Las opiniones expresadas en nuestro contenido pertenecen al autor únicamente, y no representan puntos de vista de autoridad en la Fe Bahá’í.
Todos los Profetas han sido enviados a la tierra con un propósito único; por eso Cristo Se puso de manifiesto, por eso Bahá’u’lláh elevó la llamada del Señor: para que el mundo del hombre llegue a ser el mundo de Dios; este dominio inferior, el Reino; esta oscuridad, la luz; esta perversidad satánica, todas las virtudes del cielo; y que toda la raza humana conquiste la unidad, la hermandad y el amor, que reaparezca la unidad orgánica y sean destruidas las bases de la discordia, y que la vida eterna y la gracia sempiterna se conviertan en la cosecha de la humanidad. – Abdu’l-Bahá, Selecciones de los Escritos de Abdu’l-Bahá.
Quiero contarles sobre la primera Navidad de Abdu’l-Bahá en Inglaterra, pero antes de hacerlo, preparemos el escenario explorando la historia de esta festividad, que pocas personas entienden o conocen.
¿Has oído hablar de Sexto Julio Africano?
Probablemente no. Fue un soldado pagano de las legiones romanas a finales del siglo II d.C., Sexto Julio se convirtió al cristianismo y se convirtió en un historiador y autor cristiano muy conocido. Como su apellido sugiere, probablemente era africano, probablemente de la zona que ahora llamamos Libia, aunque hablaba varios idiomas y viajó ampliamente por todo el Medio Oriente.
Sexto Julio Africano escribió una historia del mundo en cinco volúmenes llamada La Crónica. Hasta donde se sabe, no ha sobrevivido ninguna copia, pero algunos de sus escritos lo hicieron, a través de historiadores posteriores como Eusebio, y han tenido un gran impacto en aquellos de nosotros que vivimos en la era moderna, al menos de dos formas.
Primero, él determinó la edad del mundo.
Después de eso, también determinó la fecha exacta de la Navidad.
Así es como lo hizo: en su trabajo de cinco volúmenes, Sexto Julio escribió la línea de tiempo del mundo desde la historia de la creación del Génesis Bíblico hasta el año 221 DC. Ese período de tiempo, cuidadosamente ensamblado y calculado a partir de una lectura detallada de toda la historia genealógica y de los diversos «progenitores» de la Biblia hebrea y el Nuevo Testamento, se extiende exactamente 5.723 años, según el recuento de Africano. Sus cálculos midieron exactamente 5500 años entre la creación y la encarnación (o Anunciación) de Jesucristo, lo que situó la inmaculada concepción de Jesús el 25 de marzo del año 1 AC. Añadiendo el período estándar de gestación humana de nueve meses a esa fecha se obtuvo el 25 de diciembre, el día que el mundo celebra ahora como Navidad.
Incluso en el siglo II d.C., nadie sabía la fecha precisa en que el nacimiento de Cristo tuvo lugar. Mucho antes del uso generalizado de calendarios, certificados de nacimiento o la observancia de cumpleaños regulares, la gran distancia de tiempo hace que las fechas históricas exactas sean imposibles de verificar. Por esa razón, Sexto Julio Africano hizo sus cálculos. (A pesar de sus pruebas, algunos historiadores y científicos, incluyendo a Isaac Newton, creían que el mundo cristiano seleccionó el 25 de diciembre porque los romanos celebraban el solsticio de invierno del sur en ese día, al que llamaban la bruma o el Sol invicto).
Pero Africano, quien fue el primero en medir la fecha con su línea de tiempo bíblica, ha dominado la opinión popular y el calendario gregoriano durante mil ochocientos años. Sus cálculos originales son la razón por la que algunos fundamentalistas aún insisten en que el mundo tiene sólo seis mil años, y también son la razón por la que observamos el nacimiento de Cristo en esa fecha. Con la excepción de la Iglesia Ortodoxa Oriental, que suele celebrar la Navidad el 7 de enero en la mayoría de los lugares, el 25 de diciembre se ha convertido en la Navidad para las masas, lo que nos lleva de nuevo a la primera Navidad de Abdu’l-Bahá.
No fue sino hasta 1911, cuando Abdu’l-Bahá viajó inicialmente a Occidente, cuando encontró una celebración moderna de la Navidad en su forma occidental. Liberado después de cuarenta años de prisión por ser bahá’í, llegó a Inglaterra desde Oriente Medio, y entre su agitada agenda de discursos, reuniones y declaraciones públicas, Abdu’l-Bahá:
“…presenció la representación de Eager Heart, un misterio navideño interpretado en Church House, Westminster, la primera representación dramática que presenciaba y que, por su gráfica descripción de la vida y padecimientos de Jesucristo, Le conmovió hasta las lágrimas”. – Shoghi Effendi, Dios pasa.
El drama, escrito por la poetisa y dramaturga inglesa Alice Mary Buckton, quien más tarde recibió a Abdu’l-Bahá en su casa de Byfleet Surrey, cuenta la trágica historia de una mujer que se prepara fervientemente para la visita de Jesús, María y José en Navidad, pero que luego vacila cuando una familia de refugiados sin hogar se presenta en su puerta.
Esta descripción de la reacción profundamente emocional de Abdu’l-Bahá a Eager Heart, escrita por Lady Blomfield y también incluida en su libro The Chosen Highway, describe un acontecimiento notable:
[Abdu’l-Bahá] lloró durante la escena en la que el Santo Niño y Sus padres, abrumados por la fatiga y sufriendo por el hambre y la sed, se encontraron con la vacilación de Eager Heart para permitirles entrar en el refugio de descanso que ella había preparado, sin reconocer, por supuesto, a los visitantes sagrados. Después, [Abdu’l-Bahá], se unió al grupo de actores.
Fue una escena fascinante. En un entorno oriental. Aquel Mensajero con sus ropas orientales, hablándoles, con las bellas palabras orientales, del significado divino de los eventos que habían sido representados. – The Baha’i World, Volumen 4. [Traducción Provisional Oriana Vento]
Intenta, si puedes, imaginar esa visión real de la Navidad. Después de que los aplausos terminaron y la multitud se fue a casa, en el escenario entre los telones de fondo de la obra, el hijo del nuevo profeta del mundo proveniente de Medio Oriente, vestido con túnicas florecientes, le cuenta a los actores de la obra los verdaderos dolores de Jesucristo, tan parecidos y similares a los dolores de Bahá’u’lláh y su propia familia. Recién liberado de cuatro décadas de exilio y encarcelamiento, Abdu’l-Bahá reúne a un grupo de actores a su alrededor y explica el verdadero significado de la Navidad.
Como los bahá’ís creen que todos los profetas de Dios son uno, esos actores increíblemente afortunados, en lugar de confiar en las interpretaciones demasiado humanas del significado y el momento de la Navidad, lo escucharon literalmente de la fuente.
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