El nacimiento del Báb y de una nueva realidad espiritual

Al atardecer de hoy, los bahá’ís de todo el mundo comenzarán a celebrar el nacimiento del Báb, el precursor de Bahá’u’lláh y el fundador de la fe babí, que precedió a la fe bahá’í.

Luego, al atardecer de mañana, la celebración continuará cuando los bahá’ís honren y observen con alegría el nacimiento de Bahá’u’lláh.

¡Están invitados a unirse a nosotros! El Báb dijo que Dios «…no desea ver alma alguna privada de alegría y radiancia», y durante los próximos dos días (el período anual de 48 horas al que los bahá’ís se refieren como «los Días Sagrados Gemelos») habrá mucha alegría y resplandor para todos.

Toda gran fe celebra el nacimiento de su fundador, por lo que, al igual que la observancia del nacimiento de cualquier profeta de Dios, estos días marcan uno de los momentos más santos, felices y encantadores del año en toda la comunidad mundial bahá’í.

¿Quién era el Báb?

Los bahá’ís creen que el Báb, cuyo título significa «la Puerta», abrió el camino para el advenimiento de una nueva era de plenitud y maduración para toda la humanidad. En conjunción con la nueva efusión de gracia y conocimiento espiritual de Bahá’u’lláh, esas revelaciones gemelas prometen establecer la unidad de todos los pueblos, culturas y religiones a medida que cumplen la antigua promesa del reino de Dios en la Tierra.

En 1844, el Báb, cuyo nombre de pila era Siyyid Ali Muhammad, declaró su misión como precursor espiritual y heraldo de «Aquel a quien Dios hará manifiesto», anunciando y preparando el camino para un importante mensajero de Dios, el cual prometió que pronto aparecería.

La misión principal del Báb fue anunciar y proclamar la llegada de ese educador espiritual revolucionario y de inspiración divina, que culminaría con el establecimiento de la fe bahá’í por parte de Bahá’u’lláh diecinueve años después, en 1863. Al igual que Juan el Bautista, el Báb instruyó a sus esperanzados seguidores para que se prepararan para la aparición de ese nuevo profeta. También anunció el advenimiento de una nueva era en la historia de la humanidad, que sería testigo del surgimiento de una civilización global justa, unificada y pacífica. El Báb escribió que el reconocimiento de la unidad divina del Creador tenía el poder de unir a toda la humanidad:

… ten por cierto que lo primero y más importante de la religión es el conocimiento de Dios. Esto alcanza su consumación en el reconocimiento de su unidad divina…

Estas trascendentales revelaciones, tanto del Báb como de Bahá’u’lláh, pueden ser celebradas como sagradas por todos los pueblos, sin importar su origen o creencias.

Bahá’u’lláh, en su Libro más sagrado, pidió a los bahá’ís que celebraran una fiesta de unidad, alegría y conmemoración en cada uno de estos dos días especiales, lo que hace que sean los segundos en importancia en el calendario bahá’í después de las dos «Más Grandes Festividades», que conmemoran la Declaración de Bahá’u’lláh en el jardín de Ridván en 1863 y la Declaración del Báb en Shiraz en 1844.

¿Cómo empezaron los días sagrados gemelos y por qué cambian de fecha en el calendario cada año?

Entonces, ¿por qué los bahá’ís llaman a estos días sagrados «gemelos»? Porque, según el calendario musulmán que se usaba en Persia cuando ellos nacieron, los cumpleaños del Báb y de Bahá’u’lláh caen en días sucesivos, el cumpleaños del Báb en el primer día del mes de Muharram y el de Bahá’u’lláh en el segundo día de ese mismo mes, respectivamente. En el Libro más sagrado, Bahá’u’lláh escribió:

Todas las Fiestas han llegado a su culminación en las dos Más Grandes Festividades y en las otras dos Festividades que caen en el día doble… Así ha sido decretado por Quien es el Ordenador, el Omnisciente.

En todo el mundo, los bahá’ís han observado tradicionalmente estos días sagrados gemelos de acuerdo con el calendario lunar musulmán, celebrándolos juntos en días consecutivos como una fiesta de dos días. El propio Bahá’u’lláh los observó así durante su vida.

En el Occidente mundial, los bahá’ís solían celebrar los cumpleaños del Báb y de Bahá’u’lláh el 20 de octubre y el 12 de noviembre, las fechas históricas fijadas para estos días en el calendario solar, pero en 2014 se produjo un cambio significativo en esa práctica. Los bahá’ís de todo el mundo, incluidos los países occidentales, comenzaron a celebrar estos alegres días sagrados según una nueva y única fusión de los calendarios solar y lunar. En lugar de basarse únicamente en uno de los dos calendarios, los bahá’ís celebran ahora los días sagrados gemelos ocho meses lunares después del Año Nuevo bahá’í, que tiene lugar en el equinoccio vernal del año solar, normalmente el 21 de marzo.

¡Están invitados a la celebración!

¿Te gustaría celebrar estos días sagrados gemelos con los bahá’ís del mundo? En todas las reuniones bahá’ís para el nacimiento del Báb hoy, y el nacimiento de Bahá’u’lláh mañana, prevalecerá la felicidad y el buen ánimo. La música sonará, los amigos se reunirán, los niños reirán, la cálida camaradería llenará el aire, y definitivamente se servirán aperitivos. Nos encantaría que te unieras a nosotros; solo tienes que ponerte en contacto con tu comunidad bahá’í local para obtener los detalles.

Todos los seres humanos de la Tierra son bienvenidos, porque los bahá’ís creen y practican el amor y la unidad. Los días sagrados gemelos señalan una estación alegre y festiva del año bahá’í, en la que las comunidades se reúnen para conmemorar el advenimiento de estos dos nuevos profetas de Dios, el Báb y Bahá’u’lláh, y para aclamar el comienzo de una nueva era en la unidad humana.

¡Feliz cumpleaños del Báb!