Uno de los principios centrales de las enseñanzas bahá’ís: La absoluta igualdad entre géneros, hizo su camino hacia las Naciones Unidas recientemente.
Esto ocurrió cuando la Comunidad Internacional Bahá’í publicó su nueva declaración sobre el progreso de la mujer y la relación vital entre la igualdad de género y la verdadera prosperidad.
El documento, publicado en preparación para la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, celebrada en las Naciones Unidas esta semana, destaca la visión bahá’í de lograr prosperidad global mediante la emancipación de la mujer. La Comisión -el principal foro mundial anual de la ONU para la promoción de la equidad de género y el empoderamiento de la mujer- promueve los derechos de las mujeres y da forma a los estándares globales para la igualdad.
La declaración de la Comunidad Internacional Bahá’í, «Hacia la prosperidad: el papel de las mujeres y los hombres en la construcción de una civilización mundial floreciente», conecta la igualdad de las mujeres y los hombres con el avance de la sociedad en general.
La declaración explora una concepción holística del progreso, pidiendo por una visión más allá de una mera prosperidad económica. El progreso de la mujer debe entrañar más que un empoderamiento económico, argumenta la Comunidad Internacional Bahá’í. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la transformación social para un mundo más justo, pacífico y equitativo cuando son capaces de participar de manera significativa en cada esfera de la vida.
Aunque se han registrado avances sustanciales en la igualdad de género a través de las décadas, todavía queda mucho por hacer, menciona la nueva declaración. El acceso a la educación y otras áreas importantes han aumentado considerablemente; sin embargo, la injusticia sistemática y estructural, continúan suprimiendo el potencial de las mujeres y constituyen un obstáculo importante para el progreso. La declaración dice:
“Hasta que estas desigualdades sean completamente desarraigadas del tejido social, la humanidad permanecerá sumida en el conflicto, la desesperación, la confusión y el desequilibrio que han llegado a definir gran parte de la vida moderna”.
Sin embargo, la publicación describe el camino hacia la prosperidad, a pesar de sus muchos obstáculos, como un camino pavimentado de esperanza.
Las enseñanzas bahá’ís expresan esa esperanza en muchos lugares y de distintas maneras. ‘Abdu’l-Bahá pronosticó con confianza que nadie podría retardar o impedir el progreso de las mujeres:
“En esta Revelación de Bahá’u’lláh la mujer marcha a la par del hombre. En ninguna actividad se quedará atrás. Sus derechos son iguales en grado a los del hombre. Ella accederá a todas las ramas administrativas de la política. Alcanzará en todo un desarrollo tal, que llegará a ser considerada como la más elevada posición en el mundo de la humanidad, y tomará parte en todos los asuntos. Ten la seguridad. No te fijes en las condiciones actuales; en un futuro no lejano el mundo de la mujer llegará a ser completamente refulgente y glorioso. ¡Pues Su Santidad, Bahá’u’lláh, así lo ha deseado! Cuando se realicen elecciones, el derecho al voto será un derecho inalienable de la mujer, y la entrada de la mujer en todas las esferas de actividad humana es una cuestión irrefutable e incontrovertible. Ningún alma puede retardarlo o impedirlo.” – ‘Abdu’l-Bahá, La sabiduría de ‘Abdu’l-Bahá, páginas 222-223.
La oficina de Nueva York de la Comunidad Internacional Bahá’í en las Naciones Unidas, explorará estos temas durante la Comisión, la cual tendrá lugar del 13 al 24 de marzo de 2017. La información sobre las sesiones que la Comunidad Internacional Bahá’í organizará y de las que participará, están disponible aquí.
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