Inspired
by the
Baha’i Faith
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá‘í. El sitio web oficial de la Fe Bahá‘í es Bahai.org. El sitio web oficial de los bahá’ís de los Estados Unidos es Bahai.us.
ENTENDIDO
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
¿Quiero ser bahá'í?
Espiritualidad

Cómo entender al Creador incognoscible

Rodney Richards | Feb 15, 2022

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

¿Interesado en otros temas?

Tenemos algo para todos
Rodney Richards | Feb 15, 2022

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

Desde los primeros tiempos de nuestra historia los profetas han llamado a la humanidad hacia Dios. Los llamamos profetas porque profetizan acontecimientos futuros y un estado futuro de la realidad.

También podríamos llamarlos amonestadores, consejeros, legisladores o exhortadores, pero son principalmente maestros que comparten su conocimiento de la esencia incognoscible de nuestro Creador.

Abdu’l-Bahá, en una charla dada en Washington D.C. en 1912, dijo:

Permitidme pregunta: ¿cuál es el propósito de la posición de los Profetas? ¿Por qué Dios ha enviado a los Profetas? Es axiomático que los Profetas son los educadores de los hombres y los maestros de la raza humana. Vienen para conferir educación universal a la humanidad, para darle instrucción, para sacar la raza humana del abismo de la desesperación y la desolación y permitirle al hombre alcanzar el apogeo del progreso y la gloria. La gente está en la oscuridad; los Profetas los llevan al reino de la luz. Se hallan en un estado de extrema imperfección; los Profetas les brindan perfecciones. El propósito de la misión profética no es otro que la educación y guía de la gente. Por tanto, debemos considerar y estar alertas al hombre así calificada, es decir, cualquier alma que demuestre ser el Educador de la humanidad y el Maestro de la raza humana indudablemente es el Profeta de Su época. – La promulgación a la paz universal.

Nadie sabe cuántos de los profetas mayores y menores ha enviado Dios a la humanidad, pero todos ellos tenían una conexión con esa esencia desconocida que llamamos el Creador. Moisés era «el que conversaba con Dios» y su legislador. Jesús declaró: «Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin», lo que significa su identidad con Dios. Muhammad dio revelaciones, cada una conocida como Ayah, que literalmente significa «la Señal de Dios». El Báb, el Heraldo de la revelación de Bahá’u’lláh y profeta por derecho propio, fue más directo, diciendo “«¡Yo soy, Yo soy, el Prometido! Yo soy Aquel Cuyo nombre habéis invocado durante mil años…”. – citado por Shoghi Effendi en Dios Pasa.

El único propósito de estos reveladores: transformar los corazones y las mentes de las personas, y darles un camino para entender y aceptar la vida del espíritu. Las palabras de los profetas, como mejor podemos entenderlas, son palabras directamente de Dios para nosotros. Esas palabras pretenden ganar nuestros corazones, ampliar y abrir nuestras mentes, cambiar nuestros comportamientos y crear el reino de Dios en la Tierra: un reino en el que la fuerza esté al servicio de la justicia, en el que existan la cooperación y el amor, y en el que todos nos sintamos obligados a cuidar de nuestros hermanos y hermanas de todas las razas y orígenes.

En un sentido real, conocer al profeta es lo mismo que conocer a Dios.

Desgraciadamente, en muchas de las antiguas religiones del mundo ese amor y conocimiento del profeta se ha convertido en apego, no en comprensión. Si los entendiéramos como maestros, y la vida como una escuela, sabríamos que nuestro desarrollo está supeditado a avanzar de un maestro a otro, de un grado a otro. A medida que la historia ha ido evolucionando y nosotros hemos ido evolucionando a lo largo de ese tiempo, se requieren nuevos pensamientos y acciones, basados en las lecciones aprendidas de cada maestro.

Mientras la humanidad persista en una definición parroquial y estrecha de estos grandes maestros, en la que estos personajes sagrados son enviados a un pueblo específico con un mensaje destinado solo a ellos, un mensaje escrito en tablas de piedra por así decirlo, un mensaje incapaz de cambiar, desarrollar y evolucionar, entonces seguiremos divididos en un estado de malestar y confusión.

Pero hoy vivimos en una época en la que esa confusión ha sido resuelta por las enseñanzas y el ejemplo de Bahá’u’lláh. Las enseñanzas bahá’ís dicen que Dios ha enviado al siguiente maestro divino en una larga línea de maestros, con un nuevo libro que contiene los planos y planes para lograr finalmente la unificación de los pueblos del mundo en la paz universal.

Ese libro contiene algo más que una mera exposición, describiendo cómo hemos llegado hasta aquí y por qué. También describe y proporciona herramientas para avanzar. Esas herramientas son las leyes para esta nueva era, como la adopción de una lengua universal y la creación de una nueva civilización mediante un orden económico y administrativo equitativo. Proporciona una base espiritual para relacionarse con Dios y con nuestros semejantes en un lenguaje claro e inequívoco, adaptado a las necesidades de esta generación moderna y de las que le seguirán.

Bahá’u’lláh nos habló de la importancia de esta nueva revelación:

No peséis el Libro de Dios con los criterios y ciencias comunes entre vosotros, ya que el Libro mismo es la Balanza infalible establecida entre los hombres. En ésta, la más perfecta Balanza, debe pesarse todo cuanto poseen los pueblos y linajes de la tierra, en tanto que su medida ha de comprobarse según su propia norma, si lo supierais. – El libro más sagrado.

Las páginas de ese libro son voluminosas: los textos sagrados bahá’ís abarcan decenas de miles de páginas, incluidos los escritos del Báb, de Bahá’u’lláh y de su hijo Abdu’l-Bahá. Las enseñanzas bahá’ís también incluyen los escritos del bisnieto de Bahá’u’lláh, Shoghi Effendi, y de la Casa Universal de Justicia, elegida democráticamente, que dirige la comunidad mundial bahá’í en la actualidad. Las palabras escritas por autores bahá’ís y otros también son numerosas, al igual que las que se leen aquí en BahaiTeachings.org.

Los profetas, por tanto, proporcionan una cadena ininterrumpida de guía para la humanidad. Sus libros y palabras inspiran grandes logros y civilizaciones enteras. Con su propia existencia, nos plantean esta pregunta: ¿No abrirás el libro de Dios abriendo tu mente y tu corazón a su conocimiento?

También podría interesarte

Cómo las enseñanzas de las religiones me están ayudando a construir mi carrera
Espiritualidad

Cómo las enseñanzas de las religiones me están ayudando a construir mi carrera

Caminando por un sendero espiritual en las redes sociales
Espiritualidad

Caminando por un sendero espiritual en las redes sociales

Cómo sentirse contento con lo que es
Espiritualidad

Cómo sentirse contento con lo que es


Comentarios

characters remaining
x
x
Conecta con los Bahá'ís de tu área
¡Bienvenido!
¿Cuál es su nombre?
Gracias my friend. Nos gustaría contactarte con algún bahá'í de tu localidad, ¿de dónde eres?
¡Muchas gracias! ¿Cómo podrían contactarte?
Para ponerte en contacto con los bahá'ís de tu localidad que puedan responder a tus preguntas, te pediremos algunos datos sobre ti.
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Ponte en contacto con los Bahá'ís de tu localidad