Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
«Uno de los más angustiosos desafíos de la experiencia humana es lidiar con la decepción», escribió el Dr. Martin Luther King Jr. en su libro de 1968, «A dónde nos dirigimos desde aquí: ¿Caos o comunidad?»
«En nuestras vidas individuales, con demasiada frecuencia destilamos nuestras frustraciones hasta convertirlas en una esencia de amargura, o nos ahogamos en las profundas aguas de la autocompasión, o adoptamos una filosofía fatalista según la cual todo lo que sucede debe suceder y todos los acontecimientos están determinados necesariamente.»
Ya sea que pasemos nuestros días ahogándonos en la autocompasión depresiva o adoptemos una visión amarga y cínica de que algunos de nuestros sueños nunca se harán realidad, ninguna de las dos actitudes servirá a nuestros mejores intereses –créeme, lo sé.
El Dr. King afirmó que estas reacciones siempre perjudican «a la persona que las alberga más que a nadie». La única respuesta saludable consiste en el reconocimiento honesto de la decepción pese a seguir aferrado a la esperanza, en la aceptación de la decepción finita pese a seguir aferrado a la esperanza infinita».
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Sí, la falta de progreso hacia un objetivo concreto puede ser increíblemente decepcionante, y las personas y las situaciones pueden herirte profundamente. Pero, cuando pierdes la esperanza, ya no te queda nada. He identificado los siguientes consejos que me han ayudado a aferrarme a la esperanza afrontando la decepción de formas saludables.
7 formas saludables de afrontar la decepción
No te aflijas; la tempestad del dolor pasará; el lamento no durará; la desilusión se desvanecerá; el fuego del amor de Dios se encenderá, y las espinas y zarzas de la tristeza y el abatimiento se consumirán. – Abdu’l-Bahá, Tablets of Abdul-Baha Abbas, volume III, pages 557 and 558).
1. Tómate tiempo para recuperarte
Después de cualquier contratiempo, siempre es útil alejarse de la situación y tomarse un tiempo para recuperarse. Darse algo de tiempo y espacio para curarse de las decepciones y renovar las energías puede proporcionar cierta claridad necesaria para alcanzar los objetivos.
Pienso que aunque Shoghi Effendi, el Guardián de la Fe bahá’í, estaba tan cerca de la revelación divina, él también experimentó decepciones mientras cargaba con la gran responsabilidad de desarrollar y profundizar el entendimiento de la comunidad bahá’í, y se tomó tiempo para reponerse.
En una carta de 1922, escribió:
Ahora que felizmente me siento de nuevo en una posición en la que puedo retomar con continuidad y vigor las riendas de mis múltiples responsabilidades, la amargura de cada decepción sentida, una y otra vez, en el curso de los últimos meses agotadores ante mi sentimiento de falta de preparación, se ha mezclado ahora con la dulzura del momento presente, en el que me siento mejor equipado espiritual y corporalmente para asumir las responsabilidades de la Causa. – [Traducción provisional de Oriana Vento].
2. Busca el apoyo de tus seres queridos
Siempre es útil apoyarse en los seres queridos. Shoghi Effendi prosiguió:
El pensamiento, tan reconfortante y alentador, de que en los consejos de mis colaboradores británicos encontraré un apoyo espontáneo y constante, así como una ayuda sabia y experimentada, es sin duda una de las fuerzas que me alentarán en mis futuras labores por la Causa.
Consultar con aquellos que tienen nuestros mejores intereses en el corazón puede proporcionarnos nuevas percepciones y comprensión que antes no teníamos. Bahá’u’lláh, el profeta y fundador de la Fe bahá’í, escribió:
La consulta otorga una mayor conciencia y transforma las conjeturas en certeza. Es una luz resplandeciente que, en un mundo oscuro, señala el camino y guía. [Traducción Provisional de Oriana Vento].
3. Recuérdate a ti mismo tus logros pasados
Cuando me siento incompetente, insegura o abrumada, intento recordarme a mí misma todos los retos que he superado y todas las metas que he alcanzado.
Para aquellos de ustedes que no lo sepan, los bahá’ís de todo el mundo trabajan para servir a la humanidad, erradicar los prejuicios y lograr la paz mundial, una misión que es a la vez vital y desafiante. En un cablegrama de 1932 a la comunidad bahá’í norteamericana, Shoghi Effendi declaró:
Los creyentes americanos, los firmes partidarios de la Fe de Bahá’u’lláh, ya han dado demasiadas evidencias de su influencia determinante en el rumbo de sus asuntos como para permitir que la más mínima decepción empañe el resplandor de sus logros pasados. Su voluntad de éxito acabará triunfando.
Así pues, la próxima vez que te sientas decepcionado, recuerda el consejo de Shoghi Effendi de no «permitir que la más mínima decepción empañe el resplandor» de tus «logros pasados.»
4. Vuélvete hacia Dios
Ora y medita para obtener fuerza, consuelo y guía cuando te dirijas al mundo espiritual en busca de paz y sanación. Abdu’l-Bahá, una de las figuras centrales de la Fe bahá’í, escribió:
Si buscas la tranquilidad espiritual, vuelve tu rostro en todo momento hacia el Reino [divino]… Si deseas la alegría divina, libérate de las ataduras del apego. Si deseas la confirmación del Espíritu Santo, dedícate a enseñar la Causa de Dios. [Traducción Provisional de Oriana Vento].
Otra forma de elevar tu espíritu es convirtiéndote en una luz para los demás.
5. No seas duro contigo mismo
A veces, la sanación consume tanta energía que no me queda suficiente para hacer grandes cambios en mi vida. Cuando eso ocurra, intenta ser indulgente contigo mismo.
El esfuerzo que puedes hacer mientras te estás curando no será el mismo que puedes hacer cuando te sientes entusiasmado y con fuerzas. Cada paso que des hacia tu objetivo no tiene por qué ser grande. Está bien empezar poco a poco.
Se anima a los bahá’ís a «recordar la historia de “Abdu’l-Bahá, quien cuando se le acercó un creyente en las profundidades del desánimo y desesperanzado por no poder adquirir nunca las cualidades y virtudes que los bahá’ís deben poseer, respondió con la mayor compasión y aliento: ’poco a poco; día a día’».
6. Busca inspiración
Leer libros de autoayuda me inspira muchísimo. También me beneficia escuchar afirmaciones que me ayudan a pensar de forma más positiva y hacer terapia EFT para eliminar mis creencias negativas. Descubre qué herramientas y técnicas podrían ser inspiradoras para ti.
7. Recuerda que todo ocurre por una razón
Bahá’u’lláh escribió: «Di: Todas las cosas pertenecen a Dios». Cuando le recordé este versículo a una amiga, me respondió: «Sí, no dejo de repetirme esa cita aunque me resulte doloroso hacerlo».
Tenemos que creer que todo sucede por una razón y que Dios quiere lo mejor para nosotros. Una vez encontré un meme en las redes sociales que decía: «Dios responde a tus oraciones de tres maneras: Dice ’Sí’ y te da lo que quieres; dice ’No’ y te da algo mejor; o dice ’Espera’ y te da lo mejor».
Nunca olvidé ese meme, y sigo recordándome a mí misma todas estas citas inspiradoras mientras espero lo mejor.
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