Desarrollo sostenible: avanzando hacia una civilización global

¿Desarrollo sostenible? ¿No es solo para los países en vías de desarrollo y, además, no recae la responsabilidad del desarrollo en las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales y las organizaciones benéficas?

¡No! Hoy, cada rincón de la Tierra necesita un desarrollo sostenible y todos nosotros estamos llamados a participar en él. Bahá’u’lláh dijo: «Todos los hombres han sido creados para llevar adelante una civilización en continuo progreso«- Pasajes de los escritos de Bahá’u’lláh, p. 215.

Entonces, ¿hacía dónde debería avanzar la civilización?

Las enseñanzas Bahá’ís nos brindan una visión bastante clara de una futura civilización espiritual, referida por los profetas durante mucho tiempo como la Edad de Oro de la humanidad. Desde la perspectiva Bahá’í, en ese futuro estado de civilización, la Tierra se convertirá en un lugar donde la gente vive en paz, donde cada individuo es igualmente respetado, sin importar su raza, nacionalidad, género o condición económica. Nadie pasará hambre o vivirá en la pobreza y nadie poseerá cantidades excesivas de riqueza. Las personas considerarán su trabajo como adoración y darán lo mejor de ellos para servir a sus conciudadanos del mundo. Un parlamento global elegido democráticamente gobernará los asuntos mundiales. Las interacciones humanas se caracterizarán por la confiabilidad. Viviremos en armonía entre nosotros y con la naturaleza. La contaminación extrema causada por las generaciones anteriores que llevó a la extinción masiva de plantas y animales, que calentó la tierra y cambió su clima habrá cesado y se habrá invertido mucho esfuerzo en la limpieza y restauración de los ecosistemas de la Tierra. Todas las personas tendrán acceso a educación y servicios básicos y todos tendrán la oportunidad de desarrollar todo su potencial espiritual y contribuir al bien común.

Entonces, teniendo en cuenta esos nobles objetivos, el desarrollo simplemente significa aquellos procesos que nos llevarán a esta madura  civilización global.

Eso, por supuesto, no solo significa desarrollo material o tecnológico. El desarrollo espiritual es la base de estos cambios y se necesita en todas partes. El desarrollo material necesita incluir esta dimensión espiritual. Los escritos Bahá’ís dicen:

Todos los Profetas han venido para promover las dádivas divinas, para fundar la civilización espiritual y enseñar los principios de la moralidad. Por tanto, debemos esforzarnos por todos los medios para que las influencias espirituales puedan ganar la victoria. Pues las fuerzas materiales han atacado a la humanidad. El mundo de la humanidad se halla sumergido en un mar de materialismo. – Abdu’l-Bahá, La Promulgación a la paz universal, p. 12.

Los esfuerzos de desarrollo deben considerar las necesidades específicas de cada país o área. En las naciones en vías de desarrollo, el desarrollo sostenible significa abordar la pobreza extrema y mejorar el acceso al agua potable, la alimentación, la educación, la energía limpia, el saneamiento y la atención médica.

En el llamado mundo desarrollado, esto significa cambiar el sistema económico a uno más equitativo y poner fin a la destrucción de la naturaleza, de los sistemas de soporte vital de los que todos dependemos. Esto significa alejarse de los combustibles fósiles e implementar energía limpia. También significa cambiar a métodos agrícolas por otros que estén en armonía con la naturaleza y sean saludables para los trabajadores agrícolas, que ponga la producción de alimentos al servicio de las personas y no se centre solo en las ganancias. También requerirá un cambio importante en el sistema de transporte. Por último, pero no menos importante, el consumismo debe abandonarse.

Entonces, ¿cómo podemos nosotros, como individuos, contribuir al desarrollo y trabajar para el cambio social?

Los bahá’ís creen que el progreso en el campo del desarrollo depende y está impulsado por el movimiento en las bases de la sociedad más que por la imposición de planes y programas desarrollados externamente. – Plan de Acción de Siete Años de la Comunidad Internacional Bahá’í sobre el Cambio Climático, 2009, n. ° 4.

Todos deberán participar en el desarrollo sostenible. La Casa Universal de Justicia ofrece a los bahá’ís el siguiente consejo sobre acción social:

… su principal preocupación debe ser desarrollar la capacidad dentro de una población determinada para participar en la creación de un mundo mejor. El cambio social no es un proyecto que un grupo de personas lleva a cabo en beneficio de otro. – Abril de 2010.

Las actividades básicas bahá’ís, especialmente las clases de estudio, tienen como objetivo empoderar a las personas mediante el desarrollo de su capacidad de servicio. Dependiendo del tamaño de la comunidad y sus necesidades, el deseo de estar al servicio de los demás nos conducirá a la acción social. En una declaración, la Comunidad Internacional Bahá’í describe estos esfuerzos con más detalle:

… Bahá’ís de todo el mundo participan en un marco de acción coherente que promueve el desarrollo espiritual del individuo y canaliza las energías colectivas de sus miembros hacia el servicio a la humanidad. Miles y miles de bahá’ís, que abarcan la diversidad de toda la familia humana, participan en ciertas actividades básicas. Estas actividades promueven el estudio sistemático de los Escritos Bahá’ís en pequeños grupos con el fin de desarrollar la capacidad para el servicio. Responden al anhelo más íntimo de cada corazón de comunicarse con su Creador al llevar a cabo actos de adoración colectiva en diversos entornos, uniéndose con otros en oración, despertando susceptibilidades espirituales y modelando un patrón de vida distinguido por su carácter devocional. Cubren las necesidades de los niños del mundo y les ofrecen lecciones que desarrollan sus facultades espirituales y sientan las bases de un carácter noble y recto. También ayudan a los pre- jóvenes a navegar a través de una etapa crucial de sus vidas y a empoderarse para dirigir sus energías hacia el avance de la civilización. A medida que los bahá’ís y sus amigos adquieren experiencia con estas iniciativas, un número cada vez mayor puede expresar su fe a través de una creciente ola de esfuerzos que abordan las necesidades de la humanidad, tanto en sus dimensiones espirituales como materiales. – Ibid.

Todos son bienvenidos a participar en estos esfuerzos para elevar el espíritu humano, mejorar nuestros vecindarios y construir un mundo mejor.

También se invita a todos a aprender más sobre lo que significa el desarrollo sostenible al participar en el curso en línea sobre el Desarrollo Sostenible y la Prosperidad de la Humanidad ofrecido por el Instituto Wilmette. En este curso de 7 semanas, tendrá la oportunidad de estudiar los problemas económicos, sociales y ambientales que enfrenta la humanidad para lograr la sostenibilidad y debatir sobre los principios espirituales que pueden ayudarnos a encontrar soluciones. Podrá explorar las implicaciones de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para que su comunidad pueda llevar a cabo procesos de acción, reflexión y consulta sobre estos mismo. Los materiales del curso también cubrirán la importancia de la educación para el desarrollo sostenible, reforzada con valores espirituales, como la base para ayudarnos a separarnos de la civilización materialista occidental, reexaminar nuestro estilo de vida actual y comenzar a vivir de manera más sostenible de acuerdo con las enseñanzas bahá’ís. El curso de Desarrollo Sostenible comenzará el 01 de septiembre. Para quienes los necesiten, se contará con becas disponibles.