Cien días de servicio, dedicados a Abdu’l-Bahá

¿Qué se sentiría al realizar intencionalmente un acto de servicio a los demás todos los días durante una semana? ¿Un mes? ¿O hasta 100 días? ¿Cómo afectaría a tu vida actuar constantemente de forma altruista durante tanto tiempo?

Eso es exactamente lo que mi pequeña comunidad de bahá’ís de la provincia canadiense de Ontario se propone averiguar. Para entender nuestra motivación, debo ofrecer algunos antecedentes sobre nosotros.

Como miembros de la fe bahá’í, seguimos las enseñanzas de Bahá’u’lláh, su profeta y fundador. Antes de que Bahá’u’lláh dejara este mundo en 1892, nombró a su hijo Abdu’l-Bahá como su sucesor. En ese momento, Abdu’l-Bahá se convirtió en el centro de la Alianza bahá’í. Asumió el papel de intérprete autorizado de los escritos y enseñanzas de Bahá’u’lláh; guió a los bahá’ís de todo el mundo en el crecimiento, organización y administración de su entonces joven Fe; y su vida sirvió de modelo y ejemplo perfecto para poner en práctica los principios bahá’ís.

Para comprender mejor el papel de Abdu’l-Bahá para los bahá’ís y, de hecho, para el mundo entero, podemos considerar su título. En su árabe original, «Abdu’l» significa «siervo» y «Bahá» significa «Gloria», refiriéndose así a Bahá’u’lláh, cuyo nombre significa «la gloria de Dios». De hecho, toda la vida de Abdu’l-Bahá se caracterizó por el servicio. Atendió a los pobres, a los enfermos, a los ancianos, a los desamparados y a los hambrientos. No rechazó a nadie y no juzgó a nadie como indigno. Abdu’l-Bahá fue siempre generoso, tierno y cariñoso.

Cuando pienso en Abdul-Bahá y en su extraordinaria vida, me siento inspirada para ser mejor persona, a ser más sensible a las necesidades de los demás y a tomar decisiones más sabias. Preguntarme «¿Qué haría Abdu’l-Bahá?» me ayuda a superar mis retos personales. Puedo explicar esto ofreciendo las palabras de Abdu’l-Bahá, procedentes de una charla que dio en Nueva York en 1912: «¿Qué es la inspiración? Es el influjo del corazón humano».

Hay mucho más que decir sobre él. Espero que conozcas su vida de servicio a través de artículos como éste.

¿Cómo se relaciona esto con la idea de los «100 días de servicio» de mi comunidad? En noviembre de 2020, los bahá’ís de todo el mundo recibieron una carta de la Casa Universal de Justicia, el órgano de gobierno mundial de la fe bahá’í elegido democráticamente, en la que se anunciaban los planes y actividades para los meses siguientes y, algo fundamental para esta historia, caracterizando el próximo año como:

… año de profunda reflexión sobre la vida de ‘Abdu’l-Bahá y el poder de la Alianza de la que Él fue el Centro, al tiempo que la comunidad se prepara para conmemorar el centenario de Su Ascensión.

Abdu’l-Bahá ascendió al próximo mundo el 27 de noviembre de 1921, por lo que este año los bahá’ís de todo el mundo observarán el centenario de su fallecimiento.

En mi comunidad bahá’í, inmediatamente comenzamos a consultar sobre la vida de Abdu’l-Bahá. Por ejemplo, hicimos una lista de formas de aprender sobre él: libros para leer, películas para ver, ideas para discutir, citas para memorizar. Sin embargo, poco a poco nos dimos cuenta de que nuestras acciones, más que cualquier otra cosa, nos acercarían a él. Durante su histórica visita a Norteamérica en 1912, a menudo pronunció palabras como ésta «Vosotros sois la realidad y la expresión de vuestros hechos y acciones».

Llegamos a la conclusión de que, cada vez más, aprender sobre Abdu’l-Bahá y honrarlo significa aspirar a ser como él a través de nuestros propios actos como individuos y como grupo. En nuestra vida diaria ya intentamos ser útiles, así que sabíamos que queríamos ir más allá y ser más intencionales. Pero quizás lo más importante es que queríamos encontrar la manera de crear beneficios duraderos para toda nuestra ciudad, incluso teniendo en cuenta nuestro pequeño número y nuestros limitados recursos. El modo exacto en que esto ocurriría siguió siendo un objetivo sin un plan durante bastante tiempo.

