Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Una madre pensaba que su hija estaba molesta con ella porque un día no contestó a sus llamadas telefónicas. Una adolescente pensó que sus amigos no se preocupaban por ella porque no le enviaron ningún mensaje para desearle que se mejore cuando estuvo enferma. Una amiga fue percibida como sarcástica y poco sincera debido al tono natural de su voz.
Todas estas suposiciones dieron lugar a malentendidos y a herir sentimientos, porque los juicios de cada persona ni siquiera eran ciertos.
Ejemplos de suposiciones comunes que hace la gente
Lamentablemente, la gente hace suposiciones todo el tiempo cuando:
- Asumir que los demás saben lo que quieren aunque no lo verbalicen.
- Asumir que los demás piensan, se comportan y se comunican del mismo modo que lo hacen ellos.
- Asumir que conocen las intenciones que hay detrás de las acciones de alguien sin que exista una comunicación clara o pruebas.
- Asumir que los comportamientos de los demás son un reflejo de sus sentimientos hacia ellos.
- Asumir que los demás están de acuerdo con sus creencias, opiniones o perspectivas sin verificarlo.
- Asumir que los comportamientos de los demás son el resultado de sus rasgos de personalidad en lugar de tener en cuenta factores externos.
- Asumir que los individuos de un grupo demográfico comparten las mismas características o comportamientos.
Este listado puede seguir y seguir.
Por qué no debemos hacer suposiciones
Muchos conflictos interpersonales evitables se basan en suposiciones erróneas. Como explica don Miguel Ruiz en su libro «Los Cuatro Acuerdos», «Hacemos suposiciones sobre lo que los demás hacen o piensan -nos lo tomamos personalmente – y después, los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestras palabras. Este es el motivo por el cual siempre que hacemos suposiciones, nos buscamos problemas. Hacemos una suposición, comprendemos las cosas mal, nos lo tomamos personalmente y acabamos haciendo un gran drama de nada».
RELACIONADO: No te tomes nada personal: 5 consejos para lograr el segundo acuerdo
Por eso, «no hagas suposiciones» es el tercer acuerdo que don Miguel Ruiz nos pide para experimentar más felicidad y armonía en nuestras vidas.
6 consejos para dejar de hacer suposiciones y evitar malentendidos
Basándome en la guía de los escritos bahá’ís y en la inspiración de «Los Cuatro Acuerdos», he aquí seis consejos que he identificado y que pueden ayudarnos a dejar de hacer suposiciones y evitar malentendidos:
1. Evita precipitarte al peor de los escenarios
¿Tu colega no responde a tus correos porque no le caes bien o porque está desbordado de trabajo y le cuesta encontrar tiempo para responder a todos los mensajes? Es importante tener en cuenta las muchas razones por las que una persona puede comportarse de una determinada manera antes de saltar al peor escenario posible.
Antes de cambiar tu opinión sobre alguien, tal vez quieras recordar todas sus buenas cualidades. Por lo general, las personas de nuestra vida tienen más cualidades buenas que malas, y no debemos dejar que sus defectos eclipsen todas las cosas maravillosas que han hecho. Abdu’l-Bahá, una de las figuras centrales de la fe bahá’í, dijo:
Ver siempre el lado bueno y no el malo. Si un hombre tiene diez buenas cualidades y una mala, considerad las diez y olvidad la mala. Y si un hombre tiene diez malas cualidades y una buena, considerad la una y olvidad las diez.
Y nos aconsejó «ayudarles, por medio de la bondad, a corregir sus defectos».
2. Ten un juicio justo
Cuando nos apresuramos a suponer lo peor de las personas sin pruebas claras, especialmente después de haber tenido relaciones positivas con ellas, no estamos siendo justos ni equitativos en nuestro juicio.
Los bahá’ís consideran que la imparcialidad y la justicia son dos virtudes que pueden iluminar el mundo. Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la fe bahá’í, escribió:
Aquellos que son justos e imparciales en sus juicios ocupan una sublime posición y poseen un rango exaltado.
Cuando somos justos y ecuánimes en nuestro juicio, podemos evitar ser víctimas de daños emocionales innecesarios o de perpetuarlos.
3. Haz preguntas
En lugar de hacer suposiciones sobre las intenciones, motivaciones o sentimientos de una persona, podemos hacerle preguntas para aclarar lo que está sucediendo. Bahá’u’lláh incluso aconsejó a los escritores que investiguen «los hechos en forma integral, para informarse de la verdad y escribir de acuerdo con ella». Esta búsqueda y compromiso con la verdad debería guiar las interacciones y la comunicación de cada individuo.
Así, don Miguel Ruiz escribió: «Asegúrate de que las cosas te queden claras. Si no comprendes alguna, ten el valor de preguntar hasta clarificarlo todo lo posible, e incluso entonces, no supongas que lo sabes todo sobre esa situación en particular. Una vez escuches la respuesta, no tendrás que hacer suposiciones porque sabrás la verdad».
4. Entender que todos pensamos de forma diferente
Una gran suposición que hace la gente es que todo el mundo percibe y reacciona a las situaciones de la misma manera. Todos tenemos pensamientos, sentimientos, percepciones, motivaciones y aspiraciones diferentes. Debemos entender que cada uno está en su propio mundo, navegando a través de sus realidades únicas con sus diversas perspectivas.
5. Expresa lo que quieres
No podemos esperar que la gente nos lea la mente y sepa lo que queremos y esperamos de una relación. Por ejemplo, el Dr. Gary Chapman identificó cinco lenguajes del amor porque a cada persona le gusta dar y recibir amor de formas distintas.
Por eso, don Miguel Ruiz nos aconsejó expresar lo que realmente queremos. Escribió: «Todo el mundo tiene derecho a contestarte «sí» o «no», pero tú siempre tendrás derecho a preguntar. Del mismo modo, todo el mundo tiene derecho a preguntarte y tú tienes derecho a contestar «sí» o «no»». No tienes que ser amigo de todo el mundo, pero es justo para ambas partes de una relación tener claro lo que quieres y necesitas.
6. Comunícate con claridad
Nadie tendría que hacer suposiciones si todo el mundo fuese claro. La comunicación clara evita la falta de comunicación. Tiene el poder de resolver problemas y enmendar malentendidos. Te ayuda a ser impecable con tu palabra. Don Miguel Ruiz escribió: «Con sólo este acuerdo, puedes transformar completamente tu vida».
Comentarios
Inicia sesión o Crea una Cuenta
Continuar con Googleo