Acuéstese con honestidad

Embelleced vuestras lenguas, oh pueblo, con la veracidad, y adornad vuestras almas con el ornamento de la honradez. – Bahá’u’lláh, Pasajes de los escritos de Bahá’u’lláh, página 334

Hace unos meses, mi esposo y yo fuimos a comprar un colchón. Nuestro dilapidado y envejecido colchón ya no funcionaba apropiadamente o cómodamente. Nos detuvimos en varios grandes almacenes, tiendas de descuentos, tiendas minoristas, y cadenas de colchones en la búsqueda de la cama perfecta.

En una de nuestras primeras paradas, tuvimos una experiencia memorable, que nos ilustró sobre las formas de venta al por menor – y el enfoque deshonesto que algunas personas de ventas usan.

En esta tienda de colchones (sin nombre), nos dimos cuenta emocionadamente de un descuento. Probamos algunos colchones y después de acostarnos y probar varios, pensamos que talvez LO habíamos encontrado. El vendedor parecía agradable; sin embargo, su inusual físico no pasó desapercibido. Caminando con una ligera cojera, con el rostro enrojecido, los ojos enrojecidos y los hombros dolorosamente inclinados hacia adelante, nos dijo que la cama que habíamos escogido era exactamente igual que su colchón en casa, ¡y durmió y se sintió bien! (La falta de concordancia entre sus palabras y su apariencia demacrada y exhausta fue nuestra primera pista sobre su deshonestidad).

Nos ofreció un sorprendente descuento que parecía demasiado bueno para ser cierto (pista número dos). Nos ofreció agua embotellada y encantadoramente conversó con nosotros a medida de considerábamos la oferta.

Mi esposo y yo nos paramos al lado por unos minutos y discutimos nuestros pensamientos. Un sabio amigo nos dijo una vez que no importa cuán grande sea la oferta, dormirás en tu decisión (sin juego de palabras). Si no se le permite el tiempo que necesita, entonces no es una buena decisión.

Aquí donde se puso un poco extraño en la tienda de colchones (sin nombre).

Mi esposo y yo nos aventuramos al registro, informando al vendedor que, a pensar de la gran oferta, no haríamos una decisión de inmediato. Le dijimos que dormiríamos en la oferta (lo siento) y regresaríamos en la mañana.

En este punto, nuestro vendedor aparentemente agradable se convirtió en el Emperador Palpatine, ese personaje insidioso de la Guerra de las Galaxias conocido por su engaño. La voz amistosa del vendedor y las palabras encantadoras cambiaron. La oferta ya no existía. Probablemente la parte más aterradora fue su risa malvada.

Sobra decir que, educadamente salimos del establecimiento. Pero la historia tiene un final feliz. Después de algunas semanas más de compras cuidadosas, encontramos un vendedor honesto que nos vendió el colchón perfecto – sin disgustos, mentiras y presión indebida.

¿Ha tenido una experiencia similar? Estoy segura que la ha tenido. Como seres humanos falibles, todos enfrentamos nuestras luchas diariamente con honestidad y veracidad. Probablemente todos hemos mentido en un momento u otro. Talvez usted ha mentido para escapar de un regaño de los padres cuando era niño, o para evadir las consecuencias embarazosas de hacer algo de lo que no estaba orgulloso como un adulto.

Sé que yo mismo no he sido honesto en unas pocas ocasiones, aunque me gusta pensar que es sobre todo por deseo de no lastimar los sentimientos de alguien. Realmente me esfuerzo diariamente hacia mi meta de ser una persona completamente honesta.

¿Por qué es importante la honestidad? El progreso del mundo y el logro de nuestras virtudes espirituales individuales depende de la veracidad, según los escritos bahá’ís:

La veracidad es la base de todas las virtudes humanas.  Sin la veracidad, el progreso y el éxito en todos los mundos de Dios son imposibles para cualquier alma. [Traducción de cortesía] Tablets of ‘Abdu’l-Baha, p. 459.

En esta próxima cita, ‘Abdu’l-Bahá describe la importancia de la honestidad y la veracidad más allá, al discutir la lucha humana entre el bien y el mal. Al referirse a nuestras elecciones entre los placeres superficiales y malos deseos (como la agresión, el poder y el odio) y las metas espirituales de bondad, honestidad, amistad y amor, Él dice que aquellos que practican la honestidad:

Los amigos son estrellas en los altos cielos de la guía, cuerpos celestes en los firmamentos de la gracia divina, que con todos sus poderes ponen en fuga la oscuridad. Echan abajo los cimientos de la malevolencia y el odio. Abrigan un solo deseo para el mundo y todos sus pueblos: bienestar y paz. Por ellos son derribados los baluartes de la guerra y la agresión. Son veraces y honrados en sus negocios y su objetivo es la amistad, y son bondadosos aun con un enemigo cruel; hasta que al final transformen esta cárcel de traición, el mundo, en una mansión de máxima confianza, y conviertan esta prisión de odio, malevolencia y rencor en el Paraíso de Dios. – Selección de los escritos de ‘Abdu’l-Bahá, página 293

Los bahá’ís creen que la honestidad puede crear un mundo de almas dignas de confianza. Cuando las personas han sido honestas con usted, ¿no confía en ellos plenamente? Cuando esto sucede, las amistades construyen sus lazos fuertes de confianza, creando un hermoso paraíso en la Tierra.

Por favor, únase a mí en esta búsqueda por erradicar la deshonestidad del mundo. Al hacerlo, inevitablemente convertimos a la Tierra en un hogar de confianza, amistad, y en última instancia, paz.