Inspired
by the
Baha’i Faith
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá‘í. El sitio web oficial de la Fe Bahá‘í es Bahai.org. El sitio web oficial de los bahá’ís de los Estados Unidos es Bahai.us.
ENTENDIDO
Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
¿Quiero ser bahá'í?
Espiritualidad

¿Eres un cínico o tienes fe en el futuro?

David Langness

PARTE 1 IN SERIES La esperanzadora visión bahá'í del futuro

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

¿Interesado en otros temas?

Tenemos algo para todos
David Langness | Ene 22, 2025

PARTE 1 IN SERIES La esperanzadora visión bahá'í del futuro

Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.

Vivimos en una época en la que muchas personas han perdido la esperanza, la fe y el optimismo, ya que la guerra y la violencia, la corrupción y la codicia, la degradación medioambiental y la pérdida parecen dominar nuestro desunido mundo.

Esta perspectiva pesimista produce un profundo sentimiento de desesperación.

Como resultado, la desilusión y la desesperanza han calado en nuestros corazones. Muchos nos hemos vuelto cínicos. Los jóvenes incluso dudan de traer hijos a un mundo tan turbulento, ya que ven una decadencia corrosiva por todas partes, no tienen esperanzas de superarla y creen que nuestra principal motivación humana procede de preocupaciones puramente egoístas. 

RELACIONADO: Cómo ser optimista: 7 maneras de ser más positivo

Algunos pensadores y escritores han llegado a sugerir que nuestra naturaleza egoísta acabará por condenar a toda la raza humana. Esta idea fundamental -que todos somos esencialmente egoístas e interesados– subyace en la mayor parte del capitalismo de libre mercado y laissez-faire, que postula que las personas sólo actúan en su propio interés.

Pero eso no es cierto.

Casi todo el mundo tiene algo de altruismo, de desinterés, de espiritualidad y de preocupación por los demás. Sí, nuestros sistemas sociales y económicos pueden dificultar la expresión de esa solidaridad, pero eso no significa que todos seamos básicamente criaturas codiciosas y egoístas.

Las enseñanzas bahá’ís dicen que tenemos dos naturalezas –una inferior y otra superior– y que cada uno de nosotros tiene el poder de elegir en torno a cuál de ellas quiere centrar su vida:

En el ser humano existen dos naturalezas; su naturaleza superior o espiritual, y su naturaleza inferior o material. Con una se acerca a Dios, con la otra vive sólo para el mundo. Los signos de estas dos naturalezas se hallan presentes en cada persona. En su aspecto material, expresa falsedad, crueldad e injusticia; todas éstas son el producto de su naturaleza inferior. Los atributos de su naturaleza divina se manifiestan en amor, misericordia, bondad, verdad y justicia; todas y cada una de ellas son la expresión de su na – turaleza superior. Todos los buenos hábitos, todas las cualidades nobles, pertenecen a la naturaleza espiritual del ser humano, mientras que todas sus imperfecciones y acciones pecaminosas nacen de su naturaleza material. – La sabiduría de Abdu’l-Bahá, p. 75.

Cuando nos centramos en nuestra naturaleza espiritual y trabajamos para hacerla crecer y mejorarla, somos seres más felices y menos cínicos.

Pero te habrás dado cuenta de algo sobre los cínicos. El cinismo rara vez parece ocurrirle a alguien que trabaja activamente para mejorar el mundo. Si te esfuerzas cada día por ayudar a los demás, es mucho más probable que tengas una visión positiva, esperanzada y no cínica; en otras palabras, que le des la bienvenida al futuro. Como dijo Abdu’l-Bahá: … el pasado se ha ido y está olvidado, el presente es fugaz y el futuro está dentro del dominio de la esperanza. – Selección de los escritos de Abdu’l-Bahá, p. 275.

Se podría pensar que funciona de otra manera: que quienes se comprometen activamente con los problemas acuciantes de la gente tendrían una visión más negativa del futuro, y que quienes tienen poco contacto con los demás y sus problemas tendrían una visión más optimista. Pero, curiosamente, funciona exactamente al revés. Los estudios y las encuestas demuestran, una y otra vez, que el bienestar mental, la felicidad y una perspectiva positiva, junto con una visión optimista del futuro, son el resultado directo de ayudar a los demás.

