Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo rinde homenaje a la Ciencia Abierta, así que examinémosla brevemente a la luz de las enseñanzas bahá’ís, así como el campo estrechamente relacionado a esta: la Ciencia Ciudadana.
La Fe Bahá’í , única entre las religiones debido a su fuerte creencia y apoyo a la ciencia, a menudo se la ha llamado «la religión científica». Los bahá’ís creen que una religión que no se ajusta a los postulados de la ciencia es meramente superstición. Para los bahá’ís, la ciencia y la religión van de la mano y deben existir en completa armonía.
Ciencia Abierta
La Ciencia Abierta tiene sus raíces en el surgimiento de la ciencia moderna hace más de 300 años, junto con la llegada de las revistas científicas y la opinión de que los resultados de la ciencia deberían compartirse. Ahora entendemos a Ciencia Abierta como:
… un enfoque de la ciencia en el que todos los productos se lanzan al dominio público para que cualquier investigador pueda colaborar y contribuir. Esto significa que los datos, métodos, procesos y resultados se ponen a disposición del público de forma gratuita, bajo términos que permiten la reutilización, redistribución, reproducción y expansión de la investigación. La idea es que el conocimiento humano se construye sobre [sí mismo]; por lo tanto, el conocimiento que adquirimos debe ser gratuito y estar disponible para todos. – C. Lieu, Fundación Darwin’s Ark
Actualmente, Ciencia Abierta es un producto de la era digital y las tecnologías modernas de telecomunicaciones, y refleja la tremenda importancia de la ciencia en la vida moderna. También refleja la necesidad de transparencia en las actividades científicas y su apoyo institucional a la luz del papel principal de la financiación pública. Quizás lo más importante, Ciencia Abierta aborda la necesidad de superar las considerables disparidades entre los países y las regiones del mundo en la aplicación de la ciencia.
La UNESCO, que patrocina el Día Mundial de la Ciencia cada año, considera que Ciencia Abierta tiene:
… el potencial para aumentar significativamente la colaboración científica y los descubrimientos… Puede marcar un punto de inflexión… particularmente en África, los países en desarrollo y los pequeños Estados insulares en desarrollo.
Ciencia Ciudadana
Estrechamente relacionado con Ciencia Abierta, y probablemente necesaria para su implementación generalizada, está Ciencia Ciudadana:
… la idea de que cualquiera puede contribuir a la ciencia, no solo aquellos que están altamente capacitados o tienen doctorados en el campo de estudio. Los hombres y mujeres laicos (adultos, adolescentes, incluso niños) pueden registrar observaciones, explorar resultados y aprender mediante el análisis. La Ciencia Ciudadana opera bajo el principio de que, dado un contexto común, herramientas y marcos, la recolección de datos y el análisis de resultados pueden ser realizados por cualquier persona, en cualquier lugar que tenga las mismas herramientas. La Ciencia Ciudadana impulsa los avances de la investigación de una forma que no se podría lograr de otra manera. – Ibid.
La Ciencia Ciudadana se ha implementado de varias maneras diferentes, a veces con resultados significativos. Se puede encontrar una excelente introducción en video de algunas de estas diferentes formas de implementación en un seminario web del 16 de octubre de 2019 de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) llamado Involucrando a científicos ciudadanos: ¿Se derrumbarán los muros de las torres de marfil? (Es necesario registrarse).
Un libro reciente e inspirador- «La multitud y el cosmos: aventuras en el zooniverso» – describe algo de la emoción acerca de estas implementaciones. El Zooniverse, un sitio web de ciencia ciudadana muy popular, ha involucrado a más de un millón de personas, aprovechando los esfuerzos y la sabiduría de sus muchos participantes para ampliar el alcance de la investigación científica.
Ciencia Ciudadana realiza muchas actividades increíbles. Por ejemplo, un esfuerzo pionero: el Galaxy Zoo comenzó en 2007 por Chris Lintott, un astrofísico de Oxford, ha utilizado la emoción y las capacidades de cientos de miles de voluntarios para clasificar las galaxias de una base de datos de 900,000 imágenes. Los involucrados a menudo han contribuido con hallazgos únicos y han hecho preguntas importantes. Se han publicado más de 60 artículos científicos como resultado directo de esto.
