Queridos medios sociales

Queridos medios sociales,

Siendo 100% honesto conmigo mismo en este momento, admitiría que no estoy seguro de qué es lo que siento por ti hoy.

Algunos días me encantas: ¡me haces sentir fantástico! En esos días veo todo lo bueno que me entregas a mí y a otros y aprecio tu bella y creativa plataforma, que me permite proyectar cosas positivas y amor a todo el mundo.

Pero otros días, días en que te abro para ver lo que la gente dice de mí, cuando tomo una foto no porque lo desee si no porque quiero publicarla para que personas que ni siquiera conozco la vean… Es en esos días que, honestamente, me molestas. Pero no por ti. En verdad, no es por ti esta vez. Me molestas por la relación enfermiza que tengo contigo.

Lo que es de locos es que la única razón por la cual te uso es porque deseo tratar de hacer el bien contigo. Quiero usar esta plataforma, que puede ser usada para muchas cosas terribles y superficiales, para algo más significativo. Quiero representar a un hombre que es abierto y honesto con sus sentimientos, el amor que siente por su familia y por su fe. Después de todo, las enseñanzas bahá’ís nos piden trabajar por “la edificación de la sociedad”:

Es vuestro deber ser bondadosísimos con todo ser humano y desearle el bien; trabajar por la edificación de la sociedad; inspirar en los muertos el hálito de vida; actuar en conformidad con las instrucciones de Bahá’u’lláh y transitar por Su camino: hasta que convirtáis el mundo del hombre en el mundo de Dios. – ‘Abdu’l-Bahá, Selecciones de los escritos de ‘Abdu’l-Bahá, Sección 47.

Intento hacerlo, pero a veces me pierdo y me olvido de mi intensión. Porque, si tomo una foto de mi esposa o de mi hija o de mis amigos y no la tomo por mí, sino por ti… entonces estoy fallando en ser la persona que aspiro a ser: el esposo y el padre en que algún día espero convertirme. En vez de usarte para expresar mi ser más elevado, mi ser espiritual, te uso por lo motivos incorrectos.

En la medida que el hombre sea esclavo del hábito y siga los dictados del ego y del deseo, está condenado a la derrota. Este ego personal apasionado le quita las riendas de las manos, desplaza las cualidades del ego divino y lo transforma en un animal, en una criatura incapaz de distinguir el bien del mal ni de diferenciar la luz de la oscuridad. Queda ciego ante los atributos divinos, pues esta individualidad adquirida, resultado de una rutina perniciosa de pensamiento, se convierte en la tónica predominante de su vida. – ‘Abdu’l-Bahá, Divine Philosophy, p. 133. [traducción de cortesía]

Tantos momentos emocionantes están ocurriendo en mi vida en la actualidad, pero cada cierto tiempo me pierdo algunos de estos momentos pues tengo mi cara inclinada hacia abajo mirándote, cuando la debería tener levantada mirando la vida:

… si bien la naturaleza invita al hombre a las inclinaciones más bajas del ego y del yo, el Amor de Dios lo atrae hacia las palabras de santidad y beatitud, de justicia y generosidad, de misericordia y humanidad. –‘Abdu’l-Bahá, Star of the West, Volumen 4, p. 182. [traducción de cortesía]

Entonces medio social, ¿podríamos corregir esta relación no saludable? ¿Podríamos trabajar juntos en ello? Te prometo que no terminaré contigo. Solo deseo que nuestra conexión sea un poco más fuerte, para que cada uno nos demos un tiempo de cuando en cuando para apreciar cuan bien nos puede ir juntos.

Amor,

Justin