Entonces, una tarde de mayo, mientras corría para hacer ejercicio, dejé que mi mente divagara sobre las ideas de servicio, la acción a nivel comunitario y la diversidad de mi comunidad bahá’í. Varias ideas vinieron a mí durante esa caminata, sobre todo recordando lo que un pequeño grupo de bahá’ís en la Columbia Británica hizo en 2017, al mismo tiempo que los bahá’ís de todo el mundo se preparaban para la celebración del Bicentenario del Nacimiento de Bahá’u’lláh. Estas personas habían decidido que realizarían 200 actos de servicio en honor a Bahá’u’lláh. Me pregunté si esa idea podría adaptarse a nuestra propia situación y al próximo centenario del fallecimiento de Abdul-Bahá, el 27 de noviembre de este año.

Noté un cambio en mi respiración mientras seguía corriendo: me sentía más tranquila, más relajada. Incluso me encontré sonriendo, sintiendo que estaba «en la zona», como se dice. Y de repente se me ocurrió una idea: ¿Qué pasaría si dedicáramos los 100 días anteriores al centenario de la muerte de Abdu’l-Bahá al servicio?

Algunos actos de servicio podrían ser pequeños, otros grandes. Algunos podrían ser planificados con antelación, otros espontáneos. Algunos serían solitarios, otros con la participación de una familia o un grupo de amigos. Para ser realistas, algunos días serían más fáciles que otros. Nadie juzgaría a nadie, pero también podríamos servirnos unos a otros compartiendo nuestro aprendizaje.

Llevé esta idea a nuestra siguiente reunión de la comunidad y luego a nuestra Asamblea Espiritual Local, el órgano de liderazgo local elegido por los bahá’ís, del que soy miembro. y vaya, ¡qué entusiasmo! Inmediatamente la gente tuvo ideas sobre cuáles podrían ser algunos de los actos de servicio, cómo podríamos animarnos unos a otros y hasta dónde podríamos extender la idea del servicio.

Nuestras consultas comunitarias ya se han enriquecido gracias a nuestra unidad de visión. Una declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í describe sucintamente esta experiencia: «El proceso consultivo en sí mismo promueve el crecimiento personal y la solidaridad colectiva».

Mi idea, apenas la chispa de una idea en realidad, ya ha crecido hasta convertirse en una iniciativa de todo el vecindario. Solo por mencionar algunos resultados prácticos: Nuestro alcalde no solo nos apoya, sino que se ha ofrecido a ayudarnos anunciando nuestros 100 días de servicio a través de los propios canales de comunicación y redes sociales del municipio. Hemos discutido con los empleados del municipio un importante proyecto de servicio que se dedicará al Día de la Alianza, un día sagrado observado por los bahá’ís cada año el 25 de noviembre en honor a Abdul-Bahá. En el momento de escribir este artículo, y que se confirmará formalmente durante una reunión del Consejo Municipal a principios de agosto, tendremos el honor de ser los donantes iniciales de un circuito de fitness que se instalará a lo largo de una pista en la propiedad del centro comunitario. El alcalde y otros funcionarios del municipio participarán en una dedicación formal ese día. Nuestro periódico local entrevistará a algunos de los miembros de nuestra comunidad, además de publicar algunos artículos que escribiré sobre los días de servicio. Por supuesto, nuestra motivación no es recibir aplausos o aclamaciones, pero nos anima saber que la palabra «bahá’í» será cada vez más reconocida por su compromiso con el servicio y con la comunidad. Esperamos que otros se unan a nosotros en nuestro viaje.

Tendremos mucho que contar a medida que se desarrolle nuestra historia y esta experiencia, por lo que BahaiTeachings.org ha accedido a publicar una serie de artículos sobre esta iniciativa. Dicha serie comienza ahora -antes del lanzamiento de nuestros 100 Días de Servicio el 19 de agosto- con la esperanza de que algunos de ustedes se sientan inspirados por nuestros planes, al igual que yo me sentí inspirada por los bahá’ís de la Columbia Británica. Si es así, ustedes tendrán su propia manera de hacerlo; no tenemos ninguna fórmula mágica que contarles. Lo que sí tenemos es un amor por Abdu’l-Bahá y por el servicio a los demás. Incluso si sabes muy poco sobre Abdu’l-Bahá, probablemente veas el valor del servicio desinteresado como evidencia tangible de la unidad de todas las personas. Con historias sobre su vida que literalmente llenan libros, esta cita suya ofrece un resumen de su enfoque y consejo – y una plantilla para lo que todos podemos hacer cada día: «Ayudadles a que se sientan como en su propia casa; …preguntadles si podéis prestarles algún servicio, y procurad que sus vidas sean un poco más agradables».