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Justicia

Relatos cortos e inspiradores sobre la justicia y la equidad

Radiance Talley | Ene 15, 2024

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Radiance Talley | Ene 15, 2024

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En 1912, una persona le preguntó a Abdu’l-Bahá, una de las figuras centrales de la fe bahá’í: «¿Cuál es el propósito de nuestras vidas?». Él respondió: «Adquirir virtudes».

Y, los bahá’ís creen que la justicia es una de las virtudes más importantes entre todas ellas. Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la fe bahá’í, escribió:

Lo más amado de todo ante Mi vista es la Justicia; no te apartes de ella si Me deseas y no la descuides para que pueda confiar en ti. Con su ayuda verás con tus propios ojos y no con los ojos de otros, y conocerás con tu propio conocimiento y no mediante el conocimiento de tu prójimo. Reflexiona en tu corazón cómo te corresponde ser. En verdad, la justicia es Mi don para ti y el signo de Mi amorosa bondad. Tenla pues ante tus ojos.

Abdu’l-Bahá nunca se apartó de la justicia. Nos mostró cómo es defender la justicia y la equidad en las siguientes historias cortas:

Una breve historia sobre la justicia económica

Una vez, mientras Abdu’l-Bahá estaba en Egipto, consiguió un carruaje para poder llevar a un pasha, un hombre de alto rango o cargo en el norte de África y el Imperio Otomano, quien era su invitado para almorzar. Cuando llegaron a su destino, el conductor pidió una tarifa tan excesivamente alta que Abdu’l-Bahá se negó a pagar el importe total.

Retrato a color de ’Abdu’l-Bahá en París, Francia, octubre de 1911

Según relata Annamarie Honnold en su libro «Relatos de la vida de ’Abdu’l-Bahá»:

El conductor, grande y rudo, agarró Su cinto y “lo sacudió de un lado a otro”, exigiendo su injusto precio. Abdu’l-Bahá permaneció firme y el hombre finalmente lo dejó. El Maestro le pagó lo que verdaderamente le debía y le informó de que si hubiera sido honesto habría recibido una generosa propina en vez de solo la tarifa. Luego se marchó.

El nieto de Abdu’l-Bahá, Shoghi Effendi, se avergonzó de que esto sucediera delante del pasha. «Abdu’l-Bahá, por otro lado, evidentemente ’no estaba molesto en absoluto’, sino simplemente decidido a no ser engañado».

Una breve historia sobre la justicia racial y la equidad

Cuando Abdu’l-Bahá se alojaba en un hotel de París en 1911, un hombre negro y pobre era una de las muchas personas que venían a visitarle a menudo. Annamarie Honnold escribió:

No era bahá’í, pero amaba mucho al Maestro. Un día, al venir de visita, alguien lo dijo que la dirección no quiera que él – un pobre hombre negro – viniera, porque no era compatible con la categoría del hotel. El pobre hombre se marchó. Cuando Abdu’l-Bahá se enteró de esto, envió a buscar al hombre responsable. Le dijo que debía encontrar a Su amigo. Abdu’l-Bahá dijo: “No vine para ver hoteles o muebles caros, sino para ver a Mis amigos. No vine a París para ajustarme a las costumbres de Paris, sino para establecer el modelo de Bahá’u’lláh”.

Una breve historia sobre no apoyar la injusticia

Thomas Breakwell, el primer hombre de Inglaterra que se hizo bahá’í, fue a la ciudad-prisión de ’Akká a visitar a Abdu’l-Bahá, quien fue prisionero durante 40 años hasta 1908.

Thomas Breakwell

En una conversación con ’Abdu’l-Bahá, «describió su posición en las fábricas de algodón del sur de Estados Unidos. Breakwell le dijo a ’Abdu’l-Bahá que las fábricas funcionaban con mano de obra infantil. Entonces [Abdu’l-Bahá] le miró seria y tristemente durante un rato, y le dijo: ’Envíe su carta de renuncia’. Con gran alivio Breakwell se apresuró a obedecerle».

Aunque la fábrica pagaba muy bien a Thomas Breakwell, finalmente se sintió aliviado de su culpa una vez que abandonó aquella empresa injusta. Regresó a París y vivió de forma sencilla para poder donar todo lo que pudiera a la fe bahá’í, una fe que trabaja afanosamente para lograr la paz y la unidad en el mundo.

En la actualidad, numerosas empresas apoyan el horrible trabajo infantil. ¿Te imaginas cuánta más justicia se podría hacer si el público se negara a apoyar a las empresas injustas?

A través de estas breves historias, podemos ver que Abdu’l-Bahá defendió sus propios derechos y los derechos de los demás, negándose a conformarse con cualquier práctica injusta o a apoyar cualquier institución injusta. Mientras nos esforzamos por defender la justicia en nuestra vida cotidiana, inspirémonos en las historias anteriores sobre justicia e imparcialidad y recordemos las siguientes palabras de Abdu’l-Bahá:

¡Oh, amigos de Dios, sed ejemplos vivientes de justicia! Para que así, por la Misericordia de Dios, el mundo pueda ver en vuestras acciones que manifestáis los atributos de justicia y misericordia.

La justicia no es limitada, es una cualidad universal. Su acción debe aplicarse sobre todas las clases sociales, desde la más elevada hasta la más baja. La justicia debe ser sagrada y deben tomarse en consideración los derechos de todos los pueblos. Desead para los demás sólo aquello que deseáis para vosotros mismos. Entonces gozaremos del Sol de la Justicia, que brilla desde el Horizonte de Dios.

Cada ser humano ha sido colocado en un sitial de honor, que no debe abandonar. Un humilde trabajador que comete una injusticia es tan culpable como un famoso tirano. Por esta razón, todos podemos escoger entre justicia e injusticia. Yo espero que cada uno de vosotros llegue a ser justo, y dirija sus pensamientos hacia la unidad de la humanidad; que nunca perjudiquéis a vuestros vecinos, ni habléis mal de nadie; que respetéis los derechos de todos los seres humanos, y os preocupéis más por los intereses de los demás que por los vuestros propios.

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