Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Rainn Wilson, actor, comediante, escritor y productor estadounidense, es más conocido por su papel en la comedia de la NBC «The Office», pero también es conocido como miembro activo de la comunidad mundial bahá’í.
En el reparto de «The Office», Rainn interpretó el infame papel de Dwight Schrute, por el que obtuvo tres nominaciones consecutivas al Emmy.
Como bahá’í, forma parte de una comunidad religiosa mundial que comenzó a mediados del siglo XIX en Persia. Rainn, y los millones de bahá’ís de todo el mundo, creen en la lucha y el trabajo por la paz y la unidad mundiales. Los bahá’ís aceptan que todos los mensajeros de Dios -los fundadores de las grandes religiones del mundo- sirven como canales de inspiración divina para la humanidad, y creen que el más reciente de esos profetas es Bahá’u’lláh, el fundador de la fe bahá’í.
Quise hablar con Rainn sobre cómo las enseñanzas de la fe bahá’í influyen en su carrera cinematográfica y televisiva, y por qué su fe y su espiritualidad han desempeñado un papel tan importante en su exitosa vida en Hollywood.
Sophia: ¿Puedes hablarme un poco de tu recorrido espiritual?
Rainn: A finales de los años 60 y principios de los 70, muchos estadounidenses se convirtieron en bahá’ís porque la gente buscaba realmente nuevas respuestas e inspiraciones espirituales. Mis padres se hicieron miembros de la fe bahá’í, así que nací en una familia bahá’í y crecí aprendiendo las muchas y maravillosas enseñanzas bahá’ís, como la importancia de la eliminación de los prejuicios raciales, la igualdad de mujeres y hombres, la armonía de la ciencia y la religión, y muchas, muchas más enseñanzas.
Luego, durante un tiempo, cuando estaba en la universidad y abriéndome camino como joven actor, abandoné realmente todo lo que tenía que ver con la religión, la fe, la espiritualidad y Dios, y realmente no quise tener nada que ver con ello durante varios años. Me encontré con que estaba muy, muy infeliz – profundamente infeliz e insatisfecho – así que empecé a leer todos los libros de todos los mensajeros divinos. Leí todos los libros bahá’ís y me volví a enamorar de la fe bahá’í.
Sophia: ¿Cómo influye tu fe en la forma en que te desenvuelves en tu carrera de actor?
Rainn: Influye de un par de maneras. En primer lugar: He rechazado muchos papeles que me parecen censurables y degradantes, y que hacen del mundo un lugar peor al interpretar a un personaje que solo trata de hacer que la adicción y el materialismo parezcan divertidos y positivos. Yo no acepto papeles así.
A otro nivel, creo que las artes son lo mismo que la adoración. Esta es una de las enseñanzas de la fe bahá’í, Abdu’l-Bahá, el hijo y sucesor de Bahá’u’lláh, dijo:
…de acuerdo con las enseñanzas divinas la adquisición de las ciencias y la perfección de las artes son considerados actos de adoración. Si un hombre emplea toda su capacidad en la adquisición de una ciencia o en la perfección de un arte, es como si hubiese adorado a Dios en iglesias y templos.
Así que la creación de arte, para un bahá’í, es lo mismo que la devoción al Creador. Como actor, creo, incluso interpretando un personaje como Dwight Schrute, que hay un componente espiritual en las artes que es muy misterioso y místico por naturaleza. Me encanta, en mi trabajo artístico, pensar en esos aspectos que se conectan entre el arte, la fe y el servicio a la humanidad. Porque si puedo hacer reír a la gente y entretenerla de forma positiva, eso supone un verdadero servicio al mundo. Si creo un personaje que nunca se ha creado antes, hay algo realmente hermoso y espiritual en ese acto.
Sophia: ¿De qué manera crees que la gente influyente podría participar en la creación de un impacto positivo en el mundo?
Rainn: Hay muchas maneras, y creo que es realmente importante que todos se involucren en ayudar a hacer del mundo un lugar mejor. Si tienes una gran plataforma, tienes que usarla para el bien. Eso puede ser desde la filantropía y la caridad hasta trabajar en tu comunidad, puede ser trabajar con tu familia, pero es responsabilidad de todos intentar mejorar el mundo y dejarlo mejor que cuando llegamos. La humanidad tiene que dar un giro en ese sentido.
Sophia: Sé que tienes un hijo más o menos de mi edad, así que ¿cuál es tu consejo para los jóvenes en lo que respecta a las redes sociales y sus plataformas, y también sobre la forma de vivir su día a día?
Rainn: Creo que las redes sociales pueden ser un entorno muy tóxico y peligroso. Pero también creo que la cuestión más importante es que vivimos en un mundo en el que tenemos estos pequeños computadores de bolsillo, y hay un mundo de distracción interminable ahí fuera. Hay aspectos positivos, pero también hay muchos peligros. Las pantallas pueden ser muy adictivas, y esa distracción infinita está al alcance de todos. Así que esto puede degradar realmente la calidad de nuestras vidas.
Todo tiene que tener un equilibrio, pero por ejemplo, en mi caso, quité las redes sociales de mi teléfono porque me encontraba mirándolas todo el tiempo. Me dedicaba a ver Instagram, y mi vida es mucho mejor sin esas redes. Todavía publico ocasionalmente en Instagram, sobre lo que estoy haciendo o pensamientos divertidos, o videos, o lo que sea, pero no estoy constantemente interactuando con la gente en la plataforma en sí.
Bahá’u’lláh aconsejó a todos que ejercieran la moderación en sus vidas cuando escribió:
Es deseable la moderación en todos los asuntos. Si una cosa es llevada al exceso, demostrará ser causa de maldad.
Sophia: Muchas gracias, Rainn, por compartir cómo has podido poner en práctica la espiritualidad y las enseñanzas bahá’ís para ayudar a elaborar y mantener tu papel como artista.
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