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Espiritualidad

Cómo sacrificarse por un bien mayor

V. M. Gopaul | Dic 13, 2022

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V. M. Gopaul | Dic 13, 2022

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El acto de ofrecerse a sí mismo, en lugar de dinero o bienes, por un bien mayor requiere sabiduría, amor y fe. Los mejores ejemplos de abnegación se encuentran en la vida de los profetas.

La historia bíblica del casi sacrificio de Abraham por su hijo es solo un ejemplo, pero muchos profetas sufrieron persecución e incluso la muerte para llevar el mensaje de Dios a la humanidad. Pensemos, por ejemplo, en los dramáticos sacrificios de sus vidas que hicieron Jesús y el Báb. Refiriéndose al dolor y sufrimiento de Cristo, Bahá’u’lláh dijo:

Has de saber que cuando el Hijo del Hombre exhaló Su último suspiro y se entregó a Dios, la creación entera lloró con gran llanto. Sin embargo, al sacrificarse, se infundió una nueva capacidad en todas las cosas creadas.

Bahá’u’lláh también reconoció que el sacrificio forma parte de la labor del profeta: “Por su sanción y autoridad todos los Profetas de Dios han tenido que beber del cáliz del sacrificio …”. Los profetas y fundadores de las grandes religiones del mundo hacen voluntariamente estos sacrificios para lograr el mayor bien imaginable: conducirnos al Creador y a un estado más elevado y espiritual para toda la humanidad.

La historia de la Fe bahá’í ofrece muchos ejemplos de este tipo de sacrificio. El 23 de junio de 1870, Mirza Mihdi, el hijo menor de Bahá’u’lláh, mientras caminaba por un tejado absorto en meditabunda oración, cayó accidentalmente por una claraboya y resultó gravemente herido. Bahá’u’lláh se ofreció a curarle, pero Mirza Mihdi pidió en cambio que «su vida fuera aceptada como rescate para aquellos a quienes se había impedido alcanzar la presencia de su Bienamado«. Bahá’u’lláh aceptó el deseo de su hijo, y Mirza Mihdi murió a la edad de veintidós años.

Pero, ¿qué podemos hacer nosotros, meros mortales?

La mayoría de nosotros no seremos llamados a un sacrificio tan dramático como la crucifixión de Cristo; el nuestro será más bien un esfuerzo lento y consciente hacia la renuncia gradual a las exigencias del yo insistente en aras de un propósito más elevado y noble. Hacer eso requiere desarrollar un sentido de desapego del yo y del ego, mientras nos dedicamos a algo más grande.

Pero, ¿por qué querría alguien hacerlo? El desapego del yo es un trabajo duro. Reflexionemos sobre este acto de sacrificio observando algunos ejemplos significativos. En el reino animal, el sacrificio es obligado. ¿Quiere realmente la mosca ser comida para los pájaros? ¿Quiere un ciervo ser la cena de un lobo? No. No hacen sacrificios consciente o voluntariamente, pero sus sacrificios son esenciales para el ciclo de la vida.

Para los humanos, sin embargo, el acto de autosacrificio solo puede producirse como una decisión consciente. Todo el mundo puede tomar esa decisión heroica dedicándose a un objetivo superior. A lo largo de la historia hay numerosos ejemplos brillantes de abnegación, que siguen inspirándonos para alcanzar la grandeza que representan.

Un ejemplo es Nelson Mandela, defensor de la libertad durante el régimen del apartheid en Sudáfrica.

Mandela

El apartheid, un sistema de segregación legal impuesto por el gobierno de Sudáfrica entre 1948 y 1994, reducía los derechos de la población mayoritaria «no blanca» en favor de la minoría blanca. El gobierno impuso la separación racial en la educación, la atención médica y espacios públicos como las playas. Los negros recibían habitualmente un servicio inferior al de los demás ciudadanos. En diciembre de 1956, cuando Mandela y otros protestaron contra esta injusticia en su tierra natal, fueron detenidos y encarcelados. Más tarde, Mandela fue juzgado como líder del CNA y declarado culpable. Como parte de su alegato final en el juicio, Mandela dijo:

Durante mi vida me he dedicado a la lucha del pueblo africano. He luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra. He acariciado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas convivan en armonía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir y alcanzar. Pero si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto a morir.

Rosa Parks

Por supuesto, la segregación racial también era un hecho al otro lado del Océano Atlántico, en los estados del sur de Estados Unidos. Era práctica común en el transporte público, por ejemplo, obligar a los negros a sentarse en la parte trasera del autobús. En diciembre de 1955, Rosa Parks, una mujer afroamericana, subió a un autobús y ocupó un asiento en la primera fila reservada a los pasajeros negros. Al cabo de unas paradas, los asientos para caucásicos se llenaron. Cuando otro hombre blanco subió al autobús, el conductor pidió a todos los de la fila de Parks que se pusieran detrás para dejar sitio a los blancos. Todos accedieron excepto Parks. Su negativa le valió el arresto y, al ser declarada culpable, una multa de 10 dólares más otros 4 por las costas judiciales. Algunos consideran este incidente como el inicio del Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos.

Los participantes en ese movimiento tomaron una decisión clara que puso en peligro sus vidas. Durante esta época turbulenta en Estados Unidos, miles de personas fueron encarceladas, se quemaron casas y otras propiedades, muchos fueron golpeados y torturados, y algunos murieron. Estos sacrificios condujeron directamente a cambios en la legislación que prohibían la segregación y trataban de prevenir o corregir otras formas de discriminación racial. 

Gandhi

Mahatma Gandhi empleó medios no violentos para luchar contra la opresión derivada de la colonización de la India por el Imperio Británico. Fue encarcelado por sus protestas. Con el tiempo, el objetivo de Gandhi se hizo realidad cuando la India obtuvo la independencia, pero él pagó el precio más alto al ser asesinado.

La historia está llena de historias de actos heroicos que han cambiado por completo el rumbo de las vidas humanas. Como Gandhi, Mandela y Parks, muchos otros han luchado por la igualdad, la justicia y la paz durante décadas y siglos. ¿Serás tú uno de ellos?

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