Otro fascinante proyecto de Ciencia Ciudadana se enfoca en el medio ambiente: «Agua Potable», desarrollada en los Países Bajos. Este proyecto utiliza la participación de científicos ciudadanos para monitorear y mejorar la salud de los ríos y sus ecosistemas asociados en Europa y en todo el mundo. Aquí hay una descripción de sus actividades de Ciencia Ciudadana este año:
Medirás la calidad del agua de tu río o arroyo cerca de ti. Lo haremos juntos en toda Europa del 17 al 24 de octubre del 2019. … Observarás la tierra circundante y medirás la temperatura, el color, la claridad, los minerales disueltos, el pH, los niveles de nitrato y fosfato y la dureza de su río o corriente.
Francia ha desarrollado atractivos esfuerzos de Ciencia Ciudadana a altos niveles de gobierno. Un ejemplo, liderado por François Taddei del Centro de Investigación e Interdisciplinariedad (CRI por sus siglas en inglés) en París, tiene como objetivo crear nuevos institutos educativos con un «entorno abierto… donde el aprendizaje permanente sea el corazón de nuestra sociedad». Otro ejemplo, liderado por Olivier Le Gall y la Oficina de Integridad de Investigación del gobierno francés (OFIS) están preparando directrices para programas en todo el país. OFIS ha publicado un informe exhaustivo e informativo: Ciencia ciudadana en Francia – que describe una hoja de ruta para el desarrollo de la Ciencia Ciudadana. El resumen en inglés de ese informe proporciona un excelente recurso a los interesados en el tema.
Convergencia con las enseñanzas bahá’ís
Los movimientos de Ciencia Abierta y Ciencia Ciudadana tienen relevancia tanto para el Artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas como para la visión bahá’í de una civilización mundial donde:
… la ciencia y la religión, las dos fuerzas más potentes de la vida humana, se reconciliarán, cooperarán y se desarrollarán armoniosamente. – Shoghi Effendi, El Orden Mundial de Bahá’u’lláh, pág. 203.
El artículo 27 establece que todos tienen derecho a compartir los beneficios del avance científico:
Todos tienen el derecho de participar libremente en la vida cultural de la comunidad, disfrutar de las artes y compartir el avance científico y sus beneficios.
Las enseñanzas bahá’ís dicen que el conocimiento de la ciencia «…es como unas alas para la vida del hombre y como una escalera para su ascenso. La adquisición del mismo es responsabilidad de todos». – Las Tablas de Bahá’u’lláh, pág. 330. La describen en estos términos exaltados:
La adquisición del mismo es responsabilidad de todos. La distinción que goza el hombre y que lo ubica por encima del estado animal se debe a esta virtud suprema. Esta es un don de Dios; no es material; es divina. La ciencia es un resplandor del Sol de la Realidad, el poder de investigar y descubrir las verdades del universo, los medios por los cuales el hombre encuentra el sendero hacia Dios. – Abdu’l-Bahá, La promulgación a la paz universal, pág. 70.
El mayor beneficio de la ciencia puede ser el conocimiento de cómo desarrollarla. El proverbio dice: «Si le das un pescado a un hombre, lo alimentas por un día, pero si le enseñas a pescar, lo alimentas a él, a su familia y a su comunidad para toda la vida». De manera similar con la ciencia, si le das a alguien un teléfono celular, ella podría navegar por internet. Si le das la habilidad de hacer ciencia, ella puede beneficiarse a sí misma, a su familia, a su comunidad y tal vez incluso al mundo entero. Por supuesto, algunos estudian ciencias en la universidad y luego se entrenan en áreas científicas y técnicas, pero las oportunidades para desarrollarla están restringidas a solo unos pocos en todo el mundo, y estos pocos a menudo se trasladan a centros industrializados, llevándose sus conocimientos con ellos.
Con el objetivo de un compromiso generalizado con la ciencia, Ciencia Abierta, y especialmente Ciencia Ciudadana, tienen el potencial de llevar los beneficios y las alegrías de la ciencia a un gran número de personas. Permite que todos aprendan participando en investigaciones científicas reales, probablemente el método más efectivo.
La Ciencia Ciudadana ofrece formas para que los bahá’ís interesados y sus amigos se involucren en la ciencia real y, a través de la experiencia, se capaciten en sus métodos. Las comunidades pueden participar en proyectos de Ciencia Ciudadana en sus vecindarios o en todo el mundo, e incluso iniciar tales proyectos. Dada la dispersión global de los bahá’ís, incluso podría haber experimentos científicos únicos que abarquen todo el mundo y que los bahá’ís y sus amigos puedan hacer.
Por estas razones, además de las oportunidades para aprender sobre la ciencia al hacerlo, tómese un tiempo para explorar las oportunidades que Ciencia Abierta y Ciencia Ciudadana han creado.
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