conocido en una vida anterior!’ y puede que experimenten coincidencias y una sensación de conexión magnética.

«Así que en ese sentido es cierto, sí que se conocieron en una vida anterior, por así decirlo, porque las generaciones anteriores de ambas partes trabajaron para unirles y sentirán esa conexión intergeneracional. Cuando eso ocurra, será importante que habléis entre vosotros y exploréis vuestro sentido del propósito y los valores compartidos. Puede que haya una necesidad en el mundo que pueda satisfacerse trabajando juntos. En esos momentos, es importante no confundir ese sentimiento magnético con el amor romántico… porque tal vez estén destinados a servir juntos al mundo. También puede haber romance, pero no se pierdan solo en eso y se desvíen del servicio juntos».

Terminé y entonces Enoch puso cara de asombro y dijo: «¡Estoy deseando que ocurra!». Le respondí: «Bueno, aún no estoy muerto, ¡no te precipites!».