¡Ven conmigo si quieres vivir!

La famosa frase de la película de Terminator: «¡Ven conmigo si quieres vivir!» no tiene su origen en la película. Esta frase se ha exclamado desde la antigüedad.

Esa misma llamada, pronunciada por muchos y de muy diversas maneras, es tan antigua como la humanidad. Los profetas de Dios la han pronunciado una y otra vez.

Usando otras palabras, Noé lo proclamó a los que se burlaban de su su Arca. Solo su familia sobrevivió al diluvio y fundó una nueva tribu. La historia puede ser simbólica, pero el llamamiento de Noé a ponerse a salvo y venir con él en el Arca también simboliza la llamada de Dios a la humanidad para que se vuelva hacia Él y se ponga a salvo.

Krishna dijo: «La fe en Krishna es el mejor y más seguro camino«.

Seguirle, prometió Buda, es encontrar la iluminación.

Zoroastro proclamó «Lo que es bueno para todos y cualquiera, para quien sea, eso es bueno para mí…«

Moisés lo expresó de otra manera cuando dijo: «¿Te has olvidado de Dios? Pues Él no se ha olvidado de ti«.

Como se recoge en Lucas 9, Jesucristo dijo: «Si alguno quiere venir en busca de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por mí, la salvará«.

Se dice que Muhammad dijo a sus seguidores que «Amar a la humanidad es lo segundo después de tener fe en Alá y es una de las mejores acciones del islam».

El Bab, el fundador de la fe babí y el heraldo y predecesor de Bahá’u’lláh, dijo:

¡Yo soy, Yo soy, el Prometido! Yo soy Aquél cuyo Nombre habéis invocado por mil años, a Cuya mención os habéis puesto de pie, Cuyo Advenimiento habéis añorado atestiguar y la hora de Cuya Revelación habéis orado a Dios para que la apresure.

Bahá’u’lláh escribió:

Si Me seguís, veréis aquello que os fue prometido y os haré Mis compañeros para siempre en el dominio de Mi majestad y en los aposentos de Mi belleza en el cielo de Mi poder.

En tiempos más recientes, pensemos en estas palabras del reverendo Martin Luther King Jr. «Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra en la realidad. Es por eso que el bien temporalmente derrotado es más fuerte que el mal triunfante».

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Todos los mensajeros y profetas nos dicen que dentro de nosotros está enrollado el universo. Nuestros cuerpos anhelan vivir en seguridad y protección, pero aun así buscamos la verdad y luchamos por ella. Las voces hoy claman por ella.

La verdad es que el Creador, conocido por muchos nombres, en su sabiduría nos ha proporcionado mensajeros, manifestaciones y profetas que nos impulsan hacia la luz de la justicia, la libertad, la cooperación y el amor tan necesarios para nuestra supervivencia colectiva. «¡Venid conmigo si queréis vivir!», nos dice cada uno.

Nos encontramos en el siglo XXI luchando por la supervivencia de nuestra especie en medio de catastróficos desastres naturales provocados por el hombre, el racismo y la injusticia rampante. El mundo arde de desunión, al igual que arden los incendios forestales que destruyen millones de hectáreas, ciudades y vidas. Pero las enseñanzas bahá’ís nos ofrecen esperanza, porque una vez más la palabra de Dios ha sido revelada para la humanidad en esta nueva era. Solo el poder y la energía creativa de esas palabras pueden apagar las llamas de la desintegración. Los bahá’ís creen que los vastos escritos de la fe bahá’í contienen las soluciones a estos problemas, empezando por el individuo y avanzando colectivamente en círculos cada vez más amplios de acción unificada. Estos textos, disponibles de forma gratuita, son las claves para descifrar el llamamiento espiritual «¡Ven conmigo si quieres vivir!» y pueden encontrarse aquí.