Esta importante constatación –que la verdadera felicidad proviene de volcar tus esfuerzos en servir a los demás– resuena en todas las enseñanzas bahá’ís, como dijo Abdu’l-Bahá en este pasaje de la revista Star of the West:

… el primer don para el mundo de la humanidad es la felicidad, esa clase de felicidad que es inalterable e ideal. Si por felicidad se entiende el disfrute físico de las cosas materiales, entonces el lobo feroz es feliz porque mata al inocente cordero y satisface su hambre durante unas horas. Esto no es felicidad. La felicidad es una condición psicológica creada en el cerebro, la mente y el corazón, cuyo efecto se extiende desde el centro hasta la circunferencia. Por ejemplo, tras muchos días y noches de reflexión, el filósofo desentraña un problema aparentemente irresoluble. Como resultado, una ola de felicidad suprema recorre su ser. El filántropo acude en ayuda de miles de personas medio hambrientas, medio vestidas y afligidas de una nación. Con su acción gana mucha satisfacción. Un ingeniero salva un gran río con un puente colgante o voladizo, o un arquitecto diseña un edificio. Cada uno encuentra verdadero placer en su trabajo. – [Traducción provisional].

En 1912, Abdu’l-Bahá ofreció una conferencia en Chicago en la que utilizó los símbolos de la niebla, las nubes y la bruma para exponer un argumento similar sobre las enseñanzas bahá’ís y su esperanza en el futuro:

Esta mañana la ciudad está envuelta en niebla y bruma. Qué bella es una ciudad resplandeciente con la luz solar. Así como estas brumas y vapores ocultan el sol material, las imaginaciones humanas del mismo modo oscurecen el Sol de la Verdad. Considerad la radiante gloria del gran centro solar de nuestro sistema planetario: qué vista maravillosa, cómo su esplendor ilumina la visión hasta que las nubes y las brumas desaparecen. Del mismo modo, el Sol de la Verdad se vela y oculta por las supersticiones e imaginaciones de las mentes humanas…

En tanto estas nubes y vapores humanos de superstición oculten la luz del sol espiritual, debemos hacer nuestro mayor esfuerzo para disiparlo. Ojalá nos unamos en esto y seamos iluminados para realizarlo, porque el Sol es uno y Su brillo y munificencia son universales. Todos los habitantes de la tierra reciben la generosidad de un solo sol material, y ninguno es privilegiado. Asimismo, todos reciben los dones celestiales de la Palabra de Dios; ninguno es distinguido como favorito; todos están bajo su protección y esplendor universal… Es muy seguro que, si las almas humanas emplean sus respectivos raciocinios e inteligencias en los temas divinos, el poder de Dios disipará toda dificultad y las realidades eternas aparecerán como una sola luz, una sola verdad, un solo amor, un solo Dios y una paz que es universal. – La promulgación a la paz universal, p. 96.

RELACIONADO: ¿Qué es lo que da esperanza a la gente por el futuro?

Si te encuentras abatido, deprimido por el estado de nuestro mundo o perdido en la niebla del cinismo, y preferirías aumentar tu esperanza, intenta seguir el consejo de Abdu’l-Bahá y busca a alguien que necesite tu ayuda.

Cuando les des la ayuda que necesitan, esa acción altruista empezará a reconstruir y restaurar tu fe en nuestro futuro colectivo.

También podría interesarte

Si la adversidad es una oportunidad para crecer, ¿la tomas?
Espiritualidad

Si la adversidad es una oportunidad para crecer, ¿la tomas?

¿Cómo retribuir el amor de Dios?
Espiritualidad

¿Cómo retribuir el amor de Dios?

¿Por qué vale la pena luchar en este mundo y en el próximo?
Espiritualidad

¿Por qué vale la pena luchar en este mundo y en el próximo?


Comentarios

characters remaining
x
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Conecta con los Bahá'ís de tu área
Ponte en contacto con los Bahá'ís de tu localidad
preload imagepreload image