¿Solo hay un pueblo escogido?

¿Acaso designó Dios un solo pueblo escogido? En caso afirmativo, ¿por qué? Mi amigo de Internet Epi, testigo de Jehová, y yo seguimos discutiendo esa controvertida idea.

Él mantiene la creencia de que ha habido un solo maestro verdaderamente divino en la historia del mundo, Jesucristo, una sola Escritura Sagrada, los 66 libros de la Biblia protestante traducidos por la Sociedad Watchtower, y un solo pueblo escogido, los judíos, los cristianos y, ahora, los testigos de Jehová.

Me di cuenta de que el concepto de un pueblo escogido al que Dios exclusivamente alimentó, vistió y educó (espiritualmente hablando) se opone a las enseñanzas reales de Cristo tal y como se revelan en los Evangelios, concretamente en el Sermón de la Montaña.

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Pero Epi era inflexible: Los judíos, los cristianos y los testigos de Jehová son el pueblo escogido, dijo, y solo puede haber un profeta y un pueblo escogido.

Irónicamente, esta es exactamente la razón por la que los fariseos rechazaron a Cristo.

Para ellos, solo había un profeta del que las Escrituras documentaran que había visto el Rostro o la Forma de Dios: Moisés. Sin embargo, aquí llegó Jesús de Nazaret, un humilde carpintero, reclamando esa misma relación con Jehová. Peor aún, interpretaba y añadía sus propias ideas a las enseñanzas divinas y las enseñaba a todo el mundo, ¡incluso a los samaritanos!

Cristo nunca habla de un pueblo escogido. Por el contrario, deja claro en el Sermón de la Montaña (concretamente en Mateo 7) que Dios suministrará alimento espiritual a todos sus hijos, no les dará cosas que no les nutran (una piedra en lugar de pan) o que les resulten perjudiciales (una serpiente en lugar de un pez). En estos mismos pasajes, también dice a su audiencia que tienen la capacidad espiritual de discernir el bien del mal.

Así que, le dije a Epi, ¿a quién debo creer, a los patriarcas judíos o a Cristo? Me quedo con Cristo.

Epi dijo: La razón por la que Jehová escogió a la nación (que vino) de Abraham, fue porque Abraham era el único que hacía lo que era correcto a los ojos de Dios. Todos los demás en el mundo no lo hacían.

Esto introduce un dilema más profundo. ¿Qué «razón» válida puede tener Dios para violar su propia naturaleza y sus enseñanzas espirituales explícitas?

Después de revelar la naturaleza de Dios como padre más amoroso y perfecto que cualquier ser humano, Cristo habla de cómo distinguir la verdad de la mentira. El criterio que utiliza es: «Por sus frutos los conoceréis». Si esto es cierto para los seres humanos, ¿cuánto más debe serlo para Aquel que dio esa guía? ¿Estás dispuesto a creer que el fruto de la conducta de Jehová es el engaño?

¿Mi conclusión? Estas parecen ser las opciones que tenemos ante nosotros:

• Dios ocultó intencionadamente su guía a grandes franjas de la humanidad y tuvo un comportamiento que haría que arrestaran a un padre humano. Entonces, ¿cómo debemos entender las declaraciones de Cristo sobre las cualidades esenciales de Dios?
• Dios es el Padre amoroso que Cristo reveló que era, y los seres humanos se han equivocado y están «enseñando como doctrinas mandamientos de hombres» (Marcos 7:7). Estamos construyendo nuestra comprensión de la fe no sobre la palabra de Dios, sino sobre nuestras propias normas imperfectas de comportamiento.

¿Cuál de las dos opciones es la correcta? Esas son las dos únicas opciones que veo. ¿Puedes proponer otra?

Por favor, entiende que no estoy rechazando la Biblia. Estoy rechazando una determinada interpretación humana de la misma. Estoy sugiriendo que si las palabras de Cristo son ciertas, como creen los bahá’ís, entonces los humanos tenemos que entender el concepto de «ser elegido» (y muchas otras cosas) de una forma muy diferente.

Dices que estos miles de millones de almas que no conocieron a Moisés ni a Cristo sufrieron para vivir en la oscuridad espiritual. Ellos eran ignorantes de la voluntad de Dios, no por elección, sino simplemente porque no estaban viviendo en el lugar correcto en el momento adecuado. Sin embargo, en lugar de enseñarles Su voluntad, Dios eligió castigarlos por su desgracia dándoles la espalda durante milenios. Según esa interpretación, incluso permitió que profetas falsos utilizaran Sus propias enseñanzas para engañar a sus presas, defendiendo la misma devoción a Dios y el mismo amor por sus semejantes que Moisés y Jesús enseñaron.

¿Te parece correcto? ¿Trataría así un padre humano a un hijo ignorante, especialmente si éste le pidiera conocimiento? ¿Un padre amoroso no le daría al niño un maestro?

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Así que repito, usando la Palabra de Cristo como medida, si Dios es quien Cristo revela que es, no dejaría a esas personas sin guía. Para empezar, no sería justo ni misericordioso. Pero también contradeciría la revelación de Cristo.

También me pregunto qué significa ser «escogido». Creo que Cristo lo resume concisamente en Marcos 2:17 cuando dice a los fariseos: «Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos: No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Los escogidos de Cristo no eran los virtuosos y cultos; eran los incultos, los pobres, los enfermos espirituales, los orgullosos, los materialistas.

Observa la historia: ¿No has notado que los mensajeros de Dios llevan su luz a los más necesitados, a los que viven en la más profunda oscuridad? Es levantando a lo más bajo de la humanidad la forma en la que Él prueba la eficacia de Sus palabras.

Abdu’l-Bahá, el hijo mayor de Bahá’u’lláh y el centro de su Alianza, expresa esta idea en una oración bahá’í que reveló. En ella dice:

¿Cómo puedo conseguirlo a menos que Tú me asistas con el hálito del Espíritu Santo, me ayudes a triunfar con las huestes de Tu glorioso reino y derrames sobre mí Tus confirmaciones, que por sí solas pueden transformar un mosquito en un águila, una gota de agua en ríos y mares, y un átomo en luces y soles?

Espero que la conversación con mi amigo Epi, testigo de Jehová, le haya dado una idea más amplia de lo que significan esas luces y esos soles.