¿Por qué los bahá’ís ayunan cada año?

Verdaderamente, afirmo que el ayuno es el remedio supremo y la más grande curación para la enfermedad del egoísmo y la pasión.  – Bahá’u’lláh, La Importancia de la Oración Obligatoria y el Ayuno

Este ayuno conduce a limpiar el alma de todos los deseos egoístas, a adquirir atributos espirituales, a ser atraído por las brisas del Todomisericordioso y a encenderse con el fuego del amor divino. El ayuno es la causa de la elevación de la estación espiritual de la persona. – ’Abdu’l-Bahá, Ibíd., XXVI – XXVII

Desde el 1 de marzo, millones de bahá’ís de todo el mundo voluntariamente dejarán de comer y beber durante las horas del día en que haya luz solar, cada día, por diecinueve días seguidos. ¿Por qué?

En el ayuno bahá’í, los bahá’ís se abstienen de comer y beber desde el amanecer hasta el atardecer cada día durante todo el mes bahá’í de ‘Alá’, que comprende los diecinueve días antes del equinoccio de primavera. Shoghi Effendi, el Guardián de la Fe Bahá’í, explica que este ayuno bahá’í anual

“… es esencialmente un período de meditación y oración, de recuperación espiritual, durante el cual el creyente debe esforzarse por hacer los reajustes necesarios en su vida interior, y para refrescar y revitalizar las fuerzas espirituales latentes en su alma. Su significado y propósito son, por tanto, de carácter fundamentalmente espiritual.”. – Directrices del Guardián, p. 28.

Puede que no te hayas dado cuenta, pero la mayoría de las religiones tienen un período de ayuno en algún momento del año -cristianos, judíos, hindúes, taoístas, musulmanes y jainistas practican alguna variante de ayuno anual. Los judíos observan el ayuno durante seis días, especialmente en Yom Kipur y Tisha B’Av; los musulmanes ayunan durante las horas de luz por 30 días durante el mes lunar del Ramadán; los católicos ayunan durante la Cuaresma y otros días santos; diferentes confesiones cristianas ayunan individual y voluntariamente; los hindúes ayunan en varias épocas del año; muchas prácticas budistas también incluyen el ayuno.

Así que el ayuno se ha practicado en diferentes formas y tiempos durante milenios como parte de la vida religiosa, pero el principio sigue siendo el mismo: el ayuno simboliza el desapego del mundo físico y del yo. Los bahá’ís ven el ayuno como un ejercicio espiritual, pero recientemente la ciencia ha arrojado nueva luz sobre su significativo papel en la biología y fisiología humana, otro ejemplo del acuerdo entre la ciencia y la religión, uno de los principios bahá’ís fundamentales.

Según estudios recientes, el ayuno intermitente tiene importantes beneficios para la salud. Promueve la salud física óptima reduciendo el riesgo de muchas enfermedades crónicas, especialmente para aquellos que tienen sobrepeso u obesidad. Sobre la base de la evidencia existente, a partir de estudios en animales, el ayuno tiene fuertes efectos sobre los indicadores de salud incluyendo una mayor sensibilidad a la insulina, niveles reducidos de presión arterial, grasa corporal, insulina, glucosa, lípidos aterogénicos e inflamación. El ayuno alivia los procesos de la enfermedad y mejora los resultados clínicos en trastornos como el infarto de miocardio, la diabetes, el accidente cerebrovascular, el mal de Alzheimer y Parkinson.

El ayuno, con su mecanismo general de desencadenamiento de respuestas adaptativas de estrés celular, da como resultado un aumento en la capacidad para hacer frente a un estrés más severo, que evita que comiencen procesos patológicos. El ayuno también protege las células del daño del ADN, suprime el crecimiento celular y mejora la apoptosis de las células dañadas, lo que, en consecuencia, impide la formación y el crecimiento de los cánceres. El ayuno ayuda a reducir la obesidad, la hipertensión, el asma y la artritis reumatoide. Los investigadores han comenzado ahora a demostrar que el ayuno incluso tiene el potencial de retrasar el envejecimiento.Con todos estos beneficios para la salud, ¿es difícil ayunar? Aquellos que han ayunado saben que el cuerpo se adapta gradualmente a una nueva rutina, y en condiciones normales puede lidiar bien con la falta de alimento durante doce horas. Pero las enseñanzas bahá’ís dicen que el ayuno puede no ayudar al proceso de curación si una persona ya está enferma. En algunos casos, como los diabéticos, sería perjudicial ayunar:

 “…la oración obligatoria y el ayuno ocupan una exaltada posición a los ojos de Dios. Sin embargo, su beneficio tiene efecto estando con salud. En épocas de mala salud no se permite observar estas obligaciones.”  – Bahá’u’lláh, El Kitáb-i-Aqdas

Los bahá’ís ayunan a partir de la edad de madurez, que según las enseñanzas bahá’ís comienza a los 15 años, hasta los 70 años de edad. Los que están enfermos, las madres embarazadas y lactantes, los que hacen trabajos pesados, incluso los que viajan por mucho tiempo, todos están exentos del ayuno.

¿Le gustaría probar ayunar este año durante el período de ayuno bahá’í? Podría aumentar su salud física y espiritual, y darle un nuevo despertar:

El ayuno es la causa del despertar del hombre. El corazón se vuelve tierno y la espiritualidad del hombre crece. Esto resulta del hecho de que los pensamientos del hombre estarán confinados a la conmemoración de Dios, y a través de este despertar y estimulación seguramente seguirán avances ideales. – ’Abdu’l-Bahá, Star of the West, Volumen 3, p. 305.