¿Podemos probar la existencia de Dios?

¿Existe alguna evidencia que pruebe la existencia Dios? ¿Cómo podemos reconciliar la religión y la ciencia? ¿Acaso los elefantes morados controlan nuestro mundo?

Un buen amigo mío es ateo y él me dice que no hay forma de que yo le refute si es que él dice que elefantes morados de algún otro planeta controlan la tierra. Él no puede probar que esto es cierto, pero él compara esa afirmación con la afirmación de que Dios es real y existe, diciendo que no hay forma de que yo lo puedo probar.

Muchos ateos actualmente tienen una mentalidad científica. Dicen que no existe prueba de Dios y que, por lo tanto, ellos solo creen en las cosas que pueden probar. Sin embargo, muchos de ellos no tienen ningún problema en creer en la física teórica, así como en conceptos como las partículas subatómicas, mecánica cuántica, teoría de las cuerdas y la materia oscura. Algunos de estos conceptos ya han sido comprobados, pero inicialmente los científicos los imaginaron y creyeron en ellos basándose únicamente en el razonamiento teórico.

Aquellos que creen en Dios, por otro lado, también basan sus convicciones en un razonamiento calculado. Ellos dicen que Dios desea probar la fe de la humanidad y así Dios ha creado un extraordinariamente complejo universo material.

“…El Todo Poderoso ha probado a Sus siervos y continuará probándoles hasta la eternidad, a din de que la luz sea distinguida de las tinieblas; la verdad, de la falsedad; lo justo, de lo injusto; la guía, del error; la felicidad del infortunio; y las rosas, de las espinas. Pues como Él ha revelado: “¿Piensan los hombres cuando dicen ‘creemos’ que se les dejará en paz y no serán probados?”- Bahá’u’lláh,  Kitáb-i-Íqán, p.15.

Aparte de este proceso de prueba, creo que los seres humanos se les da la elección de dar cuenta por sus propias observaciones ya sea por explicaciones espirituales o materialistas. Lo anterior implica la existencia del espíritu o alma. Los escritos Bahá’ís declaran que estos tienen lugar en esta y la siguiente vida (es decir el reino material y el espiritual), pero también que el Reino de Dios es una realidad distinta. ‘Abdu’l-Bahá explica lo siguiente:

“(El Reino de Dios) es un mundo espiritual, un mundo divino y el centro de la Soberanía de Dios. Está libre de cuerpos y de todo lo físico, y está purificado y santificado de las imaginaciones del mundo humano. Estar limitado a un lugar es una propiedad de los cuerpos, no de los espíritus. Lugar y tiempo rodean al cuerpo, mas no a la mente o al espíritu. Observa cómo el cuerpo humano se encuentra confinado a un espacio reducido de tan sólo unos pocos palmos. Pero el espíritu y la mente del hombre viajan por todos los países y regiones- e incluso surcan el espacio infinito de los cielos-, abarcan todo cuanto existe, y realizan descubrimientos en las exaltadas esferas y las distancias infinitas. Ello se debe a que el espíritu no está limitado a un lugar concreto. Para el espíritu la tierra y el cielo son una misma realidad donde cabe realizar descubrimientos. En cambio, el cuerpo sí está sujeto a un lugar, y no conoce lo que existe más allá de él” – ‘Abdu’l-Bahá, Contestaciones a unas preguntas, p. 295.

Regresando a mi amigo ateo, él explicaba que nuestro deseo de ser espirituales y unirnos junto a otros en aquella búsqueda es un instinto de sobrevivencia humana llevada por milenios de desarrollo. Y no existe forma de probar o desmentir aquel punto de vista. Es únicamente una opinión. Por otro lado, los creyentes podrían decir que la razón detrás de eso es porque cuando nos reunimos, encontramos felicidad al sentir la presencia del Espíritu Santo. Y no podemos “probar” eso tampoco. Muchas de aquellas observaciones parecen tener potencialmente tanto una explicación espiritual como material. Pero, ¿a través de qué lupa está observando el individuo?

«Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” – La Biblia, Corintios 2:14.

Mi amigo argumenta que es muy conveniente para los creyentes construir un Dios que intencionalmente hizo imposible probar su existencia. Pero las pruebas, según yo, no tienen que ser necesariamente blanco o negro, esto es: absoluto vs cero posibilidades. Y, para mí, si Dios intencionalmente creó un universo de tal forma que Su existencia no pueda ser probada, entonces esa es la forma como es y la acepto. No niego a Dios solamente porque no encaja en mi noción de lo que Dios “debería” hacer. ¡Él es Dios!

Con respecto al método científico, este es solo una forma de discernir la realidad de las cosas, no un sistema de creencias en sí. Sin embargo, se puede usar el poder del raciocinio de una forma científica. La verdadera ciencia comienza por tener una mente abierta a todas las posibles explicaciones a un problema. ¡Muchos, por el contrario, comienzan con la presuposición que Dios no existe, y luego usan su intelecto para tratar de dar cualquier otra explicación alterna! Pero, ¿qué si estuviésemos abiertos a más opciones?

Muchos filósofos están de acuerdo que, en última instancia, no podemos comprender completamente a un Dios que nos haya creado, ya que somos seres inferiores. Es así que todo lo que podemos hacer es estudiar los escritos de los mensajeros de Dios (la cual es también una observación científica empírica) y luego tratar de entender lo que trataron de decir sobre Dios y el propósito que Él tiene para nosotros.