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Espiritualidad

¿Es usted feliz? 4 maneras de alcanzar la verdadera felicidad

Kathy Roman | Ene 21, 2017

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Kathy Roman | Ene 21, 2017

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‘Abdu’l-Bahá, el hijo del profeta Bahá’u’lláh, a menudo se dirigía conferencias a congregaciones y visitantes con una simple pero profunda pregunta, “¿Son felices?” él quería ver a todos felices y unidos:

No penséis en vosotros mismos, sino en la Bondad de Dios. Esto siempre os hará felices. – Citado en Relatos de la vida de ‘Abdu’l-Bahá, por Annamarie Honnold, página 32

Debes ser siempre feliz. Debes contarte entre la gente de la alegría y la felicidad y debes estar adornada con la moral divina. En gran medida la felicidad mantiene nuestra salud mientras que la depresión del espíritu causa enfermedades. La sustancia de la felicidad eterna es la espiritualidad y la moralidad divinas, a las que no sigue ninguna pena. – Citado en Relatos de la vida de ‘Abdu’l-Bahá, por Annamarie Honnold, página 102

Aunque ‘Abdu’l-Bahá sufrió mucho durante la mayoría de su vida, conservó su felicidad:

Yo mismo estuve encarcelado durante cuarenta años; un solo año hubiese sido imposible de soportar. ¡Nadie sobrevivía a ese encarcelamiento más de un año! Pero, gracias a Dios, durante todos esos cuarenta años fui sumamente feliz. Cada día, al despertarme, era como si escuchase buenas nuevas, y cada noche sentía una infinita felicidad. La espiritualidad era mi consuelo y dirigirme a Dios, mi mayor dicha. Si no hubiera sido así, ¿pensáis que hubiera podido sobrevivir a esos cuarenta años en prisión? – La sabiduría de ‘Abdu’l-Bahá, página 147

Eso plantea una pregunta: ¿Por qué alguna gente es más feliz que otra? En su laboratorio en la Universidad de Wisconsin, el Dr. Richard Davidson ha dedicado su vida a investigar “cerebros felices.” Ha estudiado los cerebros de monjes budistas, hombres que pasan sus vidas evocando deliberadamente emociones edificantes, y sus niveles remarcables de felicidad. Datos del Dr. Davidsons muestran que si uno se sienta en silencio por media hora al día sólo pensando sobre bondad y compasión, su cerebro mostrará cambios significativos en sólo dos semanas.

Algunas personas son más felices que otras porque la Felicidad es una opción. Los investigadores creen que entre el 50% y el 70% de nuestros niveles de felicidad están genéticamente predispuestos; mientras que aproximadamente el 40% viene de nuestra propia voluntad. Una gran parte de la felicidad no depende de las circunstancias externas, sino de nuestras actitudes, comportamientos y valores.

Mientras estaba vivo, mi tío Mack me enseñó sobre la felicidad. Él siempre tenía un comportamiento feliz y alegre, haciendo sonreír a alguien, o en el caso de los niños, haciéndolos reír. Él actuaba como si no le importara el mundo. Fue hasta que crecí que me di cuenta de las dificultades que enfrentaba el tío Mack. Recién casados con su primer bebé, mi tía tenía un aneurisma cerebral y se quedó permanentemente paralizada y sin habla. Sin embargo, Mack la cuidó amorosamente durante toda su vida. Esta tragedia no cambió su actitud o su felicidad. Aún hacíamos grandes reuniones familiares y fiestas de verano en la piscina llenas de diversión y risa en su casa, y en navidad él tocaba “Jolly Santa”. En sus últimos años, después que mi tía falleciera, tuvo la enfermedad de Graves y regularmente tenía que ir a diálisis, pero su conducta alegre nunca vaciló. Hasta el momento en que falleció, nunca le escuché quejarse sobre alguien o algo, a pesar que sufría de agudos dolores. Mi tío Mack verdaderamente ejemplifica la nobleza de la felicidad.

Entonces ¿cómo infundir más Felicidad en nuestras vidas? Pruebe estos sencillos cuatro pasos:

1.       Practique la Gratitud: En lugar de buscar sin pensar en cosas externas o situaciones extremas para hacernos felices, simplemente enfocarse en lo que ya tenemos qué podría traer un resultado natural de felicidad. Cuanta más gratitud tenemos, más felicidad podemos traer a nuestras vidas. Hay un viejo dicho que dice que, si ha olvidado el lenguaje de la gratitud, nunca estará hablando con la felicidad.

No es la felicidad la que nos hace gratos, sino la gratitud la que nos hace felices” – David Steindl-Rast

Podría mantener que dar las gracias es la forma más elevada del pensamiento, y que la gratitud es felicidad multiplicada por la capacidad de asombro” – Gilvert K. Chesterton

2.       Evite morar en la negatividad: Respecto a los pensamientos negativos, Eckhardt Tolle dijo:

Si hay conciencia en usted, podrá reconocer la voz en su cabeza cuando es: un viejo pensamiento, condicionado por el pasado. Si hay conciencia n usted, no necesitará creer más en cada pensamiento que tenga. Es un viejo pensamiento, no más.

Las personas felices tienen episodios de emociones negativas, como todos los demás, pero ellos no dejan que esos pensamientos persistan:

Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre, pero muchas veces miramos tanto tiempo la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto para nosotros” – Hellen Keller

3.       Concéntrese en el servicio y la bondad a todos los que se crucen en su camino: El consejo de ‘Abdu’l-Bahá sobre la felicidad enfatiza nuestro reconocimiento de la verdadera unidad de la humanidad:

No os contentéis con demostrar amistad sólo con palabras; dejad que vuestro corazón se encienda con amorosa bondad hacia todos los que se crucen en vuestro camino… Demostrad que estáis llenos de amor universal. Cuando os encontréis… con cualquier otro extranjero, habladle como a un amigo; si está solo, ayudadle, servidle complacidos; si está triste, consoladle; si es pobre, socorredle; si está oprimido, liberadle; si está en la miseria, confortadle; si así lo hacéis, demostraréis, no sólo con palabras, sino con hechos y con la verdad, que consideráis que todos los seres humanos son vuestros hermanos. – ‘Abdu’l-Bahá, La sabiduría de ‘Abdu’l-Bahá, página 18

4.       Asóciese con gente amorosa y positiva: La felicidad es contagiosa. ¿alguna vez ha notado cómo rodearse con personas felices puede levantarle el ánimo? Para mí, aún escuchar risas alegres de alguien cercano (especialmente si es un bebé) me hace sonreír y traerme una ola de felicidad. Entonces me conecto con la alegría, y se vuelve mía.

Un nuevo estudio de la Universidad de Harvard y la Universidad de San Diego, California, ha documentado cómo la felicidad se esparce a través de las redes sociales. El estudio encontró que cuando una persona se pone feliz, un amigo viviendo cerca tiene una probabilidad 25% más alta de sentirse feliz; mientras que un cónyuge experimenta una posibilidad de incremento de un 8%, o para los vecinos de al lado, del 34%. Si usted necesita un impulso de felicidad, asóciese con aquellos que ya tienen una perspectiva feliz en la vida.

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