Apatía y letargo: No son una opción para los bahá’ís

A medida que el mundo se convierte en un lugar menos seguro y lo que solía funcionar se desmorona con una frecuencia alarmante, me encuentro con una pregunta recurrente: ¿son los bahá’ís apáticos? No. Jamás. respondo.

Aunque comprendo que la gente pueda pensar así, puesto que los bahá’ís no se identifican con partidos políticos, y no participan en partidismos divisionistas ni critican a las personalidades que se regodean en la división. Cuando respondo, a menudo me preguntan: «¿No ven lo que está pasando? y ¿qué hacen al respecto?».

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Sí, lo vemos, y la disfunción del mundo es tan estresante para los bahá’ís como para los demás. La desunión y sus trágicas consecuencias siembran el dolor por doquier. Los propios bahá’ís se han convertido en las víctimas inocentes de esas terribles tragedias en muchos lugares del mundo en estos momentos. Pero son exhortados a otro nivel de comprensión de lo que está sucediendo y esa es la razón por la que los bahá’ís del mundo ofrecen universalmente un servicio a la humanidad para remediar los efectos de un cambio sísmico mundial –lo que los escritos bahá’ís caracterizan como el inminente establecimiento del Reino de Dios en la Tierra.

Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la Fe bahá’í, escribió “…la luz de la unidad ha brillado sobre el horizonte del mundo y la ley de la unicidad ha sido revelada entre las naciones…” Los bahá’ís creen que esta nueva dispensación espiritual que trajo Bahá’u’lláh ha empezado a alterar las formas fundamentales en que nos relacionamos entre nosotros como seres humanos, y que un nuevo ciclo de poder espiritual seguirá produciendo cambios transformadores, con lo que el mundo acabará evolucionando hacia un nuevo mundo en el que toda la humanidad viva como una sola familia.

Las grandes transiciones históricas, unidas a la resistencia humana al cambio, nunca han sido fáciles. En su libro Citadel of Faith (Ciudadela de la fe), Shoghi Effendi, el Guardián de la Fe bahá’í, siempre consciente de los peligros inherentes para todos en tiempos turbulentos, advertía:

Ahora más que nunca debéis esforzaros enormemente por liberaros de los obstáculos de la apatía, el apego a las actividades mundanas y el letargo, que se interponen en el camino de tan gloriosa realización. A medida que la gente a vuestro alrededor anhela cada vez más una sociedad en la que prevalezca la rectitud de conducta, que esté animada por una nobleza de comportamiento moral, y en la que las diversas razas estén firmemente unidas, vuestro reto consiste en demostrar la eficacia del Mensaje de Bahá’u’lláh para atender sus necesidades y recrear los cimientos mismos de la vida individual y social. – [Traducción provisional de Oriana Vento].

Reflexionando sobre el alcance del reto, ¿cómo empezar siquiera a abordarlo? 

Para los bahá’ís, nuestra comprensión es que Bahá’u’lláh, el mensajero de Dios para este día, ya ha proporcionado el plan para llevar a la humanidad con seguridad hacia el futuro. Sin embargo, ese plan, basado en la unidad de la familia humana, no se manifestará mágicamente. Su aparición gradual requerirá fe, oración y acción por parte de todos. Participar en el fomento de una mayor desunión significaría restar tiempo y energía a esas actividades constructivas.

Sin embargo, para lograr estos nobles objetivos todos debemos superar dos grandes obstáculos: la apatía y el letargo. Al estar alimentados por un ciclo de noticias negativas las 24 horas del día, puede ser difícil darse cuenta de que, junto con una desintegración inevitable, también tiene lugar un proceso de integración y reconstrucción.           

Así que, básicamente, los bahá’ís y otras personas que quizá conozcan trabajan constantemente para establecer una base unificadora de construcción comunitaria. En lugar de ocuparse de los síntomas sociales de desunión y odio, los bahá’ís intentan atacar la enfermedad subyacente. Ese trabajo silencioso no suele acaparar titulares, porque esas actividades locales implican a personas como usted y como yo que unen a individuos y vecindarios. 

En primer lugar, dado que no tenemos clero, los bahá’ís enseñan de forma individual los principios de la Fe bahá’í, no solo con palabras sino también con acciones que ofrecen soluciones espirituales. A continuación, los bahá’ís tratan de establecer vínculos con otras personas de ideas afines, que a menudo no son bahá’ís, ofreciendo libremente actividades básicas como reuniones devocionales, cursos de profundización espiritual para adultos y clases para niños y jóvenes a nivel comunitario. Esta influencia espiritualizadora, ejercida por bondad y amor, significa que las soluciones se buscan y las actividades se planifican a través de la interacción y la consulta con los demás.

El servicio a la humanidad impulsa esta empresa y no solo eleva a los participantes, sino que infunde una energía espiritual a los lugares donde viven. Este servicio altruista sigue el consejo de Bahá’u’lláh de «Ocupaos con las cosas que beneficien a la humanidad…» y «Preocupaos fervientemente de las necesidades de la edad en que vivís y centrad vuestras deliberaciones en sus exigencias y requerimientos«.

La humanidad, dicen las enseñanzas bahá’ís, está entrando en nuestra era colectiva de madurez. Esta madurez significa que ahora somos capaces de comprender lo que se necesita para recrear los fundamentos mismos de la vida individual y social. Solo queda hacerlo, y en esa tarea de enormes proporciones la apatía y el letargo no tienen cabida. 

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Los bahá’ís del mundo han recibido un toque de clarín, pues como nos dice Abdu’l-Bahá: “Bahá’u’lláh ha trazado el círculo de la unidad; ha hecho un diseño para la unidad de todos los pueblos, y para que todos se reúnan bajo la sombra de la unidad universal”.

Pero esta explicación solo ofrece una breve visión general de la amplia labor de cambio social que realizan los bahá’ís, solo información básica sobre lo que probablemente experimentará cuando se conecte con su comunidad bahá’í local. Si desea conocer más detalles, no dude en explorar https://news.bahai.org, el sitio web del Servicio Mundial de Noticias Bahá’ís, donde encontrará historias inspiradoras de la participación bahá’í local, nacional e internacional en el mundo en general, que ofrecen esperanza, sanación y un plan concreto para el futuro de la humanidad.