¿Cuál es el principal objetivo de los bahá’ís del mundo?

«¿Cuál es el objetivo principal de los bahá’ís del mundo?», me preguntó un hombre sentado a mi lado en un avión. Curioso por las enseñanzas bahá’ís, había hecho preguntas durante todo el vuelo. Ahora, nuestro avión había aterrizado.

Solo tuve un minuto para responderle antes de que los pasajeros del avión tuvieran que salir por el puente del avión a la terminal y tomaran sus propios caminos. Parecía atento, amable y realmente interesado, no alguien que simplemente participa de una conversación de forma aburrida mientras viaja por los aires. Por la forma sincera en que me hizo la pregunta, me di cuenta de que realmente quería saber más.

Creo que dije algo sobre la paz y la seguridad mundiales, la unidad de los pueblos del mundo y una nueva luz espiritual que surge de las enseñanzas de Bahá’u’lláh.

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Más tarde, me sentí decepcionado conmigo mismo. Debería haberle dado una respuesta mejor, más concisa y coherente. Sí, la revelación bahá’í, tan vasta y abarcadora, se resiste a un simple resumen, pero como bahá’í que ha conocido, estudiado, escrito y amado mi Fe durante más de medio siglo, ¿no debería ser capaz de responder a una pregunta general como la suya de una mejor manera?

Cuando llegué a casa, busqué una respuesta a su pregunta en los escritos bahá’ís. Estaba seguro de que en algún lugar encontraría una respuesta hermosamente expresada o escrita por las figuras centrales de la Fe bahá’í: el Báb, su heraldo y predecesor; Bahá’u’lláh, su profeta y fundador; y Abdu’l-Bahá, su ejemplo perfecto.

Después de todo, sabía que esas tres figuras, dos de ellas profetas y mensajeros divinos, y la tercera un hombre único en los anales de toda la historia religiosa, el hijo de un profeta y el primer creyente de su Fe, juntos produjeron una efusión enorme y sin precedentes de sabiduría, verdad y poder espiritual:

• La revelación de seis años del Báb comenzó en 1844 y terminó cuando fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento del gobierno en 1850.
• La nueva religión de Bahá’u’lláh comenzó en 1863 y terminó cuando falleció en 1892, lo que constituye 29 años de revelación continua.
• Abdu’l-Bahá, nombrado líder de la Fe bahá’í por su padre Bahá’u’lláh, ocupó esa posición durante otros 29 años, desde 1892 hasta su fallecimiento en 1921.

Si los sumamos, estos periodos de poder revelador suponen un mandato verdaderamente asombroso: un total de 64 años revelando las enseñanzas de la religión más reciente del mundo.

Solo los escritos de Bahá’u’lláh suman más de cien volúmenes, por lo que se necesitaría mucho más que una vida para leer y absorber todo lo que dijeron y escribieron estas tres figuras centrales. La cantidad de conocimiento y perspicacia contenida en las enseñanzas bahá’ís realmente asombra a la mente.

Después de una diligente búsqueda en el extenso corpus de las enseñanzas bahá’ís, finalmente encontré una respuesta a la pregunta de mi nuevo amigo. Proviene de los escritos de Abdu’l-Bahá y se presenta en una sola frase tan sucinta y tan exhaustiva que me dejó atónito cuando la leí por primera vez:

El objetivo de los bahá’ís es alzar el estandarte de la Gran Paz mundial, erradicar los fundamentos de la guerra y el conflicto en todas las regiones, reunir a todas las diversas naciones y pueblos bajo el Tabernáculo de Dios, y eliminar los prejuicios, ya sean raciales, nacionales, religiosos, sectarios o políticos, de la faz de la tierra, para que todos los países sean como un solo país, todas las razas como una sola raza y todas las naciones como una sola nación. [Traducción provisional de Oriana Vento]

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Después de leer este hermoso pasaje varias veces, me di cuenta de que debía memorizarlo, para que la próxima vez que alguien me pidiera que le hablara brevemente de las enseñanzas bahá’ís, pudiera citar directamente los escritos bahá’ís en lugar de basarme en mi propia descripción inadecuada.

Además, este potente pasaje me recordó por qué soy bahá’í: para erradicar los fundamentos de la guerra, reunir a toda la humanidad y eliminar todos los prejuicios, para que todos los habitantes de la Tierra puedan finalmente alcanzar la unidad humana.