Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
La fe bahá’í es única en muchos aspectos, uno de los cuales es la vasta sabiduría contenida en sus sagradas escrituras: todos los escritos de El Báb, Bahá’u’lláh y Abdu’l-Bahá.
Estos escritos originales, que proceden de una efusión de revelación sin precedentes que duró 77 años, arrojan luz sobre todo un universo de conocimiento espiritual, perspicacia y guía.
RELACIONADO: ¿Qué es la opresión espiritual?
Originalmente escritos en persa y árabe, muchos de los libros, tablas y cartas que componen las enseñanzas bahá’ís han sido traducidos a más de 800 idiomas. El propio Bahá’u’lláh escribió más de cien volúmenes de esas enseñanzas. Pero periódicamente, y sin alardes, la Casa Universal de Justicia, el órgano de gobierno democráticamente elegido de los bahá’ís del mundo, publica nuevas traducciones autorizadas en su sitio web oficial [en inglés].
Imagina, por ejemplo, que se traduce y publica un libro recién descubierto de la Biblia, el Bhagavad-Gita o el Corán, y tendrás una idea del entusiasmo que generan estas nuevas traducciones en las mentes y almas de los bahá’ís del mundo.
A menudo, esas nuevas traducciones de los escritos bahá’ís abren perspectivas enteras de significado. Por ejemplo, este pasaje de Bahá’u’lláh, recién traducido al inglés, nos ofrece una perspectiva del potente efecto de la justicia interior:
Esa justicia que hace temblar los pilares de la tiranía y desmoronar los cimientos de la incredulidad es el reconocimiento de esta Revelación… Y quien no crea en ella ha abandonado la fortaleza de la justicia y su nombre se registra entre los opresores en las poderosas y custodiadas Tablas de Dios. [Traducción provisional de Oriana Vento]
Aquí, Bahá’u’lláh nos asegura que el reconocimiento generalizado de la nueva revelación de Dios debe eliminar toda tiranía, pero ¿se refiere eso a la tiranía terrenal o a la espiritual?
Cada nueva revelación redefine la comprensión de la humanidad, y las enseñanzas bahá’ís lo hacen una y otra vez. En el Libro de la Certeza de Bahá’u’lláh, por ejemplo, definió la mayor opresión como la que se produce cuando el alma no puede «alcanzar el conocimiento de Dios»:
¿Qué «opresión» es más dolorosa que el hecho de que un alma busque la verdad y desee alcanzar el conocimiento de Dios, y no sepa a dónde dirigirse ni de quién obtenerlo? Pues las opiniones se han diversificado gravemente, y los caminos para alcanzar a Dios se han multiplicado. Esta «opresión» es el rasgo esencial de toda Revelación…
Así pues, la opresión es una combinación de ignorancia, tanto personal como colectiva, de desacuerdo, desunión e incapacidad general para encontrar autoridades fiables, tanto en este mundo como en el camino personal hacia Dios. Si la opresión y la tiranía en el gobierno significan privación de libertad en nuestras vidas físicas e intelectuales, entonces la opresión espiritual podría significar privación de la libertad de estar a salvo, seguros y confiados en nuestra existencia eterna.
La revelación de Bahá’u’lláh nos ofrece estos tres aspectos para liberarnos de la opresión espiritual, para alcanzar la justicia eterna: uno, la liberación de la falsedad; dos, una visión de unidad; y tres, la curiosidad por buscar la verdad. Dos pasajes adicionales de las «Palabras de Sabiduría» de Bahá’u’lláh me vienen a la mente aquí, primero éste:
La esencia de todo lo que te hemos revelado es la Justicia; y ésta consiste en que el hombre se libere de la ociosa fantasía y de la imitación, que sepa percibir con el ojo de la unidad Su gloriosa obra y que investigue todas las cosas con ojo perspicaz.
Y segundo, este pasaje:
La esencia de la religión es dar testimonio de lo que el Señor ha revelado y seguir lo que Él ha ordenado en su poderoso Libro.
De este modo, la revelación bahá’í pretende liberar a la humanidad de la ignorancia, la injusticia y la tiranía de esta opresión espiritual.
Comentarios
Inicia sesión o Crea una Cuenta
Continuar con Googleo