El impacto social de las reuniones de oración

A medida que nuestra cultura global se enfoca cada vez más en los aspectos materiales de la vida, es fácil olvidar nuestro lado espiritual y, como resultado, nuestras relaciones con los demás se ven afectadas.

Después de todo, el amor y la amistad, los pilares intangibles pero extremadamente importantes que son los que realmente mantienen unida a la comunidad, siempre han sido de naturaleza espiritual. La falta de atención que se le presta a la espiritualidad se manifiesta naturalmente como problemas sociales.

Como respuesta a este problema social generalizado, las reuniones de oración interreligiosas que dan la bienvenida a todos en una comunidad han comenzado a crecer cada vez más. A través de estas reuniones devocionales, los vecinos se ven entre sí como amigos y a sí mismos como seres espirituales. Cuando estas reuniones locales proliferen, comenzará a ocurrir un cambio profundo en la comunidad.

Las enseñanzas bahá’ís dicen que la influencia de tal actividad puede ser extremadamente poderosa:

Si un pequeño número de personas se reúnen amorosamente, con pureza y santidad absolutas, con sus corazones libres del mundo, sintiendo las emociones del Reino y las poderosas fuerzas magnéticas de lo divino, y completamente de acuerdo en dichosa camaradería, esa reunión ejercerá su influencia sobre toda la tierra. La naturaleza de ese grupo de personas, las palabras que expresen y las acciones que realicen liberarán los dones del cielo y darán un goce anticipado del deleite eterno. –   Abdu’l-Bahá , Selecciones de los Escritos de Abdu’l-Bahá , pág. 61-62.

Las reuniones de oración construyen la unidad entre las personas en las comunidades y crean un fuerte sentido de resolución en todos para trabajar juntos por el mejoramiento del mundo, comenzando por su entorno inmediato.

Se necesita esfuerzo, por supuesto. Al igual que cualquier hábito, la regularidad y la comprensión deben desarrollarse, y los participantes deben llegar a comprender la importancia de la actividad para mantenerla próspera. En muchas culturas, incluso la idea de orar parece extraña, y por eso las reuniones devocionales interreligiosas a menudo incorporan música y lectura, estudios y conversación para comenzar a explorar qué significa la oración, por qué es importante y qué papel puede desempeñar en la unificación de la sociedad.

Este tipo de reuniones espirituales tienen un efecto mucho más poderoso de lo que se podría notar inicialmente. Al construir una relación espiritual fuerte con sus vecinos, los participantes protegen simultáneamente sus comunidades de influencias peligrosas como prejuicios y sospechas, influencias que a menudo pueden culminar en sentimientos de alienación, desconfianza e incluso odio en un vecindario. De manera sutil pero poderosa, la oración protege a una comunidad y la fortalece, permitiéndole enfrentar los desafíos que encara el mundo entero, comprometidos a resolver problemas mientras se mantienen unidos.

Por ejemplo: después de las decisiones políticas que tuvieron consecuencias directas y negativas en una comunidad de inmigrantes en Texas, los amigos notaron que la moralidad del vecindario había caído notablemente. Los padres y los niños se sentían aterrorizados por su futuro. Identificando la necesidad de un alivio espiritual para aquella tensión casi abrumadora, los amigos del vecindario organizaron una reunión de oración improvisada. Familias, adultos y niños asistieron con entusiasmo, orando con entusiasmo sin importar la edad. Después de la reunión devocional, un renovado sentido de esperanza y unidad creció en el vecindario, en marcado contraste con el miedo y la incertidumbre que habían gobernado antes. Los vecinos tenían una confianza renovada de que podían contar el uno con el otro y aumentaron la seguridad de que Dios no los había abandonado.

En los barrios donde se realizan actividades bahá’ís de construcción comunitaria, como clases para niños o grupos de jóvenes, las reuniones devocionales ayudan a crear un espíritu de unidad y comunicación abierta, proporcionando un método para superar cualquier desacuerdo y elevar el sentido moral ante los desafíos. De forma más práctica, las reuniones de oración proporcionan un lugar donde   todos son bienvenidos a compartir sus creencias y opiniones, por lo que es un ambiente ideal para que los niños, jóvenes, padres y adultos se reúnan.

Con el tiempo, este tipo de devocionales interreligiosas se convierten en una parte insustituible de la vida social y espiritual de un vecindario. Si bien algunas de estas reuniones de oración interreligiosas se realizan semanal o mensualmente, en muchas partes del mundo se han convertido en una actividad diaria que reúne a un vecindario antes de ir a trabajar, o todas las noches después del trabajo.  De esta manera, los vecinos viven vidas mucho más involucradas y conectadas. En lugar de encerrarse en sus hogares todos los días, ellos desarrollan relaciones que tienen lugar en un espacio espiritual, estableciendo un tono de reflexión y compasión para cada interacción.

La Casa Universal de Justicia, el cuerpo administrativo internacional de la Fe Bahá’í , ofreció su visión sobre lo que comienza a ocurrir cuando una comunidad nutre este espíritu de devoción:

Los hábitos prevalecientes, las costumbres y los modos de expresión se vuelven todos susceptibles al cambio: manifestaciones externas de una transformación interior más profunda todavía, que afecta a muchas almas. Los lazos que las unen se tornan más cariñosos. Las cualidades de apoyo mutuo, reciprocidad y servicio a los demás empiezan a sobresalir como características de una cultura emergente y vibrante entre los que participan en las actividades. –   La Casa Universal de Justicia , 29 de diciembre de 2015.

En los lugares donde las reuniones de oración han reunido a amigos y vecinos y han comenzado a ejercer una influencia espiritual en sus relaciones entre ellos, estamos comenzando a ver solo los destellos de la visión de la Casa Universal de Justicia. Pero estos destellos son extremadamente esperanzadores; y a medida que más y más personas en todo el mundo deciden valientemente abrir espacios para la oración, el mundo comienza a sentir el efecto que tiene la oración en la vida misma de una comunidad.